Por ti

Capítulo 4

La semana paso como siempre. Universidad, entrenamientos, paseos con mis amigas y luego casa.

Me encontraba en la oficina de mi padre después de que me llamara por una emergencia.

Claro que me apresure a llegar ahí pero quise ahorcarlo por la "Emergencia"

-Enserio? - Cuando entre en la oficina mi padre estaba completamente bien, pero con un ramo de flores secas.

-Sabes quien envió esto? - Levanto el ramo y lo agitó con furia.

-Mi madre? -Temía que fuera un si.

-Si, exacto! Tu madre envió un maldito ramo de flores secas - Grito al aire y lanzó el ramo al basurero.

-Por qué actúas tan dramáticamente?.

Me acerque a la silla frente a su escritorio y me senté.

-Cuando tu madre manda un ramo de flores secas significa dos cosas - Levanto su mano y levanto un dedo - Uno significa que vendrá a visitarte o dos - Levanta un segundo dedo - La floristería lo mando tarde y estoy siendo un loco.

Reí internamente, pero ambas cosas eran ciertas.

-Papá, acaso no tenía una nota?.

Mi padre pareció reaccionar, tomó un pequeño sobre de su escritorio y me lo dio.

-Tomalo tú, parece tener algo y puede ser una bomba pequeña - Lo observe incrédula.

-Uy si papá, habrá una bomba dentro de esto y moriremos - Dijo en forma sarcástica.

Abrí el sobre y saqué lo que había andetro, un anillo.

El anillo matrimonial que mi madre usaba antes de separarse de mi padre.

-Creo que esto es tuyo o puedes venderlo - Le di el anillo y el con una mirada sombría lo tomó.

-Creo que lo guardaré, no me gustaría botarlo - Guardo el anillo en un gabinete.

Saque la nota y la leí en voz alta.

-Hola Christian, te mando tus flores favoritas, pero para cuando lleguen pueden ser que ya estén marchitas, te devuelvo el anillo que mantuve a mi lado durante estos años, espero que tú y Nancy estén bien, espero ver a Nancy algún día, adiós. - Deje la nota en el escritorio, mi padre la tomó y la arrugó luego la tiro al bote de basura.

-Después de tantos años ha mandando este anillo - Dice mi padre en completa seriedad - Después de lo que nos hizo.

Tome la mano de mi padre y la apreté - Papá - Llame a su atención - Nosotros seguimos adelante juntos, no la necesitamos a ella, miranos ahora, juntos logramos esto - Mi padre se limpia la nariz con un pañuelo y me da una sonrísa forzada.

-Tienes razón querida, perdón por preocuparte tanto.

Negué con la cabeza y me levanto de la silla.

-Tengo que irme papá, te veo esta noche en la cena? - Le pregunto a mi padre con una gran esperanza a que diga que si.

-No puedo esta noche cariño, tengo una cena con mi equipo de trabajo.

-Okey papá, hasta mañana y cuando llegues a casa por favor duerme no me quiero dar cuenta que estuviste la madrugada trabajando.

Me preocupaba su salud, no ha comido bien, no ha dormido bien, se ha puesto más pálido que antes y está más delgado.

-Tranquila cariño, llegare a casa a dormir y no trabajar.

-Eso fue una promesa, adiós papá.