-¿Por qué no?, si desde que llegó eres tú quien lo atiende, YoungJae.
Renego YuGyeom luego de más de media hora de estar discutiendo con su mejor amigo. El joven Lim le había pedido que quien llevará su ropa fuera YoungJae porque tenía algo que preguntarle y ahora, el necio de su mejor amigo se negaba.
-Porque no quiero. Además, dejó de ser mi huésped favorito. Ahora lo es la señora Park.
YuGyeom elevó una ceja.
-¿La señora Park?, ¿la misma que quiere que a fuerzas salgas con su hijo JiMin?, ¡¿Estas tonto?!
-Ya te dije que no voy a ir... Y no es no, YuGyeom.
Cinco minutos después ya se encontraba tocando la puerta de aquella sweet mientras una falsa sonrisa aparecía en sus labios y la bolsa con la ropa entre sus dedos.
No quería estar ahí, pero YuGyeom era muy desgraciado y lo había amenazado con subir la foto de su pasaporte a Twitter.
-Joven Lim, ¿se encuentra en la habitación?
Preguntó blanqueando los ojos con fastidio y luego, la puerta frente a él se abrió revelando al mismo chico de todos los días. Una sonrisa invadió sus labios cuando YoungJae apareció ante sus ojos. Su corazón latino eufórico y las ganas por besarlo atacandolo.
-Traigo su ropa... - dijo extendiendo la bolsa transparente. - tomé.
-Gracias, pero podrías ponerla en la habitación, iré enseguida.
-No, es que yo tengo cosas...
Su oración se quedó a medias cuando JaeBeom dio media vuelta y desapareció en el baño, a YoungJae no le quedó más remedio que entrar y cerrar la puerta para luego caminar hasta la habitación y dejar la bolsa en la cama.
Se giro dispuesto a irse, pero en ese momento JaeBeom apareció haciendo que ambos chocarán y que YoungJae se agarra de sus brazo para no caer al suelo. El mayor lo sujeto de la cintura mientras que en su otra mano cuidaba una pequeña caja azul marino.
-Lo s-siento, joven Lim... - YoungJae se alejó del suave toque en su cuerpo lo más que pudo. - me iré ya. Aún tengo trabajo. Con permiso.
-No, espera. Tengo algo para ti.
No quería mirarlo, aun sentía que su corazón se aceleraba cada que lo veía por donde sea que estuviera. Tenía el recuerdo de su noche juntos y para nada quería volver a sentirse de ese modo. Las palabras del dia siguiente no habian sido las mas adecuadas, habían lastimado su precioso corazon.
-Debo irme, joven Lim.
-Espera por favor, en serio que es para ti. Lo compre pensando en ti.
YoungJae suspiró antes de girarse y mirarlo. JaeBeom lo miraba con grandes ojos negros brillosos.
Tomo la caja de mala gana, guardandola en el bolsillo de su abrigo. Quería salir corriendo de esa habitación. No quería más dolor. Le bastaba con lo que tenía que ver casi toda la semana.-Le pido que por favor, no me de regalos. Soy un simple empleado del Gravity y ustedes, aunque no lo quiera ver asi, es un huésped.
-YoungJae, sabes bien que eso no es verdad. Me gustas mucho. Creí que había quedado claro esa noche.
JaeBeom quiso acercarse a YoungJae, quería tocarlo otra vez. Besarlo una vez mas. Tenía esa necesidad por estar con él. Su corazon le gritaba en incontables veces que lo tuviera cerca. Aunque YoungJae no lo quisiera. Más el menor solo seguía alejándose, bajandole la mirada y yéndose lejos de su presencia.
Como en ese instante en que quiso tocarlo.
-Lo que paso ese día fue el peor error de mi vida, ni siquiera se porque lo hice. - dijo sintiendo su garganta arder. - pero tenga por seguro que jamás volvera a suceder. Le pido por favor que lo olvidé.
-¿Qué estas diciendo? ¿cómo puedes pedirme eso?, no es algo que vaya a olvidarse como si fuese cualquier cosa, YoungJae.
-Debo irme, disculpe.
Y de nuevo estaba saliendo por aquella puerta, dejando que JaeBeom lo mirara irse como todas las veces en que lo ignoraba. Dejo que JaeBeom lo mirara irse porque ya no podía con eso. Era demasiado para él, toda esa situación lo iba a meter en problemas y sinceramente no lo quería así. Ya no.
Por conforme pasaban los días, YuGyeom hacía mas preguntas, Mark estaba por llegar junto a Jackson y Bambam y sabía que ni de chiste podría ocultar sus sentimientos por el mayor.
Al cerrar la puerta de aquella habitación, sintió la primer lágrima abandonar sus ojos. Dolía mucho más de lo que esperaba. La sensación en su pecho le quitaba el aire y lo obligaba a soltar jadeos doloridos.
Le gustaba JaeBeom más de lo que alguna vez le gusto cualquiera, pero no podía seguir así. El mayor era más de lo que podia manejar.
-Es mejor asi...