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En el salón de una casa con forma de árbol se encontraba Willy de brazos cruzados, claramente disgustado por lo que le estaba pidiendo Mangel, el cual estaba detrás de él aún intentando convencerle.
¿Por qué demonios él tenía que vigilar a ese niñato? Se preguntaba a si mismo el de pelo grisáceo.
-Willy, porfavor. ¿Lo harías?- insistió Mangel una vez más.
Willy, aún de espalda, apretó sus dientes, claramente enfadado.
No es que odiase a ese chico, de hecho le hacía gracia todo lo que había hecho hasta el momento, pero no quería interferir directamente. Le era más divertido observar desde las sombras como todo se derrumba.
Se volteó hacia Mangel, con una mirada fría brillando es sus ojos verde opaco.
-¿Y que ganaría yo de esto?- preguntó a Mangel. -No creerás que eso va a ser de a gratis, ¿verdad?- terminó con una sonrisa casi burlona.
Mangel sonrió
-No, ya sé que no-
-Dime que es lo que quieres, entonces-
Willy sonrió de vuelta, tal vez herramientas para la Hermandad sería buena idea, ya que lo que seguía en sus planes era grande, era momento de jugar con Karmaland, ahora que la chispa había aparecido, solo requería gasolina para el verdadero espectáculo.
-Te voy a enviar una lista de herramientas que voy a necesitar- le dijo finalmente Willy a Mangel
-Trato-

Vegetta se encontraba en su casa, descansando en la comodidad de su cama del ajetreo que había ocurrido en Karmaland los últimos días.
Era consciente que eso en realidad era trabajo del alcalde, Lolito, pero podía notar que en realidad no le estaba tomando, tal vez, la seriedad necesaria. Algunas cosas fueron tratadas con lo que se necesita, cómo el asesinato de la jóven en aquel lugar cubierto de árboles, y la reciente desaparición de uno de sus compañeros, Auron.
Claro, el de ojos violetas ya sospechaba que todo eso estaba conectado con Luzu. La idea no era del todo loca. La última vez que le había visto, bueno..."espiado", se notaba aún más desaliñado, soltaba pequeñas risas al poco tiempo. Y ahora llevaba consigo una pala en lugar de la habitual espada, eso sí, el arco seguía descansando sobre su espalda como siempre.
Justo después de verle desaparecer notó que el no era el único observando al de capucha. Desde uno de los tejados de las casas cercanas, una figura enmascarada de negro, con rastros rojos tanto en su máscara y su traje. Sabía que era un miembro de la Hermandad Obscura, ya que el traje era muy similar al que una vez le enseñó Rubius, aunque casi fue por accidente.

Quería. Tenía que saber que hacía un miembro de la Hermandad Obscura observando a Luzu, quería saber que planeaban.
Pero...¿Cómo lo haría?
Ellos no son fáciles de rastrear, sabía que estarían tal vez observando al castaño otra vez, pero eso no quería decir que tendrían sus ojos las 24/7 sobre el chico. Aparte no podía preguntar a Rubius sobre sus actividades o las de los otros miembros, ya que obviamente no le iba a decir nada. Ya había sido demasiado que él se enterase de que el de ojos esmeraldas pertenecía a esa organización.
Tendría que pensar en algo lo más pronto posible.

-¡Esto es un desastre!- se quejó Alex azotando sus varios papeles sobre la mesa enfrente de su compañero Fargan, para después dejarse caer sobre una silla frente aquella misma mesa.
Fargan le miró un poco sorprendido, no era común que su compañero perdiera la compostura en su posición de policía, normalmente Alex no permitía que sus emociones le controlaran mientras estaba en el trabajo.
Pero sabía a qué se debía. La investigación de Auron no les llevaba a ninguna parte. Era frustrante, tanto para él como para Alex. No creían posible que Auron desapareciese sin dejar rastro alguno. Y pues, era su amigo y compañero, así que por eso estaban aún más desesperados.
Fargan miró a Alex, quién había dejado caer su cabeza sobre sus brazos, claramente desesperado. Posó su mano sobre la mano del rendido, tratando de tranquilizarlo.
-Ya verás que le encontraremos- le dijo tranquilamente el de ojos ámbar.
Alexby solo alzó su vista a Fargan solo asentir y volver a centrarse en los papeles del desparecido, que estaba en frente suya.
El del antifaz de búho se levantó de su asiento, indicándole a Alexby que iba a salir a investigar.
Sus pasos hacían sonar la grava que estaba a sus pies. Su cabeza trabajaba mientras sus pies caminaban sin rumbo alguno.
¿Cómo era posible que Auron desapareciese de repente?
Sabía que antes de que sucediera todo, el de piel naranja había quedado con el alcalde para hablar de algo.
Dió un suspiro, aparentemente no había otro lugar que ir a ver a su casa. Se dirigía ahí con la esperanza de poder encontrar algo.
-Ojalá tener la vista de un águila, o un búho- río ligeramente, con la idea de que alguna de estas dos le ayudarían a encontrar alguna pista que tal vez no hayan visto.
Una vez llegó al lugar miró hacía arriba, contemplando la estructura.
-Auron, compañero. ¿Qué fue lo que sucedió?-

|∆~Your worst nightmare~∆| LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora