ARDER EN TU FUEGO

Libres.

Zulema's POV:

Me despertó la luz del sol entrando por la ventana. Helena ya no estaba a mi lado, cosa que agradecía porque no sabría como reaccionar.
No sabía qué me estaba pasando con ella, bueno, realmente sí que lo sabía, pero no estaba lista para aceptarlo.
No quería atarme sentimentalmente a nadie, Helena había hecho muchas cosas por mí, eso es cierto. Pero cuantas más personas entren a tu vida, más personas podrán joderte.

Decidí darme una ducha de agua fría, así me aclararía un poco la cabeza.
Me cambié y bajé al comedor, donde ya estaban la rubia y el cojo desayunando unas tostadas. Helena no estaba a si que habría salido.
El día anterior, cuando vi a Castillo, realmente pensé que me había jodido y francamente me dolió pensar que ella me había vendido.

Yo- Buenas. -dije entrando.
M- Buenos días ¿qué tal la noche?
Yo- mejor que en las putas literas de la cárcel. Me voy a la playa. -cogí una manzana y me dispuse a salir.
C- ¿Y Helena?
Yo- Y yo qué sé... arriba no está. -tras decir eso salí y me senté a comerme la manzana en la orilla.
Pude divisar a lo lejos un cuerpo flotando en el agua, no se movía, solo se dejaba arrastrar por las ligeras mareas.
"No me jodas..." pensé... al darme cuenta de que era Helena y de que no se movía, me metí rápidamente al agua.
No pensé, simplemente el miedo me recorrió a lo largo de mi columna. Entré corriendo al mar sin importarme cualquier otra cosa.
Yo- ¡¿Helena?! ¡Helena! -ella no contestaba... corrí y nadé hasta ella sujetándola en peso con brusquedad.
H- ¡¿Pero qué haces?! -dijo sobresaltada.
Yo- ¡¿eres tonta?! ¡Creía que te habías ahogado imbecil! -dije soltándola haciendo que cayera al agua y se sumergiera por completo. Esta salió rápidamente cogiendo una bocanada de aire.
H- ¡Pero si solo estaba flotando!
Yo- ¡Vete a la mierda! -me dispuse a irme cuando me cogió del brazo dejándome pegada a ella.
H- ¿Creías que me había ahogado y te tiraste a salvarme? -Ni si quiera sabía por qué lo había hecho, pero sentí miedo al pensar que le había pasado algo, actué por instinto y este me había jugado una mala pasada. Yo achiqué los ojos, me solté de ella y salí a la orilla a secarme al sol.
A los pocos segundos salió ella y se sentó a mi lado.
Yo- ¿Qué quieres?
H- Nada, secarme... Es muy bonito el amanecer aquí.
Yo- No me desperté para verlo.
H- Pues deberías... ¿cuánto tiempo os vais a quedar?
Yo- El suficiente, por ahora unas semanas... -en ese momento llegó Macarena y sin siquiera mirarnos se tiró al mar.
Castillo no tardó en salir y se sentó al lado de Helena, la cual miraba al horizonte mientras abrazaba sus rodillas.
C- ¿cuándo nos vamos? -le dijo a Helena.
Yo- Vaya Castillo, ¿ya te quieres marchar?
C- Digamos que pasar unas vacaciones contigo no es mi plan ideal. -dijo pasándome un cigarrillo.
Yo- Coincido.
H- Mañana por la noche sale un avión de aquí a Inglaterra y de ahí sale otro hacia Miami.
C- Pues mañana. -yo observé a Helena con algo de tristeza. No quería que se fuera, pero perderla de vista sería la única manera de olvidarme de ella.

Pasamos un rato en silencio, mirando a la nada hasta que Macarena salió del agua.
M- ¿Esto qué es... un entierro? -dijo sacándonos a todos del trance en el que estábamos- parece que habéis visto a un fantasma.
Yo- Te estamos viendo a ti, que no es muy distinto.
M- Que graciosa...
H- Voy a comprar los pasajes... -dijo levantándose y yendo a la casa.
C- ¿a quién pretendes engañar?
Yo- ¿Cómo?
C- Sí, con esa falsa y forzada indiferencia hacia Helena.
Yo- Es que me es indiferente.
M- Sí, súper indiferente. ¿Por qué no te das una oportunidad?
Yo- Que pereza me dais...
C- Déjalas, son las dos unas orgullosas de mierda. Mira Zahir, tú y yo no nos llevamos bien, pero si Helena se va, no va a volver. La conozco lo suficiente como para saberlo. -tras decir eso, los dos se levantaron y se fueron a la casa.
Me quedé sola con mis pensamientos, no podía quitarles la razón, pero tampoco iba a dárselas. Lo mejor era que Helena se fuese, así ella se olvidaría de mí y yo de ella.