YoungJae sintió la fría superficie en su espalda, chocando con ella en el momento en que JaeBeom lo empujó con algo de fuerza para que no pudiera escapar.
Su cuerpo sensible y el alcohol en su cuerpo fueron unas de las tantas cosas que lo llevó a estar así en los baños de la alberca. No iba a ir a ningún lado de todos, pero al mayor le gustaba tenerlo así.
Quieto y mirándolo con la boca medio abierta. Sus ojitos brillosos y hambrientos. Mejillas rojas y respiración entrecortada.
Se veían tan hermoso de ese modo.
-JaeBeom, ¿Vas a besarme? - preguntó mirándolo
-Quizás, ¿vas a dejar de ignorarme?
-No lo sé, estoy borracho y mañana no recordaré nada.
Y aunque le dolía escucharlo, JaeBeom sabía que era verdad. YoungJae estaba lo suficientemente borracho como para despertar mañana sin ningún recuerdo de por medio. Aún así, se acercó a su boca robándole un beso.
Solo uno.
YoungJae función el ceño y quizo acercarse para volver a besarlo. Intentar que su beso subiera de nivel y que quizás, JaeBeom le volviera hacer el amor.
Que importaba si estaba en el baño de la alberca, él deseaba volver a estar con el meyor de manera íntima. Lo quería tanto que no encontró mejor forma de hacerlo, que tomando de más. Era su único medio para ser valiente frente al chico de 27 años que le gustaba desde la primaria.
Y que todo era su culpa, ¿quién demonios lo mando a ser tan malditamente perfecto?, lejos del dinero, YoungJae se refería a su persona. El mayor eran tan generoso y amable. Tierno y considerado. Quizás su error más grande fue no intentar solucionar el mal entendido entre ellos.
Quién sabe, a lo mejor era el estúpido alcohol en sus venas.
-A mi no me quieres besar, pero ¿a la castaña si? - preguntó haciendo un puchero.
-¿Cuál castaña?, YoungJae creo que si tomaste demasiado.
La risita cantarina del mayor lo hizo delirar. Se escuchaba tan melodiosa y hermosa. Que por poco lo hace olvidar su reclamo.
-Ella siempre está contigo cuando voy a tu habitación. - dijo aún con el puchero. - se que no tengo experiencia en la cama, pero ¿en verdad es mejor que yo?, no entiendo porque estás con ella si se supone que eres gay.
-No se de que estas hablando...
Entonces en su cabeza algo conecto correctamente. YoungJae hablaba de su querida y estresante hermana menor. Esa que había ido a verlo casi todos los días, solo para asegurarse de que seguía vivo.
Aquellas castaña que le había ayudado a buscar el regalo de YoungJae y del que estaban seguro, su rayito de sol no había abierto todavía.
-Ya se de quien hablas. - sonrió. - y debo decir que el incesto no se me da. Y creo que a mi hermana tampoco. Aunque una vez se beso con MinHo... - se tocó la barbilla pensativo. - no sé. Éramos niños cuando pasó.
-¡¿Tu hermana?!, ¡¿ellas es tu hermana?!, ¡pase las últimas semanas creyendo que era tu estúpida novia!, te ignoré y rechacé porque creí que estabas jugando conmigo. ¡Ah, yo de verdad te odio ahora mismo!
Pará el mayor no paso desapercibido el sonrojo en las mejillas de YoungJae. Se veía tan lindo enojado y frunciendo las cejas. Haciendo pucheros muy tiernos mientras jugaba nervioso con sus dedos.
A esas alturas de su cercanía, JaeBeom podía distinguir cuando YoungJae estaba apuntó de llorar.
-Ella solo es mi estúpida hermana. Siempre está dando lata queriendo cuidarme. Por eso ha venido tantas veces. Quiere estar segura de que no moriré de aburrimiento.
-Eres un tonto...
-Claro que sí, porque tengo 27 años y un niño de 20 me tiene prisionero de sus encantos. Yo debería tenerte tonto a ti.
-Me tienes, hyung. Me tienes tan tonto que volvería estar contigo en la cama.
YoungJae lo miro a los ojos, sintiendo el deseo recorrerlo el cuerpo en el mismo instante en que JaeBeom lo beso con fuerza. Demandando aquello que le fue negado por mucho tiempo.
Aún tenía un secreto oculto que revelar, pero justo en ese momento no importa porque YoungJae se removió entre sus brazo, pegando su cuerpo al ajeno con urgencia mientras respondía encantado a la demandó de su boca.
Sin duda le haría el amor de nuevo, lo dejaría tocar el cielo otra vez, solo esperaba no despertar con alguien furiosos a su lado.
