4 meses después...
Cinco de Marzo.
YoungJae bajo del auto cerrando la puerta de una sola, colgando su mochila en el brazo mientras ponía los seguros y avanzando por el estacionamiento hasta el edificio de Administración, donde muy probablemente lo esperaría YuGyeom para su primer clase del día.
Llevaba los audífonos puesto con música de Bruno Mars aun volumen que casi podría dejarlo sordo. Movía sus dedos al compás de 24k, imaginado que él estaba ahí, cantando y bailando de igual forma. Atravesó el patio trasero con la melodia en la boca y el ritmo en todo el cuerpo. Ya habían pasado dos meses desde que había regresado a la Universidad a sus clases habituales. No había tenido contacto con su padre en un mes y comenzaba a cuestionarse la razón.
Vivía en su apartamento un poco lejos de la Universidad y el ruido, tenía a su pequeña mascota Coco para hacerle compañía y a sus miles y miles y libros exparcidos por todas las paredes del lugar. Al volver del Gravity, después de las fiestas de año nuevo, reordeno su apartamento. Quito cosas y puso otras. Algunas más las tiro. Cambió de color de habitación y la sala. Cambió casi todo.
YoungJae había decidido mejorar para bien, no dejar que las decisiones del pasado le afectará ahora que ya no hablaba con él. Que parecía, jamás lo volvería a ver. En realidad no sabía cómo sentirse. Por un lado estaba feliz porque esa persona ya no se había metido en su vida, pero por otro le molestaba porque lo quería. Demasiado a decir verdad.
Más no hizo nada para encontrarlo, el mayor lo dijo irse como si nada. Como si no hubiese pasado siete años buscándolo por todo Corea. Como si no sintiera absolutamente nada por él. Miró al frente, encontrándose con el gran cartel en la entrada de la Universidad.
"Aniversario 54to"
¡Genial! Se le había olvidado que tenía el estúpido evento ese. En el cual, como parte de unos de sus actividades extras, cantaría el solo. Genial.
Regresó casi corriendo al auto y sacó el uniforme de la cajuela a toda prisa para luego correr al baño y cambiarse de inmediato. Si algún profesor encargado del evento lo veía con ropa casual, lo regañaria. Al parecer los donadores más importantes y gente famosa estarían ahí. Y él se pregunta por qué.
¿Qué tenía de importante que la Universidad de Administración estuviera cumpliendo 54to años? ¿Por qué tenía que venir todo esa gente? YoungJae seguía creyendo que era tonto. Salió del baño con su uniformar azul oscuro, el pequeño gorrito negro sujeto en su cabello con orquillas y los zapatos tan limpios como siempre. Guardo su ropa en la mochila para después retomar su camino al edificio. Perdido, de nuevo, en la perfecta voz de Bruno Mars, no se dio cuenta de por donde iba hasta que chocó con algo. O más bien alguien.
-¡Oh! Lo lamento yo...
YoungJae cerró la boca cuando sus ojos se encontraron con los JaeBeom en ese preciso instante. El mayor llevaba un traje negro señido al cuerpo perfectamente, el cabello ondulado sobre su frente haciéndolo ver guapísimo. Sus labios levemente rositas y sus bellisimos ojos delineados sutilmente de café. YoungJae parpadeo unas cuantas veces antes de aceptar que tenía a Lim frente a él mirándole muy fijamente.
-YoungJae...
El menor retrocedió cuando salió de su trance. Alejándose del leve toque que JaeBeom quiso hacerle. Bajó la mirada a sus zapatos y luego simplemente hizo una reverencia alejándose del chico guapo. No necesitaba eso. No otra vez. Avanzó por el camino que lo llevaba a su aula, ignorando el que quizás JaeBeom lo miraba alejarse. No importaba.
Entró y lo primero que vio fue a Mark y Jackson con Milo, la mascota del mayor. Ambos sonriendo y tomándole fotos por lo guapo y lindo que se veía el menor. Haciendo que se olvidara por unos minutos de que JaeBeom estaba en la Universidad. Se acercó a ellos sonriendo y dejando la mochila en el suelo, abrazo al perrito y luego saludo a los demás. Los mayores estaban ahí solo para verlo triunfar en el escenario y YoungJae no podía estar más feliz porque sus mayores tuviera la oportunidad de estar ahí.
