Capítulo 15 Todo es posible en Nueva Orleans

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Allí, sin mas aviso que un escalofrío, me desmayé, mis respiraciones y latidos se ralentizaron, y mis ojos se cerraron.
Cuando Klaus fue a recogerme, el collar brillo mas que antes y enseguida se apagó, al igual que mi rostro.

Klaus: Caroline!

Todos pudieron oír como el frágil corazón de Klaus se partía en millones de pedacitos.
Las lágrimas de tristeza e impotencia rebosaban sus ojos.
Yo seguía "viva", bueno, mas o menos.
Puede que mi cuerpo no respondiera, pero mi "alma" estaba allí, contemplando la escena.
Quería ir hacia Klaus, pero una voz a mis espaldas me reclamó. No me resultaba conocida. Al girarme, no la reconocí.

Ester: Tranquila querida, volverás con Nicklaus.
Caroline: Quién eres tú?
Ester: Me extraña que no me reconozcas. Mirame bien, no ves ningún parecido.
Caroline: Ester...
Ester: La misma, imagino que mis hijos te han hablado de mi.
Caroline: Si, aun que no mucho la verdad.
Ester: Imagino que no muy bien, para sus cegados ojos, soy la malvada bruja que convirtió a sus hijos en monstruos, y que luego quiso enmendar su error, intentando matarlos.
Caroline: Andas cerca. Pero yo tengo otra idea sobre ti.
Ester: Iluminame.
Caroline: Tuviste una niña y un niño. Recurriste a tu hermana la bruja todo poderosa porque ya no podías concebir mas hijos. Ella te ofreció la solución a cambio de tu primer hijo, en este caso, hija. Nació Elijah. Años después tuviste una aventura con un hombre lobo, cuyo nombre desconozco. Fruto de ese amor nació Klaus, un niño muy especial y diferente. Luego vinieron Kol, Rebekah, y Hendrik, el cual murió por culpa de los lobos. Tras esa infortunada perdida, decidiste proteger a tu familia dándoles fuerza, velocidad, control mental... no sabias que necesitarían sangre para sobrevivir. La cosa se descontroló, y Klaus mato a inocentes. Despertando así su gen de lobo. Mickael averiguó que Klaus no era su hijo, y fue en busca de su verdadero padre. Que si no me equivoco, se llamaba Ansel. Cuando lo encontró, lo mató. Desconozco como. Creaste la maldición del híbrido. Y luego Klaus te mató en acto de despecho e ira. Mi idea sobre ti es sencilla, eres una mujer que sacrificó mucho por sus hijos, los quiso y cuido. Se veía obligada a hacer la vista gorda en los constantes maltratos de su marido a sus propios hijos con la excusa de que así los hacia mas fuertes. Cuando no quedaba chispa, decidió enamorarse de otro. Que quizás sea lo mejor que pudo hacer. -la cara de Ester cambio- En un acto de madre sobre protectora, convirtió a sus hijos en vampiros. Quizás ese fuera un error o quizás no. En otro acto, pero esta vez de cobardía, despojo a su hijo de su verdadero ser. Sin duda, tu mayor error a sido intentar arreglar aquello que se estaba arreglando solo. Cada uno de tus hijos tiene algo de ti: Elijah arregla todo lo roto para tener en orden su vida y alejar verdades ocultas tras una puerta; Klaus se agobia si no tiene el control de la situación, cuando ni siquiera controla sus sentimientos e impulsos, bueno, ahora lucha por cambiar; Kol necesitaba actos de riesgo para contra restar la tristeza que lo corroboraba por dentro; Rebekah busca la felicidad y el amor, pero ella misma es su propio freno o excusa. No llegué a conocer del todo a Finn pero por lo que me contaron, era fiel a sus creencias.
Ester: Entonces, según veo, no fui tan mala.
Caroline: Nadie es malo por naturaleza, la vida y las circunstancias te cambian. Pero según que caminos tomes seras de una forma o de otra. Yo no soy quien debe decirte si eres buena o mala. Lo único que esta en mi mano, es tan simple como tener fe y dar mi apoyo.
Ester: Ahora entiendo porque gustas tanto a mi hijo. Más bien, a mi familia.
Caroline: La gente piensa que yo soy quien salvo a Klaus de su oscuridad. Lo único que hice fue darle la oportunidad de poder ser quien es de verdad conmigo. Luego resultó que su verdadero ser, me enamoró. Y él también se vio capaz de amar.
Ester: Y aun sabiendo quien era él, decidiste arriesgarlo todo por amor.
Caroline: El nuestro no esta siendo el perfecto camino de rosas, cosa que agradezco. -Ester la mira extrañada- Ya tuve caminos de rosas con finales de espinas.
Ester: Cojas por donde cojas las rosas, siempre te clavaras una espina.
Caroline: De las espinas se aprende.
Ester: Pude que tú y yo nos parezcamos en algo al final.
Caroline: Todo es posible, miranos, somos seres sobre naturales en un limbo entre la vida y la muerte.
Ester: Creo que te debo un gracias por sacrificar tu vida por la de mis hijos.
Caroline: Cierto, me esperan un par de discursos y reprimendas. Apostaría lo que fuera a que cuando despierte, Klaus no tardará ni veinte segundos en regañarme. Se pasa un poco de sobreprotector.
Ester: Porque te quiere mas que a su propia vida.
Caroline: Es recíproco.
Ester: Lo se.
Caroline: También sabrás que no dejaré que le pase nada a su hija.
Ester: Me preocupa mas Dalia.
Caroline: Si juntamos fuerzas, cuando ella quiera atacar, la venceremos.
Ester: Y si no accedo?
Caroline: Pues puedo ganar, perder, o morir.
Ester: Tengo otra cuestión.
Caroline: Pregunta.
Ester: Bien, porque aceptaste tu destino pudiendo ser feliz?
Caroline: Y haberme quedado en la inopia mientras esta familia se iba a la mierda? De ninguna manera. Tengo cuanto quiero y mas, nunca parare de luchar para mantenerlo.
Ester: Tu visita aquí no ha sido de improviso.
Caroline: Lo imaginaba.
Ester: No eres una bruja, y nadie te ha enseñado a serlo.
Caroline: Sin ofender, pero no quiero ser una bruja.
Ester: -rie- Lo se querida, pero necesitas saber un par de cosas. Tienes tiempo?
Caroline: Creo que puedo quedarme un ratito mas.

Los diarios de Caroline IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora