Capítulo 35

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A la mañana siguiente. Llevamos a papá a la playa, ahí disfruto del sol y del mar, tenía una gran sonrisa en su rostro mientras jugaba con él agua.

-Oye Nancy, mira esto - Me señala mi padre.

Miró a esa dirección y me encuentro con un pequeño pez dorado pasar.

-Qué bonito - Dije, mi padre sonríe con entusiasmo.

Al mirarlo puedo ver sus reacciones infantiles sonríe al ver el cielo azul y saca una risita cuando le lanzó agua.

Lo voy a extrañar tanto cuando se marche.

-Hija, hoy quiero ir a la ciudad, dicen que bailan Zamba en las noches.

-Te llevaré con mucho gusto papá.

-Vayamos todos, quiero compartir con todos - Me pide mi padre le digo que si, lo dejo unos segundos solo y cuando vuelvo está sentado en la orilla del mar disfrutando del impacto que tienen las olas - Cuando nací, tu abuela me dijo que al morir en un lugar tan pacifico, podemos verlo antes de irnos, osea que nuestra alma pasea por el lugar mirando a las personas que estuvieron a nuestro lado, y si muero en este lugar, te veré una vez más antes de irme - Me siento en la orilla junto a él, pasa su brazo por mi hombro y me abrazo a mi padre.

-Te amo papá.

-También te amo hija, lamento tanto las veces que falte a todo lo que era importante para ti, pero al menos no falte a tu partió final, ganaron esa noche.

-Si, lo hicimos el trofeo lo tengo yo creo - Mi padre sonríe y cierra los ojos.

-Qué bello es aquí, tan pacifico, se pueden oír las olas muy bien sin que hayan niños gritando.

-Oliver dame esa mierda ahora! - Se escucho a mi hermano gritar.

Mi padre parece retractarse de sus palabras.

-Me equivoque - Los dos reímos, se escuchan golpes de platos y ollas desde la casa.

-Papá cuando mamá te dio la noticia de sus embarazos, cual fue tu reacción?.

-Bueno casi me caí de espaldas con Alex fue una sorpresa enorme, no teníamos planeado tener hijos, pero fue lo mejor que nos pasó, contigo esa vez si me desmaye, cuando supe que serías niña me puse a llorar, porque sabía que tendría a una niña hermosa a mi lado.

-Ay papá - Intento no llorar, él me seca una lagrima y me abraza.

Me susurra la canción que él me cantaba de niña, me daba la sensación de reconforta y de también amor paternal.

-Regresemos a la casa, hay que almorzar - Lo ayudo a levantarse de la arena y entramos a la casa.

Oliver está corriendo con una toalla alrededor de su cintura mientras lleva un plato en su mano hacia arriba.

-Oliver! - Grito su nombre, él se detiene pero se resbala y cae hacia adelante en el sofá - Mi amor!.

Corro hacia él para ayudarlo pero no aguante la risa al verlo en esa posición tan divertida, sus piernas hacia arriba con el plato de comida en el rostro la toalla hacia abajo mostrando su ropa interior celeste.

Mi hermano y padre toman fotos de lo que pasó y se ríen mientras salen de la casa.

Lo ayudo a levantarse y le quito las frutas de la cara.

-Por qué? - Dije entre risas.

-Tu hermano se comía todo, tenía que dejarles a ustedes - Se queja él, deja el plato en el suelo y se quita de tirones la fruta.

Por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora