33.- Venganza

1.3K 115 35
                                    

"La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno"

—No estoy haciendo nada—rápidamente colgó la llamada que había entrado al teléfono para después ocultar dicho artefacto, la castaña caminó hasta ella con pasos de elefante, se le veía enojada y no sabía que era lo que iba hacerle. Trató de buscar su teléfono y lo logró, con fuerza lo arrebató de sus manos y buscó entre sus últimas llamadas.

—¡¿A QUIEN LLAMASTE?! —gritó enojada a punto de llorar, esto fue una llamada de advertencia a Lisa, la gente que pasaba cerca de ellas las miraba con extrañeza y curiosidad, pronto fue hasta Jennie para tratar de calmarla—¡¿LA LLAMASTE A ELLA VERDAD?!

—No llame a nadie amor, tranquilízate—en parte se sentía relajada por el hecho de que no sospechaba que tipo de llamada había recibido, sin embargo, no podía dejar que esto se descontrolara por lo que recogió sus cosas y empezó a caminar en busca de un motel en el cual pudiera estar tranquila.

—Mientes, mientes como todos lo han hecho conmigo—dijo con su voz ahogada en llanto, sabía que no simplemente se encontraba alcoholizada, sino que debió haber sido algo más que la tenía de esta manera—déjame aquí, abandóname.

—¿Qué? No, nunca lo haré—entrelazo sus manos y la beso, al encontrar el primer establecimiento del tipo, entró caminando directamente hacia la recepción. Parecía ser un lugar no tan asqueroso por lo que estarían seguras, aunque sea por un par de horas.

Pagó con efectivo una cama matrimonial, tomó la llave y fue con Jennie caminando torpemente a su lado, al abrir la puerta la castaña se dejó caer en la cama.

Sacó sus tacones para que estuviera más cómoda y después fue hasta el espejo del baño de la habitación. Se miró por un momento en el espejo y negó con desaprobación para sí misma, se quitó la peluca y desmaquillo con agua los grandes restos de maquillaje en su rostro. Finalmente se sentía como ella misma de nuevo.

Regresó a la habitación y encontró a Jennie sin su vestido puesto, solamente su ropa interior, lagrimas seguían cayendo de sus ojos y su pelo castaño contrastaba con su dulce piel. Fue hasta la cama y la miró, la castaña no lo soporto más y la abrazo fuerte.

—¿Me prometes que no estabas hablando con la mujer que nos encontramos antes? —preguntó en voz baja.

—Te lo prometo, era un número equivocado—no sabía con exactitud si le creyó, pero parecía estar más calmada.

Al separarse la castaña se aproximó a sus labios, no era un beso suave sino más bien uno salvaje con hambre de algo más.

La acerco más hacia ella y la tumbo para posarse sobre ella sin aviso alguno. Notó como las cosas se estaban encaminando a algo que no era adecuado, no al menos en estos momentos. Se separó de ella rodando lejos en la cama.

—¿Qué pasa? —estaba sin aliento y sus labios estaban hinchados, sinceramente lucían apetecibles, pero no había cabida, no ahora.

—No puedo hacerlo contigo, no ahora—verdadera confusión se plasmaba en los ojos de la castaña.

—¿Por qué?

—No estás en el estado correcto para hacerlo, puede haber confusiones—la castaña bufó y se acercó de nuevo.

—Claro que estoy bien—se aproximó por expresar—y aunque no lo estuviera, yo siempre quiero hacerlo contigo, siempre.

Love me or hate me ; JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora