Un día después ahí estaba él, parado frente a la puerta de aquel gran cuarto.
JaeBeom lo había mandado a llamar desde temprano diciendo que tenía algo que pedirle y que en cuanto estuviera libre por favor subiera.
Así que, ahí estaba él. Con la mano al aire no muy seguro de querer tocar y encontrarse con esos ojos cafés que brillaban felices.
No estaba listo para que su corazón saltará de felicidad nada más de verlo.Y aun así, tocó dos veces. Esperó tranquilo y nada; volvió a tocar. Nada.
Así que abrió la puerta, de nuevo estaba sólo como la vez pasada en que entregó las toallas.
Camino hasta la sala y vio como la puerta de la habitación estaba abierta, dejando ver la cama un poco desordenada.No le sorprendió porque sabía que el mayor dormía hasta tarde, quizás se estaba dando un baño.
Se giró queriendo salir de ahí antes de volver a ver a JaeBeom desnudo, pero justo cuando se daba la vuelta, chocó con el mayor, quien lo sujeto de la cintura para que no cayera al suelo y se golpeará.
-Hola, soy yo de nuevo... - dijo rápido YoungJae.
-Hola.
Las mejillas del menor se coloraron al sentir la espalda desnuda y mojada de JaeBeom. Sus dedos, inconscientemente se movieron hasta su brazo, delineando aquellos con cuidado y perdiéndose en los ojos del mayor.
Era hipnóticos si los mirabas de cerca. Incluso, podrías ver que su párpado izquierdo posee dos lunares como en las fotos que había de él en Internet.
Sonrió.El mayor no lo había soltado en ningún momento, ni cuando ya estaban, ambos, más derechos y más cerca.
YoungJae no podía dejar de imaginar tantas cosas que podía hacer JaeBeom con esos brazos. Una de ellas: cargarlo.Llevarlo a donde quisiera mientras fuera sobre esos brazos.
Siguiendo la línea de su imaginación, descendió sus dedos por los brazo del mayor, bajando la mirada al pecho desnudo y luego pasando sus manos por el abdomen marcado.
Era fuerte, ¡Dios era tan fuerte!, que no podía imaginar cuando se contraía.
-¿Te gusta verme desnudo?, porque conozco una forma en la que puedes ver todo lo que quieras, e incluso sentirlo.
Ante aquello, YoungJae se alejó abruptamente del mayor, llevando sus malos pensamientos lejos para no sonrojarse de nuevo.
No podía estar de esa forma cada que JaeBeom estaba sin toalla, ¿que era él?, ¿un chico hormonal?, ya tenía 20 años no podía estar teniendo esos pensamientos tan impropios con su mayor.-Lo lamento, de nuevo estoy entrando cuando ustedes está desnudo, creo que es su culpa después de todo.
-Lo más probable es que sí. - sonrió aunque el menor no pudiera verlo. - dame un minuto y ya vengo. Siéntate por favor.
El mayor se alejó y YoungJae soltó todo el aire de sus pulmones en el instante. Estar tan cerca de JaeBeom lo alteraba, eso estaba claro, pero lo que no estaba claro era porque se sentía como un chiquillo de 15 años.
No estaba en secundaria como para seguir alborotándose de esa manera.Era un adulto que conocía las formas de calmarse y sin embargo no lo hacía. Prefería que sus deseos contenidos esos 20 años salieran a flote cada que tenía oportunidad.
Sí, sí, quizás era normal porque JaeBeom era en extremo guapo y quizás, solo quizás nada confirmado desde luego, YoungJae quería que JaeBeom fuera quien le quitara ese deseo de niño tonto.
¡¿Es que acaso sus pensamientos no podían ser otros cada que lo tenía cerca?! ¡Vamos tienes 20 años!
-Lamentó hacerte esperar. - lo escucho y de nuevo sintió todo surgir. - sé que te preguntas que haces tú aquí a esta ahora, ¿verdad?
-En realidad si, ¿qué necesita de mi joven Lim?
-Quiero pedirte algo especial, YoungJae. - El silencio que le siguió lo estaba matando. - desde que llegué quiero pedírtelo, pero no sabía cómo sin verme tan mal y al confirmar que ambos estamos igual, creo que no será algo tan malo.
-¿Qué cosa?, ¿puede ser más específico, por favor?
YoungJae no supo en qué momento JaeBeom lo aprisionó contra el sofá mientras lo miraba de una manera que no comprendía.
Sus narices se rozaban al igual que sus frentes y su respiración se había detenido.-Quiero verte desnudo, YoungJae...