Vente.

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Altagracia salió corriendo hacia dónde provino la explosión.
Yo- ¡Mierda puta! -corrí rápidamente a la celda, en la que por suerte estaba Mercedes. Una concejala que estaba ayudando a las chinas con su fuga.
"Que todas las presas vayan al patio con carácter de urgencia"
Se escuchó por los altavoces.
Yo- Siéntate -dije poniéndola en el water- ahora te cuento -saque los explosivos que tenia y una barra de mantequilla- toma, vete abriendo la mantequilla, vamos a comer huevos estampaos... dos pa ti y dos pa mí. Y ahora los untamos para que no rasquen al bajar en la garganta. Haz lo mismo y traga. -le di los dos explosivos y la mantequilla mientras me metía la mano hasta el fondo para tragarme los míos.
S- Zulema... Zulema ¿qué haces? ¿Qué haces loca? Que se ha jodido todo ¡sácalo! -justo cuando Saray dijo eso me los tragué.
Yo- No se ha jodido nada. Tenemos explosivos para reventar toda la puta cárcel, traga.
M- No pienso comer explosivos...
S- Venga va trae... trae...
Yo- quita, la gitana no, que está preñá. Traga.
M- No joder...
Yo- A ver quien te ha ayudado a ti con las chinas... yo, ¿o no? Amigas hasta el final. ¡Hasta el final! Traga.
S- No te lo tragues...
Yo- o tragas por las buenas o tragas por las malas...
S- Escúchame paya escúchame, no te lo tragues... -se escuchó como alguien entraba a la celda de al lado.
M- ¡Joder! -me quitó los dos explosivos de la mano y se los tragó.
Yo- No le has metido mantequilla... muy bien ahora te unto bien de vinagre para que los perros nos huelan el explosivo. Traga, arriba. -levante su cabeza y terminó de tragarlos.
Nos sacaron unos militares con perros al patio y nos pusieron a todas formando.
Yo estaba en primera fila y Saray y la consejala en la última.
Altagracia estaba frente a nosotras.
A- Les voy a dar un consejo. La que haya estado traficando con explosivos... que lo diga ahora y lo tomaremos como atenuante. -ninguna habló- ¿ninguna? Es grave eh... lo voy a decir una última vez ¿quién mierdas fue? -todas seguíamos en silencio- de rodillas. -todas nos agachamos y soltaron a los perros.
Esto no olieron nada, por lo que tuvieron que devolvernos a las celdas.

A la mañana siguiente desayunamos y yo me fuí rápidamente al baño de la celda, trataba en vano de expulsar los explosivos que me había tragado.
Yo- ¡Ah Joder! -me levanté del retrete y me dirigí a la cama cuando la consejala entró y se abalanzó sobre mí.
M- ¡Puta! -Goya, que estaba por cerca, la cogió y la retuvo.
Yo- ¿pero qué haces? ¿Qué quieres que salte por los aires?
M- Me hiciste creer que Akame había secuestrado a mi hija... puta...
Yo- Maldita Saray... a ver tranquila. Eres una floja y tenías que aprender a manejarte aquí dentro, si no estarías muerta.
M- Tú sí que estás muerta. -entraron Frutos y Millán.
F- Zulema, ya está date la vuelta, se acabó date la vuelta.
Yo- ¡Ya va! -me pusieron contra la taquilla y me esposaron.
M- Te he jodido Zulema, me he chivado de todo. Te van a joder viva hija de puta. -me sacaron de la celda y me llevaron a la enfermería.
Me esposaron a la camilla y la doctora me hizo una ecografía para detectar los explosivos.
C- ¿Hay algo? -dijo Castillo.
Dc- Todavía no -dijo la doctora, cuyo nombre no me sabía.
C- Joder, gallinas bomba... he de confesarte que no dejas de sorprenderme Zulema. Te van a juzgar por terrorismo...
Yo- Diez... quince años... ¿crees que me asusta?
C- Los años no, ya nos conocemos. Lo que te asusta es que una pardilla como Mercedes te ha dado bien por el culo... Sabes, empiezas a parecerte a esos viejos boxeadores que creen que porque han ganado algún combate siguen siendo campeones...
Dc- Ahí están los explosivos.
Yo- Doctora, no le diga si es niño o niña, prefiero esperar a que nazca...
Dc- Voy a preparar un enema, para sacar las bolas.
C- Estupendo. -la doctora se fue a buscar el en Ema y me quedé con Castillo y Rojas.
Tras unos minutos la doctora se quedó conmigo y me hizo el enema, y una hora más tarde había expulsado los explosivos.
Volvieron Castillo y Rojas y hablaron unos segundos con la doctora y salieron de la sala, dejándome sola.
Minutos más tarde, entraron Helena y Altagracia.
H- ¿Pero tú eres gilipollas o te caiste de la cuna?
Yo- Sí, yo también me alegro de verte.
H- ¿Te das cuenta de que podías haber saltado tú por los aires? ¡Imbecil! -se la notaba estrenada y cabreada, pero sobre todo notaba preocupación en su tono. Estaba muy agitada.
Yo- ¿Y a ti que más te da?
H- ¡Pues le da! ¡Zulema me da! -se paseaba de un lado para otro bajo mi atenta mirada.
A- Te vamos a llevar a una prisión de alta seguridad... traficar con explosivos fue una cagada.
Yo- ¿Y tú Alta? ¿Qué es ese tatuaje en el brazo? Con tinta... a puntitos... no creo que sean las iniciales de tu novio... tampoco tienes hijos ¿verdad? Además tu manera de hablar, tu manera de moverte, tú manera de mirar... has estado de este lado, el lado que da más miedo. ¿Dónde cumpliste condena?
A- Reclusorio de Santa Martha en plena Ciudad de México.
Yo- Lo sabía... ¿tráfico... robo?
A- Homicidio.
Yo- Toma ya... Pues ahora que están todas las cartas sobre la mesa, tengo algo que ofreceros... escúchadme, las tres sabemos que Frutos va a matar a Altagracia. Quizá no hoy... ni mañana, quizá no sea aquí dentro. Quizá le peguen un tiro en la calle o en su casa y lo camuflen de robo... pero escucha Alta, te van a matar... te van a matar. Y cuando nada es seguro todo es posible.
A- ¿Qué quieres?
Yo- Que seamos socias. Tengo un plan que nos solucionaría la vida para siempre. Solo necesito una cosa, que no me trasladen... -unos segundos más tarde entró Frutos con un uniforme de peligrosa.
F- Vístete, el autobús de traslado está esperando.
H- Ahora vamos. -Frutos salió y nos volvimos a quedar solas- Joder Zulema... vístete... -me vestí y me sacaron, una a cada lado.
Yo- ¿Van a rechazar mi oferta?
A- ¿qué oferta? Lo único que nos has dicho es que quieres salvar el puto culo. !¿qué tienes que ofrecer?
Yo- En cinco días Akame va a robar un contenedor lleno de dinero negro de su hermano. Yo voy a adelantarme. Sed mis socias... veintiséis millones de euros en vuestras cuentas... con ese dinero... yo que sé, se podría convertir en un parque temático toda la puta Rivera maya...
A- Suponiendo que te creyera... no podemos hacer nada para impedir el traslado, esa orden viene de arriba.
H- Aunque... el reglamento dice que ninguna interna puede ser trasladada si no puede subir al autobus por su propio pie...
Yo- Tendría que reponerse en enfermería... es el protocolo... Viva México cabrones. -si un cabezazo a Altagracia y un codazo en el abdomen a Helena y salí corriendo hacia la verja que tenía en frente. Ellas no tardaron en reponerse y corree hasta a mí.
Yo- Dame en las rodillas, así no me puedo mover... ¡dale! -dije mientras me sostenían frente a la vaya.
A- Te voy a romper tu puta madre mira de mierda. -Helena me miró con lastima y me aporrearon las rodillas, los pies y el abdomen mientras yo me quejaba. Caí al suelo y llegaron demás funcionarios que me trasladaron rápidamente a enfermería.
Pasé ahí la noche, y al día siguiente me dejaron sola.
Estaba con la cabeza en otras cosas cuando Altagracia abrió la puerta dejando entrar a Saray.
A- Tienen diez minutos antes de que me meta en líos.
Yo- ¿por qué le traicionaste, Saray? ¿Por qué le has contado a la pardilla esa todo lo del supuesto secuestro...?
S- Hasta los escorpiones cuidan de sus crías... los niños son sagraos...
Yo- Ya claro... los niños son sagrados... me equivoqué.
S- Pa eso estamos las amigas... pa decirnos las verdades...
Yo- Pues... hoy es la gran noche, bye bye esta puta mierda de Cruz del Norte. ¿Y sabes qué? Que tú no te vienes...
S- ¿porque me chivé?
Yo- Sí, claro... porque te chivaste... y chivándote te cargaste la posibilidad de irnos con las chinas. A si que me he tenido que buscar la vida, con un plan de mierda para salvar el culo de cualquier manera... yo sola. Y tú ahí ya no tienes billete.
S- Ya... tú me juraste que yo no iba a peor entre barrotes... yo a ti te llevo tatuada... eh. Tú eres mi comadre, mi hermana. Y me vas a dejar aquí tirada... pa que me pudra yo... y se pudra mi hija...
A- Se acabó. -Saray se fue- Mercedes sigue en Cruz del Norte, la policía ha montado un operativo en la sala de funcionarios... necesitan que siga la fuga, es la única manera que tienen de atrapar a la cúpula de la triada.
Yo- Consígueme un móvil, porque al puto chino de mierda le va a interesar esta información.
A- Y tengo algo más... -dijo sacando un informe policial de Sotu, la mano derecha de Hông Fang. Altagracia salió de ahí y no tardó en traerme un teléfono.
Llamé al chino.
Yo- Hola. Tú no me conoces ni yo a ti. Pero nos conviene ser socios, te explico, la policía te va a detener en cuanto tu hermana se acerque al contenedor.
HF- ¿Quién eres?
Yo- Soy el elfo del puto infierno que viene a negociar contigo. Entre tus hombres se encuentra un topo de la policía, te ofrezco su nombre.
HF- Eso es imposible.
Yo- Si eso es imposible, ¿cómo es que sé que acabas de cerrar un negocio de contrabando en Brasil, desayunas todas las mañanas en la esquina Conductor Esquerdo y tienes un micro en el asiento de tu coche.
HF- ¿Qué quieres?
Yo- el treinta por ciento del contenedor.
HF- Hecho.
Yo- Es Soju. -tras unas ligeras palabras cerramos el trato.
Di el teléfono a Altagracia y volví a quedarme sola. Unos veinte minutos más tarde entró Mercedes a la enfermería.
Yo- Eres la última visita que esperaba. Que ilusión...
M- He venido a decirte que no te tengo miedo te he traicionado y espero que te caigan mil años de cárcel... y otra cosa te voy a decir, cómo le toques un pelo a mi familia te juro que te mato -agarré su mano y la apreté.
Yo- Yo no he tocado a tu hija, te hice creer que sí, ¿entiendes? -dije empujándola- y te pido perdón. Fallo mío.
M- ¿esto qué significa? ¿Que estamos es paz? -me levanté para ponerme a su altura.
Yo- Nunca. -agarré su cara fuertemente- algún día te mataré -justo en ese momento entró Castillo.
C- Joder Zulema, sueltala. Y tú sal de aquí inmediatamente coño. Bueno si estás recuperada para levantarte de la camilla, también para subirte al autobús. Preparen su traslado inmediatamente. -Millán me llevó hasta el autobús. Me subió, se puso en el asiento del conductor y cerró la puerta.
Cuando iba a arrancar llegaron alta y Helena.
A- Millán, me ha dicho el director que te sustituya.
M- Vale. -esta se bajó y se fue. Alta subió al asiento del conductor y Helena vino hasta la celda del final del autobús. Me dio una llave para las esposas y abrió el candado.
H- Suerte.
Yo- ¿No vienes?
H- No, no puedo jugármela así, no diré nada. Espero que esta vez no te pillen.
Yo- Ven con nosotras... -ella entró a la celda del autobús, cogió mi cara y me besó, no me lo esperaba, no sabía cómo reaccionar... No podía desarrollar sentimientos por ella, no podía.
H- No hay nada en este mundo que me apetezca más que irme contigo, pero no puedo. Tardarán aproximadamente una hora en darse cuenta de que el bus no llegó. Tener cuidado -Cerró la puerta sin poner el candado y se fue.
Vi como a los minutos Frutos subía y se sentaba al lado de Altagracia. Y el autobús emprendió la marcha.
En medio de un descampado salí de esa jaula, con una metralladora, hice que Frutos se bajara del autobús y lo esposé a su parte delantera. Subí y Altagracia arrancó, atropellándolo.
Éramos libres.

Dos meses después:

Estábamos en Brasil, Alta se había quedado en el hotel y yo había bajado a una fiesta de disfraces. Era carnaval.
Conocí a un tío en la barra del bar. Llevaba dos putos meses pensando en Helena y quizá esta era la manera de sacármela de la puta cabeza. Tuve sexo con él varias veces.
Un día el ambiente estaba raro, era el último día de carnaval y la fiesta estaba por todo lo alto.
Llamé a alta.
Yo- Frijolito, esto está raro, si no estoy en quince minutos coge el coche y ala cagando leches.
A- Vale, cuídate. -lo que yo no sabía es que la habían pillado a ella antes que a mí.
Esa misma noche estaba en un vuelo de regreso a Cruz del Norte, fueron dos meses bien vividos, fue bonito mientras duró.

Helena's POV:
Dos meses antes.

Zulema y Altagracia se fueron, unas horas más tarde, sin saber muy bien cómo, estábamos el cuerpo policial de Castillo y algunos agentes de Cruz, entre los que me incluyo, en un tiroteo contra Hông Fang y las chinas.
La inspectora Rojas fue herida de muerte en ese tiroteo por Mercedes. La cual no sabía a qué había disparado.
Las chinas murieron fusiladas por los hombres de Hông Fang y este y sus hombres murieron fusilados por los nuestros.
Fue una tarde trágica, no conocía a Nerea, ni nunca me tomé con ella ese café, pero era una de nosotros, habíamos perdido a una de nosotros...

Volvimos a la cárcel en plena noche. Ya se sabía lo de la fuga de Zulema y Altagracia, habían encontrado el cadaver aplastado de Frutos y las chicas estaban en búsqueda y captura...

La vida siguió. Las fugadas no habían dado ningún rastro y yo le alegraba en silencio de que les fuera bien. Pero todo lo bueno se acaba, y yo deseaba que esta fuera la excepción. Porque no volver a ver a Zulema seria la única manera de sacármela de la cabeza.

Dos meses después: Actualidad.

Estaba durmiendo cuando recibí una llamada de Millán. Miré la hora y faltaba poco para que amaneciera.
M- Han encontrado a Zulema Zahir y Altagracia Gerrero. Te necesitamos en Cruz, ya. -me preparé rápidamente y me dirigí a la cárcel.
Yo- Hola a todos -dije entrando a la sala de funcionarios.
P- Las han encontrado, estaban en Brasil, la verdad es que Castillo ha hecho un excelente trabajo.
Yo- Y que lo digas, ¿cuando llegan?
M- Esta tarde si todo sale según lo previsto.
Yo- Vale.
P- Sandoval quiere que estemos todos aquí ya para evitar líos.
Yo- es lógico, se acaba de reincorporar como director y querrá tener esto lo más controlado posible.

El día transcurrió tranquilo. Y efectivamente esa tarde llegaron los autobuses con Zulema y Altagracia.

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Es algo tarde, pero espero que os guste.
A lo largo del día intentaré subir dos capítulos.

ARDER EN TU FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora