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Los ojos de la persona desmayada recobraron el conocimiento.
Sintió el tacto frío de la tela humedecida en su frente.

Su mente era un torbellino de confusión, los recuerdos luchaban entre ellos. Los se sentimientos de la traición en contra de los sentimientos de amor que Luzu sentía hacia Auron.
Al final los recuerdos más recientes tomaron el control, sin embargo los antiguos recuerdos se quedaron aún en su mente, como semillas esperando el momento en que nacieran y salieran a la superficie con una fuerza incontrolable.

Las piezas de este enorme tablero que es el mundo se mueven poco a poco a los lugares necesarios para el gran show final. Al final todo esto era como un show de marionetas para disfrutar.

Sus ojos se encontraron con el rostro preocupado de su amado.
¿Qué era lo que sentía en su pecho en ese momento al verle ahí? Era un sentimiento terriblemente fuerte pero que no podía comprender. Al sentirse tan confundido y perdido alzó su mano hacia Auron que le miraba con alivio y preocupación en su rostro. Cuando esta estuvo cerca de él, la tomó en sus manos y se reclinó, conectando sus labios en un dulce y corto beso.
Ambos sonrieron una vez se separaron, mas el silencio todavía reinaba en el lugar. Luzu simplemente estaba sin habla por lo confundido que estaba y Auron porque no tenía ni idea de lo podía decir, o más bien de lo que tiene que decir en una situación así.
Al no saber que podía decir, Auron salió de la habitación y se dirigió a la cocina para traer el platillo que había preparado para que ambos comieran.

Cuando Auron salió de habitación, Luzu le miró con una sonrisa. La cuál no duró mucho, pues un dolor de cabeza lo atacó, no fue tan fuerte pero sí tenía la fuerza suficiente para que no se pudiera concentrar en su alrededor.
En su dolor una palabra deambulaba sin parar en su cabeza.
"Traidor"
"Traidor"
"Traidor"
Una y otra vez, hasta que una voz le alcanzó en su posible delirio.

-¡Luzu! ¿¡Te encuentras bien!?
Auron miraba al castaño, era cosa suya o...¿un pequeño escarlata había despertado en los ojos del otro muchacho?. Al parecer sus palabras tuvieron efecto pues Luzu pareció calmarse, bajando sus manos de la cabeza mientras le miraba, algo desorientado. Pero notó que estaba temblando, así que sin dudarlo dejó el platillo aun lado en la mesita de noche para ir a su lado y rodearlo con un abrazo.
Luzu jadeaba, era incapaz de regresar el abrazo, solo lo aceptó y cerró los ojos dejando que la calidez de Auron lo relajara. Estaba asustado...no comprendía que es lo que estaba pasa do en ese momento, tampoco es que tuviera forma de averiguarlo en ese momento...ni el valor para saber la verdad, algo le decía que conectaba con aquel pasado que todo el mundo le negaba conocimiento.





En otro lugar de aquel pueblo Vegetta y Rubius hablaban de algo.
-Estoy muy cansado ya...La Hermandad, Luzu, Auron...estoy muy cansado de todo lo que está pasando.
-Tranquilo, parece que ya todo está calmándose, no tienes por qué pensar en eso. Todas esas cosas están en el pasado ya- Vegetta dijo, intentando calmar al rubio.
-No. No lo entiendes. Esto es mi culpa...o al menos eso creo, yo fui el que incitó a Luzu a cometer un asesinato...fui yo el que hizo que se volviera más agresivo.

Vegetta le miró incrédulo y algo molesto por lo que acaba de escuchar.

-¿Cómo que "creo"? Lo hiciste o no lo hiciste, esas son las únicas respuestas.
-Puede que no haya sido yo..puede que haya sido un Dios Oscuro.
-¡No, Doblas! ¡No puedes ir culpando a los Dioses por tus acciones!- Vegetta dijo, alterado por la respuesta de Rubius
-Pero es que hablo en serio. Obviamente tú no lo sabes, pero los servidores de los Dioses Oscuros pueden llegar a ser controlados por estos.
-¿Qué?

Rubius suspiró y explicó el como funcionaba este aspecto de las reglas. Cuando te unes a la Hermandad Oscura, una organización con devotos sirvientes a los Dioses Oscuros, te vuelvo un representante de alguno de los 3 Dioses y aquel Dios si así desea puede controlar tus acciones, siempre y cuando estés en los ropajes de la Hermandad. (Aunque no era necesario, pero los Dioses lo suelen hacer así para que no se note que estas personas son parte de la Hermandad). Mencionó también que aunque ellos son sus representantes en realidad muy pocas veces conocían los planes de estos, así que lo único que pueden hacer para honrarlos es el traer caos en a dónde van cuando están bajo esas máscaras.

Una vez terminada la explicación Vegetta se levantó y miró seriamente a Rubius.
-Estoy vuelve a la Hermandad aún más peligrosa de lo que pensé que eran. Tenemos que hacer algo...pero no sé que
-¿Cuántas veces intentaste detenernos y lo lograste?- Rubius dijo mirando al de ojos amatista con la misma mirada sería en sus ojos -No podemos hacer nada. Podemos intentar todo lo que quieras, pero no somos más que simples mortales, incluso con nuestras habilidades. Y ahora soy más débil, ya que no soy parte de la Hermandad ya.
-¿Me dices que entonces solo podemos esperar y tener esperanza de que fallen?
-Me temo que sí. Por el momento es todo lo que podemos hacer.

|∆~Your worst nightmare~∆| LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora