Caos.

378 38 0
                                    

Zulema's POV:

Pasé toda la noche junto a Fátima. Por la mañana sería su traslado y no volvería a verla en no sé cuanto tiempo...

Fuimos al desayuno y al terminar salí y me quedé sentada en una mesa del módulo.
Vi pasar a Fátima con sus cosas y le sonreí. Unos segundos más tarde pasó Hierro. Miré al suelo y este se acercó a mí.
H- La van a trasladar a un centro de presas poco conflictivas. Zulema... me voy a encargar personalmente de que esté bien.
Yo- No evitaste que la violaran... y ahora te preocupas por ella. ¿Quién eres Hierro? ¿El hijo de puta que manda a una niña a los cerdos o el niñato que se arrepiente después y lo único que hace es llamar a otra persona para que le solucione el problema? Me queda claro, pero te digo una cosa prefiero al hijo de puta. Prefiero odiarte... que sentir lástima por ti. -tras decir eso me levanté de la mesa y me dispuse a subir a mi celda.
H- Yo en cambio siento lástima por ti.
Yo- ¿Ah sí? No me digas...
H- Sí, siento pena por ti. Si hubieses confesado antes dónde está Altagracia tú hija no estaría acá, pero eres tan orgullosa... -dijo yendo tras de mí- y ella está pagando por eso. Siente la culpa. -me detuve y lo miré.
Yo- La culpa no sirve de nada, es el sentimiento más inútil de todos, además, tú y yo ya estamos en el siguiente nivel.
H- ¿ah sí? ¿Y cuál es? ¡¿Cuál es?!
Yo- ahora somos enemigos, tú me jodes a mí y yo te jodo a ti. Dicen que como enemiga soy maravillosa. Tranquilo, lo vamos a pasar de locos. -le escupí y me dirigí a la celda cuando Saray me silbó- ahora no Saray...
S- es de tu hija -dijo dándome una cara- lo ha dejado encima de tu cama. -le sonreí y me fuí al patio, me senté encima de una mesa a leerla.
"Tenías razón, eres una madre de mierda. ¿Qué es entonces lo que me une a ti? ¿Un cordón umbilical que se olvidaron de cortar? Yo he intentado romperlo... con las manos, con los dientes... Durante toda mi vida. Y sé que tú también. Sé que has tratado de olvidarme, que aguantaste hasta el final antes de delatar a Altagracia, sé que te has traicionado.
Pero si algo tenemos en común, Zulema, es que ninguna de las dos ha logrado cortar ese cordón. Estamos unidas, por mucho que nos haga daño a las dos. Quería abrazarte antes de irme, pero no lo voy a hacer. ¿Sabes por qué? Porque sé que me rechazarías, aunque tú quieras abrazarme también, porque empiezo a parecerme a ti, supongo. Empiezo a ser una hija de puta... y eso le gusta, y al mismo tiempo me acojona. Por último quiero decirte que vi como os mirabais Helena y tú, sé que no necesitas ni quieres mi aprobación, pero quizá algún día podamos vernos las tres. He hablado con Saray sobre vosotras y ella también piensa que te quiere, a si que no la dejes ir. Antes de decir adiós, una pregunta. ¿Qué nombre me pusiste al nacer? Sé que Fátima me lo puso la abuela, pero ¿qué nombre me diste tú? Quiero recuperarlo."
Leí con una sonrisa la carta... me quedé mirando al helicóptero que acababa de despegar, cuando esta se me voló. Iba a levantarme a cogerla cuando noté como algo pesado caía en el suelo tras de mí.
Por unos segundos todo se silenció, no quería girarme. Sabía lo que iba a ver. Todas las presas se acercaron. Yo caminé entre ellas y al ver lo que me temía, de mí solo salió un grito desgarrador.
Yo- ¡Fuera! -me senté en el suelo junto al cadaver de Fátima. Mi cabeza daba vueltas, la agarré con mis manos y comencé a llorar incontrolablemente, por dolor, por rabia, por impotencia...
Esa misma mañana se llevaron el cuerpo, pero yo no le moví. Seguía sentada, con mi mano apoyada en la mancha de sangre que había quedado impregnada en el asfalto.

Helena's POV:

Me llamaron temprano anunciando que Macarena había despertado, y me ordenaron ir con Castillo a por ella, no me dió tiempo de despedirme de Fátima, pero pensaba ir en algún momento a verla.
Castillo y yo llegamos al hospital y entramos a la habitación de Macarena. La vimos sentada en la cama, esperándonos.
C- ¿Qué cojones haces aquí?
M- ¿Cómo?
C- Tenía la esperanza de abrir esa puerta y de que te hubieses fugado...
M- Pero... tienes que llevarme a Cruz del Norte ¿no?
C- Sí, y será que estoy viejo, pero no me apetece un huevo devolverte a ese lugar.
Yo- Las cosas están jodidas Macarena... jodidas de verdad...
M- ¿Rizos está bien?
C- Kabila está bien, pero en aislamiento. Y se va a quedar ahí una buena temporada.
M- ¿por qué?
C- Pues porque es una cárcel privada, un puto agujero sin aire... lo privatizan todo. Cárceles... colegios, hospitales...
Yo- Ponen de excusa que es para hacerlos más eficientes, pero solo los hace las crueles. Y Cruz del Norte es un puto negocio millonario.
C- Me jubilo...
M- ¿te jubilas? Ya por fin el gran Castillo se va a Cuba, a beber mojitos...
V- y a brindar por el comunismo... antes de que lleguen los Yankees y lo jodan todo...
M- Me voy contigo. Me voy contigo Castillo. Yo tengo ganas de vivir, pero vivir de verdad... no encerrada en una cárcel ni atada a una puta camilla de mierda. Yo tengo que escapar... o le muero...
C- escúchame...
M- ya se lo que me vas a decir... que me coma los años que le quedan...
C- que me escuches joder. Mañana es mi último día de servicio, es la última vez que puedo hacer algo por ti. -ambos me miraron.
Yo- ¿qué? No voy a decir nada, tenéis mi ayuda. -Macarena me sonrió y Castillo me dió una palmada en la espalda.
C- A las dos de la tarde iré a buscarte para llevarte a declarar cuando estemos en los juzgados me quitarás la pistola y te largarás con mi coche. Yo tardaré una media hora en informar, en la guantera de mi coche tienes documentación falsa y dinero, suficiente para empezar de cero lo más lejos que puedas. Mañana serás libre Maca. - Castillo terminó de hablar cuando recibí una llamada de teléfono.
P- Helena tienes que venir, Altagracia ha aparecido colgada en la celda de aislamiento y Fátima ha caído del helicóptero a mil metros.
Yo- ¿cómo?
P- Dicen que han sido suicidios... Pero yo no me lo creo...
Yo- Voy para allá. -colgué.
C- ¿qué ha pasado?
Yo- Hay que ir a Cruz, esos hijos de puta han matado a Fátima y a Altagracia. -No necesitaron más, cogimos a Macarena y pisé a fondo mientras lloraba y maldecía hasta Cruz del Norte.
Dejé a Macarena y a Castillo en la puerta y entré corriendo a la sala de funcionarios donde vi a Palacios. Este estaba sentado llorando.
Yo- Esto es una mierda, una grandísima puta mierda. -me fui de ahí buscando a Zulema. Me sentía una mierda.
Le dije que iba a cuidar a Fátima y no pude, me vino grande. Hice todo lo que pude y aún así este hijo de puta consiguió matarla.
Vi a Saray en el pasillo y no dudé en preguntarle.
Yo- ¿Dónde está Zahir?
S- en el patio, está sola, ve con ella que yo me encargo de que no vaya nadie. -salí rápidamente y la vi llorando sobre la gran mancha que había dejado el impacto de Fátima. Me puse de rodillas frente a ella sin decir nada, y esta levantó la cabeza.
Yo- No me va a alcanzar la vida para decirte cuanto lo siento. -sin decir nada me senté a su lado y comencé a llorar en silencio.
Por Alta, tampoco pude salvarla a ella, era la única amiga de verdad que había tenido... y la ahorcaron haciéndolo pasar por suicidio, pero yo la conocía y ella jamás se hubiera ahorcado.
Noté como Zulema levantó la cabeza y la miré.
Z- Has hecho todo lo que has podido. Ese hijo de puta no iba a parar...
Yo- Esto es una mierda... -ella pasó un brazo por encima de mí abrazándome. Tras unos minutos me soltó y continuó mirando al suelo. Yo dejé un beso en su mejilla y me levanté- si necesitas lo que sea... da igual el qué, llámame. Estaré por aquí. -tras decir eso vi como entraba Macarena, por lo que me levanté y me fuí, al salir vi a Saray. Le sonreí y me fuí con Palacios a la sala de funcionarios. Estábamos solos, cada uno en una esquina de un sofá, reventados por dentro.
Estuvimos así hasta que llegó la noche. No comimos, no nos movimos...
P- ¿qué tienes con Zulema? -dijo sacándome de mi trance.
Yo- ¿Cómo? -dije agotada mentalmente, se notaba en mi tono de voz.
P- Tranquila no diré nada, pero se nota por cómo la proteges...
Yo- La protejo como protejo a las demás...
P- No te auto engañes, no somos mejores amigos, pero puedes confiar en mí.
Yo- me cae bien, conozco su historia y simplemente me jode que siga habiendo esa desigualdad en el mundo...
P- Te entiendo...
Yo- ¿sabes algo de Fabio?
P- Sigue en Cruz del Sur... hemos quedado un par de veces para tomar una cerveza...
Yo- Espero que todo le vaya bien.
P- Y yo...
Yo- Esto es un puro asco joder... -dije abrazando mis rodillas y volviendo a llorar desconsolada- Alta era la única familia que tenía aquí, y la han matado... joder ni si quiera pude decirle adiós... ni si quiera pude verla... -mi voz se entrecortaba cada vez más haciéndome difícil hablar.
P- Helena yo no tenía la relación que tú con Alta, pero sé que esté donde esté, querría que fueras feliz, que siguieras adelante como la fiera que llevas dentro.
Yo- Puta mierda de vida... puta mierda de todo...
P- Helena, vete... vuelve al cuerpo de Castillo, a Cruz del Sur... a donde sea, pero no te quedes aquí... te vas a consumir y no quiero verte morir lentamente entre estas cuatro paredes...
Yo- No puedo... si me voy Sandoval va a joder más a las presas...
P- No les debes nada, lo único que debes es a ti misma, te debes ser feliz Helena...
Yo- Tienes razón... lo pensaré...
P- Claro que sí...
Yo- Gracias -él me abrazó y yo traté de recomponerme. No le fui a casa esa noche, dormí en el sofá cama de la sala de funcionarios y me duché en las duchas de los vestuarios.
Me puse el uniforme y me dispuse a entrar al módulo.
Todo estuvo tranquilo, había un ambiente pesado, pese a que había felicidad por la vuelta de Macarena, nadie se atrevía a expresarla. Zulema no había dormido en toda la noche, aún tenía el rímel corrido del día anterior. No desayunó, pegó un bocado a una manzana y la tiró a la basura, en el almuerzo tampoco comió demasiado, pero lo iba a decirle nada. Era lógico lo que le pasaba y para ser honestos yo tampoco había comido demasiado, tenía el estómago cerrado y un nudo en la garganta.

ARDER EN TU FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora