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Sus manos temblaban de forma irregular, su respiración aumentaba gradualmente, el ambiente apestaba a sangre, con su olor metálico.
Trataba de controlar sus impulsos, la oscura habitación intentaba contener al ser que probablemente iba a despertar.

Lolito caminaba junto a Mangel, se dirigía a casa del de lentes para comer, ya que su novio lo invitó, caminaban juntos, tomados de las manos y con una sincronización en sus pasos increíble.
El ambiente era suave y encantador, ambos se sentían en su nube, en un cielo que era solo para ellos.
La comida deliciosa, hablaban de cosas triviales y sus vidas, aunque Lolito pensara que era mejor no hablar de su trabajo como alcalde a su niña, este siempre le sacaba el tema y con la mirada de interés que este le miraba, nunca podía negarse, y ese día no iba ser la excepción, claro.
-¿Cómo van las cosas en el trabajo, mi niña?- preguntó Mangel.
Lolito solo sonrió y contestó con un pequeño "igual que siempre", para después tomar un poco del jugo que había sido preparado.
-Oí lo de Luzu, ¿que vas a hacer respecto a eso?- dijo despreocupadamente Mangel, observando un poco por la ventana que había cerca.
Lolito no pudo evitar atragantarse un poco con el jugo, no entendía porque a todos le interesaba el chico, creía que todo el mundo sería tan maduro como él para darse cuenta que esto también era un berrinche del castaño. Agachó ligeramente su cabeza, algo apenado por la reacción que tuvo y también para tratar de ocultar su desagrado hacía el asunto y podría decirse, al mencionado.
Mangel lo vió de reojo esperando una respuesta, pero como está aparentemente no iba a llegar decidió insistir ligeramente.
Volteó nuevamente hacía Lolito y tomó entre sus manos las del contrario, haciendo que el otro se sintiera un poco más avergonzado. Lolito volteó un poco su rostro para encontrarse con la sonrisa cálida y acogedora de Mangel. Lolito dió un pequeño suspiro para después proceder con lo sucedido.
-Según Vegetta y Rubius Luzu se volvió más agresivos, incluso fueron atacados por este. ¡Y para terminar Rubius se puso a gritarme en medio de la reunión!- Su mente viajaba a los hecho ocurridos, casi podía sentir que su punto de vista era el inadecuado...no, no le iba a dar exactamente lo que el castaño quería.
-Auron fue maldecido por Luzu, y no sé cómo ayudarle, es mi amigo, pero también en el pueblo hay una sospecha que gracias a esto la información del gobierno se va a filtrar y no sé qué otras cosas, es como si no confiaran en mí- continuó Lolito.
Mangel miraba pacientemente a Lolito, quien volvió a bajar la mirada y con ella varios cabellos naranjas rebeldes cayeron por ambos lados de su rostro. El de lentes sabía que era mejor no presionar a su novio, sabía que cuando explotaba perdía por completo el control, y como cuando lo recuperaba estaba destrozado, quería ayudar. Así que por el momento solo se paró y se dirigió al otro lado de la mesa y le dió un abrazo al pelinaranja, y se quedaron en silencio, solo disfrutando de su mutua compañía.
Aún hay una forma...tal vez...solo tal vez.

Auron caminaba por la orilla del basto mar que rodeaban las tierras de dónde se encontraban. No entendía lo que estaba pasando estos días, primero el ataque a Vegetta y Rubius, luego su transformación y luego la muerte brutal de la aldeana del cuál Auron sospechaba que estaba conectado a todos los sucesos recientes.
Sentía una gran impotencia, ahora que podía pensar con claridad...
-No quiero ser así, ahora todo el mundo está sufriendo por...- se decía a si mismo, pero se detuvo. ¿De verdad era su culpa? Sus dedos comenzaban a jugar con los cordones de su sudadera mientras sus pensamientos volvían a volar lejos, buscando que hacer a continuación.
Después de un rato deambulando sacó su celular para enviarle un mensaje a la persona que más le tenía confianza en ese pueblo tan caótico, una vez enviado el texto lo guardó en su bolsillo y se dirigió a su casa, tenía de todos modos que ir a alimentar a sus mascotas. Esperaba la respuesta de la persona, ya que su propia mente ya no podía estar en paz, por alguna extraña razón se sentía en un ciclo.
Tal vez tumbarse en su cama un momento le ayudaría también.
Cuando llegó a los terrenos de su casa se paró un momento y miró la impotente muralla, algo muy en el fondo le decía que tenía que ver a su antiguo amigo, pero no estaba seguro de ir, hombre, su nuevo aspecto le recordaba cada minuto que Luzu no quería nada que ver con él. Pero a la mierda todo ¿no?
Decidió tragarse su orgullo solo esta vez, tragó aire y se encaminó hacia las puertas que en ese momento estaban cerradas a cal y canto.
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Este costó,
la verdad de alguna forma no me gustó este capítulo, pero no sé porque...

|∆~Your worst nightmare~∆| LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora