|∆~Your worst nightmare~∆| Luzuplay

•35•

Su mente deteriorada, destruida al fin le dejó abrir sus ojos. Su respiración era agitada y sudaba.
Miró a su alrededor, encontrándose todavía en la habitación de Auron. Mientras miraba su alrededor notó que su brazo estaba conectado a algo. ¿Cuánto tiempo había pasado desde aquella noche? Su brazo parecía estar inyectado a algo que le transmitía los nutrientes que su cuerpo necesitaría en caso de no poder alimentarse.
Aunque esté fuera su condición mientras estaba inconsciente, agradecía esto ya que no tenía apetito...no después de ver aunque sea parcialmente lo que había hecho.
No pasó mucho tiempo cuando la puerta se abrió, Auron le miraba preocupado y aliviado a la vez por verle despierto. Corrió a su lado y lo envolvió en un abrazo, el cual el de ojos castaños trató de corresponder pero a medio camino se dió por vencido.
-¿Qué sucedió, mi niño? Cuéntame- dijo Auron calmadamente trash separarse del abrazo.
La única respuesta que recibió fue silencio y una mirada evasiva de su contrario.
-Te... traeré algo de comer.
Luzu negó con la cabeza, aún evitando la mirada de Auron. Claramente esto hizo que se preocupara más.
-¿Qué tal si te sientas en la puerta? Tal vez te ayude.
Al no notar una respuesta como la anterior, este asumió que estaría bien. Cargándolo llegaron a la puerta para luego sentarle y él regresar a la casa, pues creía que Luzu necesitaba tiempo a solas.

La ligera brisa hacía bailar el cabello de Luzu, quien todavía tenía una mirada entre perdida y triste.
¿Cómo enmendar lo que había hecho?
Su cabeza le había dicho que el momento estaba cerca...pero cómo lo haría era la pregunta que le daba vueltas en su mente en ese momento.
No supo cuánto tiempo estuvo así, cuánto escuchó un sonido que captó su atención...como si le estuvieran llamando. Parecía venir de los árboles más cercanos, sin embargo no veía a nadie.
Temblando por la falta de fuerza en sus piernas, pero con la motivación de la curiosidad avanzó hasta los misteriosos sonidos.
Entre el pasto ligeramente alto encontró una extraña caja, era negra...y dura, sin embargo parecía no estar asegurada con ningún tipo de cerradura que necesitara una llave o un código, en otras palabras, cualquiera podía adueñarse de su contenido.
Luzu deslizó su mano por la tapa de la caja, investigándola antes de abrirla, entrando en una especie de trance mientras lo hacía...como si su instinto le dijera que había algo reconfortante dentro, por lo tanto no podía separarse de esta. Cuando volvió en si abrió la caja lentamente, cuando esta se abrió lentamente y al reconocer que era lo que estaba dentro de la casa su cara palideció, sudor bajó por la espalda y sus manos comenzaron a temblar.
Sus sentimientos eran mezclados hacia aquellos objetos que descansaban en el fondo de la caja. Tan familiares...
Tan fríos...
Tan delicados...

Tan peligrosos....

Un deseo de poder utilizarlos comenzó a nacer muy profundo dentro de su ser...y en impulso tomó la caja del suelo y se levantó.
Cuando se dió la vuelta le pareció escuchar el susurro de las hojas de los árboles moviéndose de golpe.
Su corazón comenzó a palpitar...no podía descifrar la razón...¿euphoria?¿temor? Las sensaciones que estaba sufriendo se le hacían tan familiares...incluso si no recordaba con claridad de cuando.
Sostuvo la caja contra su pecho con más fuerza buscando un escondite, el cual encontró en un arbusto no muy lejano de la casa de Auron. Una vez estuvo debidamente escondido regresó dónde le había dejado su novio. Mientras se calmaba, con la brisa en su rostro la puerta detrás suya se abrió y aquel pelinegro le ayudó a entrar y a recostarse en la cama una vez más, le trajo comida y estuvo al pendiente de él todo el tiempo posible.
Pero Luzu ya estaba mejor...
Estaba decidido a terminar todo el daño que había hecho...
Era consciente que lo que había visto en su limbo mental era cierto.

El precio iba a ser muy caro.

Pero esa la menor de sus preocupaciones.

Willy jadeaba tras hecharse una carrera a la casa de Fargan. Sabía que se acercaba algo grande...algo importante....
Y lleno de caos.
Fargan abrió prácticamente de inmediato tras los golpes del albino.
-¿Willy?¿Qué es lo que sucede?
-Aquí no Fargan. Adentro- fue lo que dijo Willy aún con un poco de su aliento perdido.
Ambos se sentaron en el salón para poner en la mesa lo que era importante que el de ojos jade mencionara.
-¿Y bien?¿A qué se debe tanto ajetreo tuyo?
Willy miró a Fargan con una mirada sería. Cosa que hizo que Fargan se pusiera aún más alerta e interesado en lo que iba a decir la otra persona a continuación.
-Acabo de regresar de una misión de los Dioses. Me dicen que hoy en la noche será el gran espectáculo. Tenemos que asegurarnos que todo el mundo lo presencie. Tu mantente atento, yo por lo mientras avisaré a Mangel para que todo sea aún más rápido.
Fargon alzó su ceja con sorpresa, sin embargo, asintió. Era su responsabilidad asistir a los Dioses y servir a aquel caos, no podía negarse.