Capítulo X
Natasha tardó quince horas en recuperar la consciencia. Cuando despertó, sentía la boca seca, como si hubiera comido algodón y la cabeza muy pesada. Su último recuerdo consciente era la imagen de Sharon desangrándose sobre ella y, sin querer, apretó los párpados, conteniendo la arcada que le subió por la garganta. No es que ella no hubiera conocido la violencia anteriormente, había pasado toda su vida rodeada por ella. Pero, por alguna razón, ver a Steve siendo el responsable de aquel baño de sangre se le hacía tan bizarro, tan ajeno, tan antinatural que le provocaba malestar. El gesto le provocó un doloroso tirón en la herida recién suturada y entonces recordó el golpe que le habían asestado. Seguro quedaría una cicatriz horrible en su rostro... Sharon no había podido matarla, pero, había matado su belleza para siempre.
De todos modos, no era como que le importara demasiado. Natasha no era una mujer superficial. Vanidosa, sí, como cada mujer que se sabía bella, pero, para ella, su belleza había sido un arma más que un atributo. En este nuevo mundo, sin embargo, ya no había espacio para ella como una espía seductora. Ya no necesitaría de su belleza para hacer su trabajo, era su fuerza la que necesitaban ahora. Había pasado de ser una espía a ser un soldado. Permaneció muy quieta, pensando en su siguiente paso. Sentía bajo ella y a su alrededor la suavidad de unas sábanas de seda, frescas y limpias contra su piel. Se sabía vestida, pero, no sabía quién o cómo la habían vestido. No quería llamar la atención sobre ella, porque no sabía quién estaba ahí en el cuarto; sin embargo, su duda se resolvió rápidamente.
⸺ Sé que estás despierta, Natasha...⸺ dijo la voz firme de Steve y Natasha abrió su ojo sano, ya sin fingir. Intentó sentarse en la enorme cama en la que se encontraba, pero, el dolor no se lo permitió. Steve se acercó prestamente para ayudarla, sin embargo, ella lo rechazó con un manotazo.
⸺ No me toques⸺ le espetó entre dientes, sintiendo que cada movimiento que hacía al hablar resentía su herida. Le ardía como un demonio y su repentina debilidad la ponía de mal humor. Él la miró con el ceño fruncido y volvió a acercarse, sosteniéndola por la cintura de todos modos y ayudándola a sentarse contra las almohadas pese a su reticencia.
⸺ No estás en condiciones de resistirte, Natasha. Mucho menos de darme órdenes⸺ le respondió tranquilamente y ella apretó la mandíbula, sabiendo que decía la verdad.
Steve la acomodó con cuidado casi maternal contra las almohadas y luego volvió a sentarse frente a la cama, extendiéndole un vaso de agua con una píldora. Natasha volvió el rostro, negándose a recibir nada de él y escuchó el audible suspiro del hombre junto a ella.
⸺ Deja de ser tan terca, Natasha, necesitas esto. Sé que te duele la herida...⸺ intentó razonar con ella, pero se encontró de golpe con la furia de su mirada verde.
⸺ ¿Y eso a ti porqué tendría que importarte? ¿Por qué no dejaste que Sharon me matara? No es como que te hubieras dejado ver antes...⸺ Steve agachó la mirada por un momento y luego enfrentó sus ojos con pasmosa tranquilidad.
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Long live the king
Fanfiction"A veces, la decisión más difícil es hacer lo correcto".