-¡Tú vas a decirme ahora mismo por qué hiciste eso con YoungJae sin pedirnos permiso antes! ¡¿Cómo se te ocurrió siquiera pensar en robar la florecilla de nuestro bebé en esa cama?!
Bien, todos estaban sorprendidos al ver a Jackson tan alterado mirando a JaeBeom. Nadie pensó que cuando salieron de la habitación, el chino fuese a reclamar de verdad. Inclusive YoungJae estaba sorprendido al verlo pelear de esa forma.
Mientras JaeBeom se mantenía a una distancia prudente de su amigo para que este no lo golpeará. Mark simplemente sonreía ante la discusión, YuGyeom y Bambam detenían a Jackson y YoungJae se sentía como una chica a al cual habían descubierto teniendo sexo con su novio. Estaba tan tímido y sonrojado que le costaba mirar algo más que sus zapatos.
-Jackson, no es nada del otro mundo. Me gusta y yo a él. Tarde o temprano iba a pasar.
-¡Ósea si! ¡Pero no sin pedir permiso! YoungJae es tonto y a veces idiota, no sabe las consecuencias de hacer eso.
-Jackson...
-No, Mark. JaeBeom tiene que entender que YoungJae no va a volver hacer eso nunca más.
Y sí, bueno, YoungJae ya quería que la tierra se lo tragara para no tener que escuchar mas cosas. Le bastaba con el regaño que Mark le dio el primer día que llegaron.
-Lo han hecho ya tres veces, Jackson, deja de hacer el ridículo.
Jackson se quedó quieto al escuchar aquello, ¡¿tres veces?! ¡¿Con el mismo estúpido?! Entonces si quería pegarle en la cara a JaeBeom por robar de esa forma la inocencia de su Wawa. Apodo que Jackso usaba para molestar a Choi, pero que de igual forma le quedaba.
-¡Voy a matarte, Lim JaeBeom!
-Ya, en serio que no hay nada de que preocuparse. Me gusta YoungJae. Más bien, estoy enamorado de él. No pienso hacerle daño.
-¡¿Y por eso tuviste sexo con él ya tres veces?! ¡¿Por lo menos hablaste con el señor Choi antes?!
Bien, tenía un punto muy grande ahora. Porque ninguno de los dos había decidido hablar con él señor padre de YoungJae. Debido a que uno tenía miedo a su reacción y aquel el otro hacía todo lo que se le decía sin queja alguna. Además, es que era obvió que tenían algo. Todos podían notarlo.
Y YoungJae estaba seguro de que su padre sabía a la perfección de que hablaba con JaeBeom en más ocasiones de las necesarias.
-Jackson, mi amor, vamos a caminar. - dijo Mark llamando su atención y la de todos. - quiero contarte algo importante.
-No creas que te vas a salvar de esto, Lim. En algún momento te vas a quedar solo y te las verás conmigo.
Jackson y Mark salieron de la habitación, después de ellos lo hicieron Bambam con YuGyeom para dejar a solas aquellos dos enamorados.
YoungJae aún no podía creer que Jackson hiciera eso en verdad. Aquel chino normalmente no suele enojarse o buscar peleas. Siempre es tranquilo. Quizás estaba pasando por cambios hormonales. Aunque a la edad que tenía lo dudaba.
-Tranquilo. - sonrió el mayor abrazándolo por la espalda. - ya se le pasará.
-No lo sé, hyung. Jackson nunca antes había hecho eso, ni siquiera con YuGyeom cuando empezó a salir con Bambam.
-Es porque siempre está con ellos. A nosotros nos deja solo muy seguido.
Un pequeño beso fue dejado en la mejilla de YoungJae antes de sonreír muy feliz. Su corazón latía con fuerza contra su pecho y una leve sensación nerviosa le barrió el cuerpo. Ahora no podía creer que estaba en algo con aquel mayor que siempre le pareció perfecto. Que admiraba por su gran corazón y bondad. Nunca pensó que llegaría a conocerlo o siquiera a verlo de frente.
YoungJae creía que lo más cerca que podía llegar a estar de él era por medio de la televisión en su habitación. No más. Pero ahora, al tenerlo ahí, abrazándolo y dándole pequeños besos en los labios que lo hacía sonreír, entendía que la vida lo amaba demasiado. Que era, en efecto, un buen hijo, estudiante, amigo y pareja. Aunque bueno, eso último jamás lo supo porque todos sus pretendientes salían corriendo una semana después de hablarle.
Quizás Coco los asustaba.
-Eres tan hermoso, YoungJae. En serio estoy enamorado de ti.
-Yo también lo estoy de ti, hyung. Mucho.
Se besaron un poco más, abrazado en medio de aquella habitación, sintiéndose felices y amados. Uno sin culpa y el otro muriendo por dentro al tener aquel secreto. Era hora de hablar y decir la verdad sin importar que. Porque no quería perder a YoungJae nunca más. Porque debía ser sincero con sus acciones y porque el menor merecía respeto.
Igual no iba a hacerlo en ese momento, pero si más tarde. Cuando pudieran verse de nuevo. Cuando tuviera bien organizado en su cabeza todo lo que diría para no asustar a su pequeño ratito de sol.
-Amo besarte, ¿lo sabías? Me encanta como me besas. - dijo YoungJae mirándolo a los ojos.
-Yo amo estar así contigo. Quédate hoy conmigo ¿sí? Vamos a dormir otro rato.
-No puedo y lo sabes, tengo trabajo y tu hermana no tarda en llegar. Debes bañarte y ayudarla.
-No quiero, yo lo que quiero es besarte mucho más. Tocarte y así...
YoungJae sonrió con las mejillas rojita por las vergüenza, pero igual negó. No podía dejar a YuGyeom solo con todo el trabajo como la primera vez que pasó la noche con JaeBeom. Eso sería demasiado incluso para él.
-Cuándo terminé tu turno podemos ir a la piscina a platicar o al campo de fútbol a caminar, pero por ahora debo irme, hyung.
-Esta bien, pero dame otro beso y ya te vas ¿sí?
-Pero solo uno...
El mayor asintió antes de sujetar la nuca del menor con una de sus manos y comenzar un beso intenso que hizo a YoungJae jadear en respuesta. JaeBeom estaba haciendo de las suyas para que su pequeño no se fuera y se quedará con él a besarlo. Quizás YoungJae estaba considerándolo ahora que era besado de esa forma. Quizás y no resultaría tan malo quidarse...
-Ya se lo que estas haciendo... - susurro sobre los labios del mayor cuando se separaron. - no me voy a quedar, JaeBeom.
-¿Y el respeto dónde queda, sunshine?
-Tu dijiste cuando hablamos en la piscina que querías oír más tu nombre que el joven Lim que te digo todos días, no me vengas con cosas ahora.
-No pensé que fueras hacerlo...
YoungJae le dio un último besito y luego se quitó las manos del mayor de encima para poder salir del lugar. Tenía mucho trabajo como para seguir ahí. Junto al muchacho más perfecto de la tierra.
-A las 9 te espero en la entrada del club deportivo. Si llegas tarde, no vuelvo a besarte.
Y salió de la habitación dejando a un JaeBeom sonriente y muy animado.
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Prepárense...4