Capítulo III: Everything is gonna to be fine

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Capítulo III

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Capítulo III

⸺ Eso salió muy bien, Emperador⸺ dijo una voz femenina a su espalda. Steve se giró en dirección a la voz y sonrió al ver a la mujer que estaba de pie, en medio de su habitación.

No le extrañaba que ella hubiera tomado la atribución de entrar, así como así a su cuarto. No era la primera vez que estaba ahí, después de todo... pero sí la primera vez que estaba tan vestida. Aunque debía reconocer que se veía bien con ese uniforme, tan apegado al cuerpo que parecía una segunda piel. Steve acababa de salir del baño luego de su conferencia de prensa y las gotas de agua aún se deslizaban por su cabello y torso. Sharon lo observó con descaro mientras él se quitaba la toalla para comenzar a vestirse. Desde que habían traído a esa zorra de Romanoff que él no le ponía un dedo encima y eso estaba comenzando a molestarla.

⸺ ¿Te lo parece a ti? Esto es sólo el primer paso, Sharon. Pronto, todo el mundo estará de rodillas frente a mí⸺ ella alzó una ceja, suspicaz y se sentó en su cama mientras él se abotonaba la camisa.

⸺ De rodillas frente a HYDRA, querrás decir, ¿verdad? ⸺ él le sonrió, enigmático y asintió.

⸺ Frente a HYDRA, claro que sí. Entiendes lo que quiero decir...⸺ respondió, peinándose con los dedos frente al espejo de cuerpo completo que se encontraba junto a la cama.

Le gustaba su cuarto. Era amplio, muy amplio, con un ventanal que ocupaba tres de las cuatro paredes, llenando todo de luz. Le gustaba su cama enorme, las cortinas de muselina blanca, la alfombra suave en sus pies. Había vivido toda su vida en cuartos pequeños, desde su pobre infancia, hasta los barracones del ejército a un departamento que odiaba, para luego vivir en las instalaciones de los Vengadores y posteriormente, escondiéndose en las sombras por meses mientras se las daba de rebelde. Esta era la primera vez que estaba en un espacio completamente suyo y completamente de su gusto. Se sentía bien. Todo estaba saliendo muy bien.

⸺ Ahora que todo está yendo bien, supongo que podremos retomar nuestra conversación, ¿no? ⸺ él alzó una ceja y la miró, confundido.

⸺ ¿De qué conversación hablas, Sharon? ⸺ preguntó, frunciendo el ceño al ver la expresión anhelante de ella.

⸺ De nosotros, mi amor. Dijiste que una vez que tomaras el poder, necesitarías a alguien a tu lado...⸺ Steve asintió suavemente y se acercó a ella, tomando delicadamente su barbilla entre sus dedos para hacer que lo mirase a los ojos.

Sharon siempre se sentía perdida frente a esa mirada escarlata, tan ajena a los profundos pozos azules que antes ostentaba. A todos los atemorizaba esta nueva coloración, pero, para ella, aquellos ojos rojos eran mejores que los anteriores. Estos se sentían suyos, ella había ayudado a crearlos... El hombre de los ojos azules nunca la había mirado como nada más que una compañera, quizás una amiga. Y así no es como ella quería ser vista. Ella quería mucho, muchísimo más. Steve se acercó más a su rostro, respiró sobre sus labios y lentamente, se acercó a su oído derecho.

Long live the kingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora