Luzu estaba en su jardín, sus ojos castaños miraban atento su trabajo, mientras su pelo caía por su frente tapando ligeramente sus ojos. Sostenía una bella hoja con filo de un ligero color azul con un gris más acentuado, la estaba terminando; la hoja estaba casi completa después de varias horas haciéndola. Una vez estuvo terminada la alzó en el aire para contemplar el brillo que producía el atardecer sobre el filo, de hecho le daba un color carmín, tanto que casi pareciera que la hoja estaba impregnada de sangre, lo cual le robó una risa al dueño. Aunque en ese momento no la había hecho con ese propósito, tampoco significaba que tal vez no la ocuparía para eso.
Seguía observando su creación cuando de pronto las grandes puertas de hierro oxidado sonaron algo opacas y graves.
Luzu quedó extrañado, no solo por el hecho de que había alguien en su puerta después de muchísimo tiempo, si no que el intruso había de alguna forma esquivado sus torretas, ya que tenía varias en frente pero dos justo a lado de las puertas por si evitaban las que estaban encima de las paredes de la muralla.
Curioso pero precavido se levantó y avanzó hacía la puerta, ocultando el cuchillo detrás de su espalda, y abrió la puerta haciendo que esta, en consecuencia del óxido, rechinara con un agudo sonar. Una vez abierta la puerta se encontró una figura con vestida de negro, tanto su traje como su máscara parecían haber sido forjadas con oscuridad, salvo por los ojos rojos y la sonrisa blanca que brillaban sobre la superficie oscura de la máscara. Las torretas estaban desactivadas y que él recordará nunca las desactibaba, se preguntaba quién era ese no deseado visitante. El recién llegado saludó al chico que tenía enfrente suya.
-Hola, Luzu- intentaba sonar misterioso y que no se notará quien era en verdad. Lo cual se dió cuenta que no fue el caso ya que el contrario solo sonrió y para sorpresa del enmascarado, de su espalda sacó un cuchillo y se abalanzó rápidamente a su cuello, pero no sabía si para rebanárselo o simplemente una advertencia poniéndoselo en el cuello pero sin lastimarlo, decidió no tomar riesgos y alcanzado apenas a reaccionar detuvo la mano del chico, la cuál empezaba a temblar por la fuerza que ejercía con el propósito de que el filo siguiera lo más cerca posible de la garganta de el de vestimenta negra.
-¡Hey! ¡No vine a hacerte daño!- trató de replicar, tratando todavía de ocultar su identidad.
-¿Por qué habría de creerte, Rabis?- se mofó, alargando la letra "a" del apodo del chico detrás de la máscara -Eres malo actuando, se notaba que eras tú-
Aunque la voz era tranquila, la posición del cuchillo no se relajaba. Sabía que meterse con Luzu en ese momento podría significar algo grave, así que descartó por completo la idea de atacarle. Ya que Luzu era superior a el en ámbito del combate. Solo tenía una opción y aún así creía que no iba a ser muy útil, o al menos sería difícil que el muchacho de sudadera negra le creyera, pero no tenía de otra más que intentarlo.
-Venga Luzu, yo solo quería ver si quieres salir a dar un paseo- dijo con una voz algo estrangulada, ya que seguía manteniendo la mano del cuchillo alejada, ya no necesitaba tanta fuerza, pero seguía aplicando una gran cantidad de esta. De pronto la fuerza disminuyó y el cuchillo bajó lentamente, pero seguía siendo sujetado con fuerza. El de ojos castaños sólo miró fríamente a Rubius. Decidió insistir una vez más. El muchacho aceptó a regañadientes, no sin antes de que el de ojos esmeraldas prometiera que si algo pasaba con Luzu este podría hacerle todo el daño que quisiera, ya que obviamente Luzu no volvería a caer es ese tipo de trampas...¿verdad?
Ambos caminaban por las afueras del Karmaland, era una noche temprana, la luna apenas comenzaba a salir, y la noche apenas florecía, mientras la luz de las estrellas empezaban a bañar los cultivos con tenues tonos plateados. Los dos muchachos vestidos de negro daban una vuelta entre los árboles. Aunque el ambiente era tenso, Rubius intentaba que fuera menos, mientras Luzu en parte seguía molesto. ¿Así funcionaban todos? Cuando ven que estan en riesgo después de todo el daño que le hicieron a la persona...¿hacen todo lo posible para que está dejara todo atrás a través de toda esa falsa charla?
Sus instintos más primitivos le indicaban acercarse al cuello de su contrario y lastimarlo, casi deseaba matarlo...Y exactamente eso quería Rubius, quería llevar a Luzu a una locura casi incontrolable, y desatar la bestia interior...solo necesitaba encontar a alguien distraído en el bosque para no terminar él siendo la víctima.
Al fin la encontraron, una adolescente de lo que parecería 16 años estaba de rodillas con una pala a su lado, con la cuál parecía haber cavado un pequeño agujero para plantar lo que parecía una delicada flor blanca, tenía en el rostro una sonrisa despreocupada, mientras tarareaba para ella misma; sonriendo detrás de su máscara, el albino se acercó a su acompañante, quién al ver cómo se dirigía enfrente suya apretó el arma que todavía traía en su mano. Rubius solo habló tranquilo, o al menos eso intentaba.
-Sí tanto quieres desahogarte, ahí, detrás de mí hay alguien con quién puedes soltar esos instintos- suspiró y continuó, con una voz suave para persuadirlo y lograr su cometido -Sí quieres que de verdad te tomen en serio tendrás que hacerlo, nadie cree que seas capaz de hacer daño a alguien-
Al ver que Luzu iba a protestar, probablemente por el incidente de hace algún tiempo el chico volvió a hablar para dejárselo claro.
-Ni siquiera con lo que nos hiciste a Vegetta y a mí te toman en serio, esta es la única forma-
Esto hizo que el castaño decidiera tomar la acción. Recordemos que parte de lo que llevó a Luzu a esto fue que nadie le tomó en serio cuando se derrumbó por dentro, por lo tanto si eso haría que tomaran en serio a quien era ahora, lo haría...todos llevan un peso de Karma en su ser, no olvidemos dónde estamos.
Se encaminaba hacía la muchacha, pero Rubius lo detuvo un momento, le susurró algo al oído, al principio se notó un pequeño brillo de horror en los ojos de Luzu, pero más le decía el enmascarado, el color escarlata se empezaba a apoderar de los ojos castaños, para luego que el brillo se transformara en uno de maldad.
Guardó su arma en un bolsillo de su ropa y se dirigió con paso decidido hacía la chica, quien seguía sin notar la presencia de los chicos, y no fue hasta que Luzu tomó la pala de su lado y la empujara al suelo cuando se dió cuenta, cuando vió los ojos de su atacante se quedó congelada por el miedo. Sólo podía ver cómo Luzu alzaba la pala por encima de su cabeza para luego dejarla caer sobre ella.
Luzu golpeaba el cuerpo de la jóven una y otra vez, mientras su ropa y su pala se llenan cada vez más de rojo, y mientras más lo hacía más le costaba contenerse, la jóven gritaba pidiendo piedad a su verdugo, más nadie la escuchaba, ni los habitantes del pueblo, ni el chico que la atacaba sin parar.
Mientras golpeaba fuertemente a la jóven con la pala se asombró de que esa arma es más satisfactoria que alguna arma con filo, ya que cuando hizo la herida a Rubius no sintió nada, ni remordimiento ni placer. Pero esta vez era distinta, ver cómo era la pala como arma le causaba una gran emoción, lo que hacía que no se pudiera contener.
Una vez que la flor blanca se transformó a un color rojo oscuro con todavía rastros de su antiguo color, y la chica estubo derrumbada en el suelo, con su cuerpo maltratado y destrozado por los golpes, el castaño recuperó el control de si mismo, quedó algo asombrado y aterrado, nunca había lastimado a alguien así...Y el terror desapareció... y fue reemplazado por una felicidad demencial, mientras tomaba el arma en sus manos y se la echara sobre el hombro caminó hacia su casa soltando pequeñas risas, que no podía controlar, olvidando por completo a quien le había acompañado y provocado sus acciones, aunque este ya se había ido, cómo si solo hubiese sido una ilusión.
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Otro más y el más largo hasta el momento.
Aclaro, sí va a haber Luzuplay, pero yo prefiero que no sea en el momento, luego luego iniciando, ya que la situación, aunque ya van varios capítulos, apenas se va introduciendo.
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|∆~Your worst nightmare~∆| Luzuplay
Fiksi PenggemarIncluso después de lo que me arrebataron...¿creen que no soy capaz de ser cruel? Creyeron que todo es un juego... Pues adelante...juguemos Tú mismo quisiste jugar con el demonio No te vas a salvar de mí, será mejor que huyas... Dibujo de la portada...