3.- Enloqueciendo

4.2K 368 138
                                    

❝Las personas necesitamos de la locura, de lo contrario nunca se es libre❞

La ropa nueva se ajustaba bien a su cuerpo, se había decidido por un estilo un tanto masculino, los tacones y los vestidos no iban de la mano con ella. Una vez con su maquillaje terminando y pelo arreglado tomo su celular y mando un mensaje a Rosé.

Voy por ti en 15 min

Salió de su casa después de despedirse de su madre y pidió un taxi hacia la casa de la pelinegra, habían acordado de quedar en su casa para después dirigirse a la fiesta.

El auto avanzaba con tranquilidad por la calles de su vecindario, mientras observaba los arboles que resplandecían en la oscuridad, sus pensamientos poco a poco se enfocaron en Rosé al recordar su actitud hace unos días.

Después de tratarla de alcanzarla, la siguió hasta el baño pero fallo ya que se encerró en un cubículo, Rosé solía hacer eso ya que no le gustaba que la vieran llorar, al parecer ese era el único donde podía hacerlo plenamente.

Espero pacientemente a que la pelinegra saliera, su clase ya había empezado pero no le importaba perder una, o dos, o las que fueran para asegurarse de que estuviera bien.

Finalmente después de unos minutos la mayor salió del baño mientras enjuagaba las lágrimas de sus suaves mejillas. Esta se sobresalto un poco al notar su presencia, lo que provocó que una ligera risa saliera de los labios de la pelirroja.

Rosé se posó en frente del espejo observando que su maquillaje no estuviera arruinado, Lisa la observaba con atención.

―¿Estás bien?―preguntó con cuidado caminando hacia ella, mirándola a través del espejo. Ambas manos estaban en el azulejo del lavamanos, sus puños se apretaron levemente.

―No quiero hablar de eso...―respondió volteándose hacia ella, ambas compartiendo miradas― ¿podemos hacer como que esto no paso?

Lisa tenía muchas dudas las cuáles tenían que ser calladas, por lo cual solo asintió. Tenía que respetar los sentimientos de su amiga, por lo cual ni una sola palabra salió de su boca ese día.

―¿Nos vamos ya?―preguntó sosteniendo la puerta en sus manos, Rosé solo salió seguida por Lisa para dirigirse a sus clases restantes.

***

El resto de las clases la mirada de Rosé se encontraba perdida, estaba dirigida hacia la ventana la cual parecía ser más importante que la clase. Rosé se encontraba tan absorta en su mundo que en varias ocasiones llego a ignorar a varios de sus compañeros, Lisa incluida en ellos.

Se sintió un poco dolida por este detalle, pero decidió darle su espacio, tal vez necesitaba tiempo a solas para pensar con claridad. Por lo cual el receso lo paso junto a Jisoo y Ji-won, los cuales hablaban de lo que necesitarían para la fiesta, al parecer era su cumpleaños y querían hacer la fiesta del siglo. Lisa ni siquiera se molesto en comprar un regalo, su bendición ante su noviazgo era suficiente.

Lo único que Lisa podía pedir era que las cosas con Rosé se mejoren en la fiesta y pasarla bien un rato. Estaba harta del drama que se había ocasionado en los últimos días.

El auto freno en seco sacándola de sus pensamientos, pestañeo confundida, miro por el retrovisor al chofer el cual esperaba que bajara, pago y bajo siendo azotada por el frio el cual se penetraba en sus huesos a pesar de tener su chaqueta favorita encima suyo.

Finalmente se encontraba en la puerta, toco el timbre con cautela mientras esperaba a fuera. La puerta fue abierta por la madre de Rosé, la cual la miro de pies a cabeza para después gritar y volver a lo suyo.

Love me or hate me ; JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora