Cambios.

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Zulema me cogió la pistola y por mi cabeza solo pasaba el por qué había hecho eso.
Z- Ya está... -dijo sobandome el hombro.
M- ¿pero qué coño has hecho?
Yo- ¿querías que dejara a esos cerdos con vida?
Z- Pues va a haber que avisar al cojo...
Yo- No vas hacer falta. -dije al ver a Castillo corriendo hacia nosotras.
C- he oído disparos, ¿estáis bien? -observó los cadaveres un segundo y el arma en la mano de Zulema.- ¡Me cago en tus muertos Zulema!
Z- ¡Pero si yo no he sido!
Yo- Fuí yo...
C- Helena... no me jodas...
Yo- Nos intentaron violar... a ese le maté de una pedrada en la cabeza y a esos dos les disparé a quemarropa.
C- Joder... bueno, tendré que comprar hacido fluorhidrico y un gran barril de plástico.
Yo- ¿cómo?
M- ¿Y si los enterramos?
Yo- Creo que lo mejor sería quemarlos... después con el ácido desintegramos los huesos y los dientes...
Z- Chica lista...
C- Pues me vuelvo a la ciudad.
Yo- ¿ahora?
C- Sí, está llena de tiendas que abren todo el día. Tengo que comprar en varias tiendas de localidades distintas para que nadie sospeche por qué coño estoy comprando tanto ácido.
Yo- Vale, gracias Castillo... -le di un abrazo y se fue.
Amontonamos los cuerpos y Zulema los roció de gasolina que había en la casa para proceder a prenderles fuego. Estuvimos un rato las tres sentadas al rededor de la fogata.
M- Helena... te has pasado...
Yo- No soy una asesina... lo sabéis. Pero no sé qué le pasó.
Z- Bueno... a ver cómo llamas a esto tener un mal pronto... -la miré achicando los ojos. Realmente no podía creerme que había matado a tres personas...
Simplemente era algo inconcebible para mí.- Diste miedo...
Yo- Tenía miedo... pero no por mí. Tenía miedo de que esos hijos de puta te hubieran hecho algo, no medí mis actos y por eso ahora estamos así. Pero es que volvería a hacerlo una y mil veces...
Z- Tranquila, no seré yo la que te de lecciones de ética y moral. -me sonrió y acarició mi hombro.

La fogata se mantuvo encendida varias largas horas, estuvimos metiendo troncos para que no se apagara, no dormimos esta noche, estuvimos casi hasta el amanecer esperando a Castillo, el cual llegó con un barril y el ácido.
Se colocó unos guantes y una máscara y nos dio otras máscaras a nosotras para no inhalar los gases. Cogió todos los huesos y dientes que no se habían quemado. Los introdujo en el barril y les añadió el ácido además de agua regia, la cual es nítrico más coholídrico.
Los huesos tardarían casi dos días por lo que Castillo, las chicas y yo nos turnamos para dormir en el coche hasta que eso se desintegrara. No podíamos permitir que nadie lo viera. Lo bueno es que en esa zona solo habían visto a esos chicos desde que llegaron, debían de haber caminado y haberse perdido, mientras Castillo y Macarena vigilaban, Zulema y yo peinamos la zona y no había ningún coche, moto o bici. A si que lo más probable es que pertenecieran al pueblo más cercano.

Tras dos largos días los huesos estaban completamente desintegrados.
Z- Vale, ahora tenemos un cóctel de muertos. ¿Qué hacemos con él?
M- podemos cavar y echarlo a la tierra, después le ponemos tierra encima y aquí no ha pasado nada...
Yo- Eso alteraría el Ph de prácticamente todo el ecosistema de alrededor...
C- No hay tanta cantidad como para lograr eso, la idea de Macarena es buena. Deberíamos de cavar y vaciar eso, el barril lo podemos quemar. -dicho y hecho, unas horas más tarde teníamos otra hoguera, esta vez para quemar el barril donde habíamos desintegrado los huesos.

Terminamos y volvimos a casa.
Yo- Siento haberos metido en esta mierda... no sé qué coño me pasó. Me comió la ira...
C- No tenias que haberles matado es cierto, pero fue en defensa propia Helena. Querían violaros y lo hubieran hecho.
M- Es curioso que aún no hayan dado parte de su desaparición.
C- Nosotros no vamos a estar aquí para cuando eso pase. Mañana nos vamos todos a una casa en las afueras de Canadá. Ya está todo listo. Mi amigo vuela ahí mañana a si que hacer las maletas porque al final pasaremos Halloween allá.
Z- Mejor. Ya es tarde a si que vamos a hacer las maletas.
C- Mañana en el aeropuerto a las dos de la tarde. A si que saldremos desde que desayunemos para que me de tiempo de devolver el coche.
Yo- Vale.
C- Serán casi catorce horas de vuelo, al ser un vuelo de mercancía tarda casi el doble.
Yo- Vale, tranquilo. -subimos a la habitación y metimos todas nuestras pertenencias en las maletas.

ARDER EN TU FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora