-Y se desmayo por tu culpa. Porque si tu no lo hubiese dicho que hicieran el amor en el baño, yo no los hubiese viste. Así que es tu culpa y ahora no puedes ir a verlo.
JaeBeom miró al muchacho con algo mucho más que enojo en la mirada. Porque no había obligado a YoungJae a estar con él. Porque Mark no lo conocía. Y porque simplemente era ridículo que alguien como él le dijera que hacer.
Jamás, en el tiempo que llevaba con YoungJae, lo había obligado hacer algo. Jamás. Siempre era cuidadoso y lo invitaba a estar con él. Jamás le puso una mano encima sin consentimiento.
Entonces, que viniera un niño de 23 años a decirle que todo era se culpa, no le parecía. Quizás en lo único que era culpable era en haber estado con YoungJae en el baño. Pero en el no quedó decírselo. Mark había cometido el error. No él.
-No me quieras culpar de lo que tú hiciste. - respondió bastante irritado. - no está en ti cuidar a YoungJae. Es un muchacho mayor. Tiene 20 y sabe lo que está bien y lo que no.
-¡Y sin embargo llegas a tú a perturbarlo! - contra atacó Mark. - solo piénsalo, tienes 27 años. Él es menor que tu por 7 años, ¿que cosa podrías buscar a parte de sexo?, ¡no soy idiota, JaeBeom!, podrás ser todo lo millonario que quieras, pero a mí no me conovences de nada.
Esa discusión iba a terminar mal. Porque JaeBeom se molestaba más cada vez que Mark lo acusaba. Cada vez que decía cosas como esas.
Él no quería a YoungJae para sexo, eso lo tenía muy claro.Haber conocido al niño de 13 años en aquel museo, fue lo mejor que le pudo pasar. A ver visto esos brillantes ojos castaños destellar como miles de estrellas era lo mejor.
Jamás se arrepentiria de buscarlo por cielo, mar y tierra.YoungJae valía el esfuerzo. La ganas y todo el dolor del mundo. El pequeño solecitos que iluminó su vida a penas con sus nítidas luces brillantes, lo había salvado de caer en el precipicio más profundo. Y no dejaría que un niñito tonto le dijera lo contrario. Él no se estaba aprovechando de YoungJae. Él quería a YoungJae. Y encontraría la forma de hacérselo ver a todo el mundo.
-No tengo porque seguir hablando contigo. - dijo yendo hacía la puerta de la habitación.
-Yo se tu secreto...
JaeBeom se detuvo no muy lejos de la perilla. Pasando saliva en el proceso y sintiendo que todo su cuerpo temblaba.
-Yo se que no llegaste al Gravity por casualidad. - Mark lo miraba. - yo se que lo estás buscando desde hace tiempo y es por eso mismo que no te quiero cerca de él.
El mayor se giro por fin. Notando cómo Mark dejaba caer lágrimas por sus ojos. Mientras sus manos se volvían puchos.
-No vas a quitarme lo único bonito que tengo solo porque crees ser mejor que yo. Yo llegue primero, ¡yo lo cuidé desde niño! Y no vas a venir a decirle que hacer.
Con cada paso que Mark daba, JaeBeom sentía algo más que dolor emanar por los poros por del menor. Entendía su miedo, pero no había razón para sentirlo. No le estaba robando a YoungJae.
Ni siquiera lo haría. Simplemente estaba junto a él.
-¡YoungJae es mío!, no me lo vas a quitar. Nunca.
-¡¿De qué estás hablando ahora?!, jamás he querido quitarte nada. Me gusta y listo. No es mi intención alejarlo de tu lado. Entiendo que lo quieras y estoy bien con ello. No me interesa en lo absoluto romper su relación.
-Veo una sola lágrima en esos ojos castaños y te mató. Nadie va a lastimar a mi hermano nunca más. Ni tú, ni nadie.
Bien, ¿qué era todo eso?, ¿acaso Mark estaba enamorado de YoungJae?, ¿cuál era la inquietante necesidad de amenazarlo?, no le haría daño al rayito de sol.
-Ten por seguro que eso pasa, yo mismo te doy la pistola.
Y quizás estaba siendo idiota al decir aquello, pero confiaba en si mismo. Sabía que nunca jamás lastimaria lo que llevaba buscando por años.
No era idiota.Quizás estaba idiota por el menor, pero eso era totalmente diferente y aparte de todo.
Cuidaría a YoungJae sin importar nada.
Mientras Mark rogaba porque YoungJae pudiera soportar la idea de tener cerca al principal culpable de sus desgracias.