*CAPITULO II*

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Ahí estaba ella, conviviendo con la familia de su prometido, compartiendo anécdotas del mismo y riendo por las cosas graciosas que sucedieron, pero Rebbeca no era tonta ella podía notar la incomodidad del chico aunque supiera disimular muy bien, lo estuvo observando un poco mas hasta que se escuchó el tono de un celular.

-Oh! Me disculpo, pero es importante- dice Namjoon con tono calmado y muy respetuoso.

-Descuida hijo, puedes retirarte- contesta su padre.

Se levanta y hace una reverencia para poder retirarse y a tender su llamada.

-Bueno querida tu habitación está en la parte de arriba, deja que una de las amas de llave te lleve, es un gusto tenerte aqui- le dice su futura suegra.

- El gusto es mio- se despide de la manera más amable y se dispone a seguir a la joven muchacha.

Su cuarto era precioso nada que no haya tenido antes, se dirigió a la ventana para poder apreciar el bonito jardín, se veía el viento soplando y observaba caer las hojas de los árboles, hermoso es lo que pensó, el otoño era una de sus estaciones favoritas, se dispuso a bajar para sentir el aire fresco pero algo la hizo parar al escuchar la voz de su vecino de cuarto.

-Si llegó hace unos momentos- dijo el joven de tés morena pero algo andaba mal su tono de voz era melancólica.

-Lo sé, demonios crees que a mí me encanta esto-molesto, angustiado es así como lo pudo persibir ella-estoy haciendo todo lo posible para no tener que casarme, lo único que quiero y espero de ti es tiempo para resolverlo.

No sabía si sentir lástima o alivio de saber que el tampoco quiere ese matrimonio, ella no era de las personas que espían conversaciones pero escucharlo de esa manera tan lastimera hacia que no pudiera moverse de ahí.

-Jinnie, bebé por favor no llores, no tolero escucharte asi- rota es como se escuchó su voz- te juro que se arreglarán las cosas y estaremos juntos como siempre tuvo que ser, pero te necesito fuerte mi amor, tú eres mi pilar, m-mi mundo ¿Entiendes?  .

Estaba muy sensible pues ella hubiera querido que Sebastián le dedicará palabras hermosas como él se las dedica a la persona con la que está hablando.

-Es difícil para todos corazón... de acuerdo...adiós te amo.

Terminando su llama se disponía a bajar con sus padres pero el miedo lo atacó, tanto fue que empezó a temblar y sudar frío, nunca se imagino tener a su prometida parada en su puerta, ¿Qué iba hacer? Si ella hablaba con sus padres de lo que acaba de escuchar lo mandarían lejos de Corea, lejos de Jin.

-¿Qué haces ahí?- preguntó con tono calmado o eso creía él.

-Yyy.... Yo lo siento, no fue mi intencion- se disculpo.

-Por...- no pudo terminar la oración pues sentía un nudo en la garganta y sus lágrimas estaban a punto de salir- por favor no le digas a mis padres.

-No tengo intención de hacer eso- contestó de la maneras más calmada que pudo.

Alivio fue lo que sintió al escuchar eso, se sentó en el suelo y pudo observar mejor a su prometida, se veía que estaba muy apenada por a ver escuchado algo que evidentemente no debió hacer.

-¿Quieres pasar?-le dijo palmeando el suelo a lado de él.

-Claro-respondio la chica- se que no es de mi incumbencia pero ¿con quién hablabas?

Mierda es lo que pensó el joven Kim, ¿Cómo decirle a tu prometida que tú corazón está ocupado por alguien más? , aunque pensándolo bien él no la amaba, estaba comprometido por obligación no porque quisiera.

-Era mi novio- dijo con mucha preocupación y miedo a la vez, pero no podía negar la existencia de Jin.

Sorprendida esa era la cara de Rebbeca, ¿osea que su prometido es gay?, vaya eso sí que no se lo espero, pero ¿quién es ella pa discriminar? ovio nadie.

-Vaya yo.... No se que decir- dijo de manera graciosa- felicidades supongo.

-Gracias, supongo- se quedaron viendo y no pudieron evitar reírse de si mismos, si que daban asco.

- Te juro que no le diré nada a nadie-comento con sinceridad pura- es más yo te ayudaré para que estén juntos.

-De verdad!!!- sus ojos reflejaban una muy grata sorpresa.

-Por su puesto que si, al fin y al cabo somos amigos ¿Verdad?- esto último lo dijo con un tono de miedo, no sabía la respuesta del chico.

-Claro que si, somos amigos y complices- lo único que hizo fue agarrarle la cabeza y despeinarla a lo que ella se quejó por ese acto.

-Bueno me voy a descansar- dijo la muchacha levantándose del suelo- adiós Namjoon.

- Adiós Rebbeca.

-Oh no por favor, dime Becky- contestó con una gran sonrisa.

- De acuerdo, descansa Becky- se despidió con una sonrisa sincera, llena de agradecimiento.

Solo pudo ver cómo salía de su habitación y por primera vez se sintió tranquilo, cuando se enteró que estaba  comprometido fue el comienzo de un estrés impactante, pero tiene la fe de que todo se va a componer gracias a la ayuda de  Becky, ninguno de los dos se quería casar pero si podrían llegar a ser amigos.

Cuando estuvo sola en su habitación se puso a meditar todo lo sucedido desde su llegada, ella sabía muy bien que no era una de las mejores personas, pero tampoco era una puta de mierda, ahora que sabía que Namjoon estaba en una relación solo quería ayudarlo, ¿Porqué? Por la simple razón de que el tiene a alguien que lo ame y ella no, por ese motivo no podía permitir que se casarán sabiendo que dañaría a una tercera persona.

*Amor prohibido*   Hoseok x Becky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora