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Capítulo VII
⸺ ¡Doctora Zola! ⸺ exclamó Steve, entrando al laboratorio de la científica con Natasha entre sus brazos. La herida del rostro no dejaba de sangrar y la mujer había perdido la consciencia hacia ya un rato.
La pequeña doctora le salió al encuentro con paso cansino y vacilante y contempló con pasmosa tranquilidad a la espía desmayada en los brazos del Emperador.
⸺ Déjela aquí, herr Rogers⸺ le pidió, indicándole una camilla. Rengueando, fue a por su bandeja con material quirúrgico y se calzó un par de guantes esterilizados⸺ ¿Qué fue lo que le pasó? ⸺ preguntó, mientras revisaba los bordes irregulares de la herida.
⸺ Sharon la golpeó⸺ explicó escuetamente y la mujer se giró hacia él, contemplando sus manos y ropa llenas de sangre, al igual que la ropa de la mujer sobre la camilla.
⸺ Supongo que ya no contamos con la encantadora presencia de la agente Carter, ¿verdad? ⸺ concluyó, sin un ápice de sentimientos o sorpresa en su apreciación.
⸺ No, ya no⸺ corroboró el hombre y ella se encogió ligeramente de hombros. La mujer ya había cumplido con su propósito en la organización, era un sinsentido conservarla, de todos modos⸺ ¿Sería usted tan amable de acercarme aquella botella de suero? ⸺ pidió amablemente y Steve asintió, extendiéndosela.
⸺ ¿Quedará cicatriz? ⸺ le preguntó, observando como la mujer limpiaba la herida del rostro de Natasha con el suero que le había pedido.
⸺ Probablemente. Si los bordes de la herida hubiesen sido más regulares, podría hacer algo, pero con una herida así... me temo que sí, que quedará una cicatriz. Pero, una vez que sane, siempre puedo hacer algo por ella. Borrarla con láser o aplicarle alguna crema...⸺ ofreció solícita y él negó con un gesto.
⸺ Déjela así. Una cicatriz no la hará menos bella... ella es como usted, Euphemia. Ningún defecto físico puede mermar lo que son⸺ le dijo, provocando una media sonrisa en el rostro impasible de la mujer.
⸺ Puede lavarse en el cuarto de baño, herr Rogers. Sé cuanto le molesta estar sucio y esto llevará un tiempo...⸺ ofreció la doctora mientras desinfectaba la herida.
⸺ Muchas gracias, Euphemia, pero iré a darme un baño. Vendré por ella en un rato⸺ advirtió y salió del laboratorio con rapidez. Tenía prisa por lavar la molesta sangre de Sharon de su piel.
Euphemia trabajó concienzudamente en Natasha. Limpió, y suturó la herida con una pulcritud puntillosa muy propia de ella. Comenzó a cortar sus ropas sucias para darle un baño de esponja antes de que apareciera Steve, pero él se le adelantó. Apareció de vuelta en su laboratorio y la vio ya curada, con un parche de tela cubriendo su herida desde su ceja hasta la mitad de su mejilla. Suspiró frustrado y le dedicó una suave caricia en la mejilla lastimada. Contempló su cuerpo maltratado a través de sus ropas rotas y suspiró pesado. Euphemia se apresuró en llevarle una manta para que la cubriera. Steve la arropó cuidadosamente antes de cogerla entre sus brazos para llevársela a su cuarto.
