Capítulo XII
Euphemia observó a la mujer sentada en el jardín y siguió su camino, rengueando con calma. No entendía porqué Steve no la tenía encerrada, ni mucho menos porqué razón ella no se había ido o no hacía nada respecto a su encierro. Se supone que era una mujer fuerte, una espía reconocida... ¿no la llamaban la Sombra Eslava? ¿La Muerte Roja? Y ahí estaba, la sombra eslava, con la mirada fija en el césped, tranquila, apagada. Golpeó la puerta del despacho oval con sus nudillos y la clara voz de Steve la invitó a pasar de inmediato. La mujer entró al despacho y correspondió la breve sonrisa que le dedicó el rubio, tomando asiento cuando se lo ofrecieron. La verdad era que su laboratorio estaba demasiado lejos del despacho del Emperador y su cojera no ayudaba en nada.
Steve estaba de pie, mirando por la ventana. Euphemia sabía a quién.
⸺ ¿Cómo va su tratamiento, doctora? ⸺ preguntó, sin apartar sus ojos de la figura cabizbaja en el jardín.
⸺ Su herida ha cicatrizado muy bien, herr Rogers. El ojo no sufrió daños, su visión es perfecta...⸺ Steve asintió y se giró hacia ella, mirándola bajo sus espesas pestañas con atención.
⸺ ¿Y el otro tratamiento? ¿Va bien? ⸺ preguntó, yendo a sentarse tras su escritorio, tranquilo en apariencia, pero con el corazón acelerado. Una parte importante de su plan dependía de esa respuesta y por ello no podía estarse más tiempo tranquilo.
⸺ Sólo hay un modo de saberlo, herr Rogers, usted lo sabe bien...⸺ respondió y el hombre se permitió alzar la comisura de sus labios en una lenta sonrisa.
⸺ No se preocupe, eso se resolverá a su tiempo. Por ahora, sólo me interesa saber si hay posibilidades⸺ Euphemia asintió, entregándole los documentos que llevaba en las manos. El hombre los hojeó distraídamente, posando sus ojos especialmente sobre las cifras que exhibía el papel.
⸺ Tiene un 40% de posibilidades. Si seguimos con el tratamiento, éstas podrían aumentar, quizás hasta un 60%. Nada es seguro, pero, la verdad, es que me interesaría mucho seguir con esto... nunca se ha visto que se haya revertido un procedimiento como ese de forma exitosa. Si lo conseguimos, sería marcar un referente científico⸺ sus ojos grisáceos brillaban con entusiasmo y Steve sonrió, asintiendo.
⸺ Estoy seguro de que lo conseguirá, Euphemia. Para usted no hay nada imposible...⸺ la mujer carraspeó ligeramente y evitó referirse al cumplido. Eran pocas las veces en que él la llamaba por su nombre de pila, pero, cuando lo hacía, un estremecimiento placentero le recorría la espalda. Sin embargo, no se hacía ilusiones. Ella era una mujer práctica, no vivía de fantasías infantiles.
⸺ Me extraña que ella no se haya escapado... usted no le ha puesto seguridad. Ella deambula libremente por aquí...⸺ comentó, llamando la atención del hombre. Steve se reclinó en su enorme sillón de cuero capitoné y la miró con tranquilidad.
ESTÁS LEYENDO
Long live the king
Fanfiction"A veces, la decisión más difícil es hacer lo correcto".