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Lolito leía unos papeles en su escritorio de madera café, se encontraba tranquilo, bueno en comparación a como había estado los últimos días se puede decir que por fin está más calmado. Aún había varios asuntos por resolver pero ya eran asuntos menores. Construcciones para el pueblo, asuntos con las tiendas y cosas así.
Se sentía como una pluma, contento. En su tranquilidad la voz de su secretaria resonó en su oficina.
- El Sr. Mangel viene a verle, alcalde. - dijo la voz a través del teléfono.
- Déjalo pasar - respondió Lolito.
En unos segundos la puerta se abrió y por ella entró Mangel, llevaba consigo dos bolsas de almuerzo.
Lolito le sonrió.
-Hola, mi niña- saludó
Su sonrisa fue devuelta mientras se acercaba hacia Mangel y le da un rápido beso y lo toma de la cintura y lo conduce hacia su escritorio donde ambos se sientan, comenzando a comer la comida que había traído el de lentes.
-Al fin un poco de tranquilidad, ¿eh?- dijo Mangel.
El de cabellos naranja suspiró.
-Sí, finalmente ese lunático está bajo control. Por lo que sé se encuentra en el hospital. Ese estúpido fue la razón de la desaparición de Auron, lo secuestró- respondió
Mangel fingió sorpresa, él claramente ya estaba informado pero nunca supo que hacer con esa información sin parecer muy... sospechoso, y bueno parecía que Lolito no se había percatado de su tal vez no tan convincente actuación.
-¿Y todo lo demás?¿Cómo va?- preguntó, continuando la conversación.
El pelinaranja hizo un ademán para no darle importancia al asunto.
-Nada fuera de lo común, está bajo control-
-¿Y tú Mangel? A veces veo preocupación en tus ojos últimamente, ¿todo bien?- dijo Lolito posando su mano en el hombro del de lentes quien solo apartó su mano y desvío la mirada, guardando silencio por varios segundos.
-Todo bajo control-
El de larga cabellera suspiró.
-Vale, sí tú lo dices- dijo
Faltaron unos cuántos minutos para que terminaran ambos de comer, en cuanto fue así Lolo se levantó para salir, más se paró a lado de Mangel que seguía sentado y volvió a colocar su mano sobre el hombro de Mangel.
-Voy a ir a ver a Auron, ¿me acompañas?- le preguntó dulcemente acompañado igualmente de una sonrisa igual de dulce.
-No puedo. Tengo que ir a ver a Willy. La próxima vez te acompaño, ¿vale?- le respondió con una sonrisa igual de dulce.
Lolo soltó una pequeña risa.
-Entonces te veo luego, cariño-
Salió de la habitación y se encaminó hacia el hospital del pueblo, aquel edificio blanco con detalles de madera. Abrió la puerta de vidrio y se adentró en la recepción.
-Buenos días, alcalde. ¿Viene a visitar a alguien?- preguntó la encargada de la recepción.
-Sí, vengo a ver a Auron- le respondió Lolito a la recepcionista, quien asintió con la cabeza.
-Dr acuerdo, anotese aquí y le indico en dónde está-
Una vez que estuvo el nombre escrito en la lista el de cabello naranja se dirigió al ala este en la habitación 201, como le fue indicado por la recepcionista.
Cuendo llegó a la puerta se detuvo un momento ya con su mano en la perilla, ya que no conocía los detalles de la condición del internado. Respiró profundamente y giró la perilla.
Auron se encontraba sentado en la camilla, su vista parecía no ver lo que hacía jugueteaba con algo que Lolito no alcanzaba a distinguir. Auron lucía también grandes ojeras y varios cortes, su aspecto preocupo al pelinaranja quien se quedó contemplándolo desde la puerta, aunque el de piel naranja ni se inmutaba o simplemente no se había percatado de la presencia de Lolito en le habitación.
-A-a-auron- dijo con voz temblorosa Lolito.
Auron solo levantó su mirada lentamente y bajaba sus manos, las cuales dejaron de hacer lo que estaban haciendo, y una pequeña  y muy temblorosa sonrisa se dibujó en el rostro de Auron.
-Hola...Lolo- dijo con una voz igual de temblorosa que su sonrisa Auron.
Lolito le sonrió y se acercó a su lado en un pequeño sofá que se encontraba en la habitación para las visitas.
-¿Cómo te encuentras, Auron?- preguntó una vez que se sentó.
El de ojos negros bajó la mirada y sus manos comenzaron a temblar.
-Yo....yo...no lo sé- tartamudeó
-Hey tranquilo, todo está bajo control, ese lunático ya no te hará daño- trató de tranquilizarlo Lolo.
Unas lágrimas silenciosas recorrieron sus mejillas.
-Sí... luná..tico- repitió casi en un susurro que solo pudo oír él.

Un par de ojos grises opacos miraron por la ventana, mirando los ojos negros al otro lado del cristal, aunque fue por solo un segundo pues los ojos grises rompieron aquella mirada cruzada con un terrible sentimiento en su pecho mientras caminada a la par de las posadas de su vigilante mientras daba un paseo.
En la habitación un escalofrío recorrió al de ojos negros y también miro lejos de la ventana donde sus ojos de nuevos se volvieron vacíos.

|∆~Your worst nightmare~∆| LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora