-Tengo algo que decirte, YoungJae.
El menor dejó de caminar para mirar al mayor que cada vez se ponía más tensó. No sabía que decirle ni mucho menos lo sospechaba. Habían estado juntos escaso un mes y no tenía ni la más mínima idea de nada.
Quizás había pasado algo entre ellos que YoungJae dejó pasar o ¿era su cumpleaños? No, porque claramente decía en Internet que JaeBeom cumplía años en Enero, entonces ¿ya había llegado el día en que cumplían su mes juntos? ¿JaeBeom celebraba alguna extraña celebración bíblica? La verdad era que YoungJae se ponía más nervioso conforme pasaban los segundos, segundos que se volvieron minutos. Minutos que hacían tensó el momento. Algo no andaba bien y resultaba difícil adivinar que era debido a la poca cercanía.
No porque YoungJae no lo quisiera sino porque las cosas habían sido de manera distinta entre ellos. Un poco más intensas de lo normal.
-Yo... - el mayor sacudió su cabello ante lo frustrante que resultaba tener que decir la verdad. Mirar a YoungJae mientras le decía que gracias a él jamás duraban sus pretendientes, que gracias a él nunca tuvo una relación, que gracias a él, la Universidad de Administración le dio el lugar. - yo necesito ser sincero contigo. - bien, las palabras no eran las correctas en ese momento, debido a la situación y el estado en que se encontraban. YoungJae fácilmente podía creer que lo estaba terminando. - yo te conozco desde hace mucho tiempo.
Okay, eso no era malo ante los oídos de YoungJae, ¿que tenía de malo que JaeBeom lo conociera desde hace tiempo? ¿Qué tenía de malo que JaeBeom no se lo dijera? Nada de malo en realidad. YoungJae sonrió de igual forma provocando que el mayor negará repetidas veces ante el lindo gesto.
-No, YoungJae, no sonrías. Lo que te voy a decir no es para que lo hagas. - dijo atrayendo las manos del menor entre las suyas. - y aceptaré que te moleste conmigo cuando escuchés. - YoungJae asintió sin comprender.
¿Qué era eso tan malo como para que JaeBeom le dijera que podía enojarse con él después de hablar? La duda lo carcomia de una manera inexplicable. Quería saberlo ya. Entender que era aquello que atormentaba a su lindo hombre de trajes ajustados.
-Yo te conocí en un museo hace siete años. Te vi por primera vez observado una pintura de JinYoung, entre cerrando tus ojitos cuando descubriste el nombre. Te ayudé a mirar mejor el árbol de cerezo sobre la placa, te conseguí el autógrafos de tu artista. Yo era aquel muchacho que viste todo cubierto y que deseaban con tu corazón conocer...
Bien, no había nada de malo con eso, YoungJae aún quería darle las gracias por haberle ayudado con esas cosas. Aún quería darle un abrazo por ser tan lindo con él. Pero seguían sin entender que era eso malo que JaeBeom temía a pronunciar. No encontraba nada fuera de lo normal. Okay, si, era raro que después de siete años JaeBeom apareciera como si nada siendo un huésped del Gravity y quizás era un poquito más inquietante que lo prefiriera a él por encima de cualquiera.
YoungJae seguía mirándolo con una sonrisa en sus labios y JaeBeom deseaba que YoungJae entendiera lo que tus palabras significaban justo en ese momento.
-YoungJae, yo soy el causante de muchas cosas que te han pasado... - el menor elevó una ceja confundido. - yo hice que trabajarás en el Gravity desde la secundaria. De alguna manera intervine en la decisión de tus padres. Yo interrumpí en tus relaciones personales en más de dos ocasiones. Yo fui el que hizo que Jaehyun se fuera a Japón después de confesar sus sentimientos por ti... - YoungJae dejó de sonreír cuando todo aquello salió de la boca del chico guapo. - cuando entraste a la Universidad de Administración junto a YuGyeom, mi padre hizo todo el proceso para que los dos quedarán. Yo se lo pedí, ¿nunca te preguntaste porque los profesores no tenían problemas con tus faltas? Es porque yo justificaba cada una de ellas...
