Rosie está terminando de cerrar una llamada de trabajo en el despacho de su marido cuando su empleada se acerca a ella con su vocecita tímida,
- señora, tiene visita-
- ¿visita?- la mujer de reuniones sociales dibuja una media sonrisa, -¿quién es?-
- dijo que un viejo amigo-
- es hombre- trata de buscar en su cabeza a algunos de sus amigos con el cual había arreglado una cita pero sabe que no se olvidaría, - gracias- se limita a decir y sale del despacho para tomar el largo pasillo que la deja en la gran sala de la mansión donde a primera vista ve a un hombre parado, recto, serio y unos pasos más allá hay otro hombre que está de espalda husmeando las fotos que están en los portaretratos,
- ¿hola?- saluda Rosie, prácticamente al aire por no saber a quién hablarle, hasta que lentamente Alessandro, se da vuelta dejando al descubierto todo su ser frente a la pálida mujer,
- hola, Rosie- habla Alessandro, con una fría sonrisa en su rostro.
- ¿Alessandro? ¿eres tú?- por nerviosismo trata de sonreír, feliz, pero ya no puede actuar frente a él, - estas libre-
- ¿crees que podemos hablar en un lugar más tranquilo?-
- claro, ven- traga saliva como si nunca lo hubiera hecho y más aún cuando Alessandro y Zac la siguen al despacho. Cuando entran, Zac se queda afuera y es Alessandro quien se toma su tiempo para cerrar la puerta mientras que Rosie se pega al escritorio tratando de entender lo que está pasando,
- no sabía que ...
- ¿dónde están mis hijas, Rosie?- salta Alessandro, lo más tranquilo que puede pero Rosie comienza a ponerse más nerviosa y empieza a caminar hasta la ventana y de regreso,
- ellas crecieron Alessandro, se fueron-
Las manos de Alessandro estan fuertemente cerradas, - salí de la cárcel y solo para rescatar los pedazos de mis hijas- ya termina la última palabra alzando la voz,
- ¿qué?-
- lo sé todo, te casaste con el imbécil de Martín y por esta estúpida fortuna dejaste a mis hijas-
- yo no las dejé, ellas se fueron...
- ¡a los diecisiete años!- trata de respirar lentamente para calmarse, - cuando me metieron a prisión y Lizzy murió, mi hermano prometió cuidarlas y tú estabas ahí Rosie, lo juraste sobre la tumba de tu mejor amiga-
- Ale, por favor- los ojos de Rosie están llenos de lágrimas,
- sabes que Magnus, siempre sospecho que lo engañaste con Cedric y creo que si, que fue verdad-
Rosie hace el intento de pegarle una bofetada pero su mano es detenida por Alessandro en el aire,
- ¡ustedes me dejaron sola con dos niñas!- se libera del agarre de Alessandro,
- claro- dibuja una sonrisa de lado, - no tenías acceso a la herencia. Siempre te importó más el dinero...
- ¡callate!-
- ¿te duele la verdad? Pues te las seguiré diciendo porque dejaste a mis hijas a su suerte. Una vez se metieron con mi familia ¿te acuerdas? terminé en prisión pero no me importaría hacer algo similar-
- ¿a qué te refieres?-
- Mackenzie y Elisabeth son mis hijas y tu rompiste tu promesa por dinero- sin más, gira sobre sus talones para salir del despacho pero cuando abre la puerta, vuelve la vista hacia Rosie que está muy esterica, - sabes qué, no lo haré yo, lo hará otra persona. Ahh, ¿no te lo dije?, Magnus, no está muerto- está vez si le regala una gran sonrisa lleno de odio y termina por salir.
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Always You ✔
RomanceCOMPLETA Las hermanas Blackburn, se volvieron a encontrar con sus amores de la niñez pero ahora ya no todo es inocencia. Hay muchas cosas que los pueden separar, pero quizás eso sea lo mejor, ya que puede ser que ese amor de la niñez no sea el verda...