Capítulo 31:

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El primer día en familia no es de lo más agradable, Killian no está, Aiden está en su apartamento, Alessandro y Magnus tratan de ponerle algo de alegría a la mesa donde están desayunando con Elisabeth y Mackenzie pero ninguna de las dos come nada y tampoco dicen nada, hasta que el móvil de Elisabeth vibra sobre la mesa, con un mensaje de Christian,

*Necesito verte, es urgente. En el mirador*

- bueno...- salta Elisabeth, - ahh yo...- se levanta de la mesa, -tengo que irme- y antes de que alcance oír la voz de su padre deseándole un buen día, sale por la puerta pero inmediatamente tiene a Zac detrás,
- ¿qué significa esto?-

- El señor Alessandro quiere custodia para ustedes-

Por inercia rie nerviosa, - ¿es broma?-

- yo me encargo- aparece Aiden que no se había ido y estaba junto a Zac pero fuera de la vista de Elisabeth.

- ¿Aiden?- murmura la joven.

- no pongas escusas, de todas formas te seguiré- sigue Aiden, abriéndole la puerta del auto y de muy mala gana la joven ingresa al auto, -¿dónde?-

- el mirador cerca de tu apartamento-

El joven frunce levemente el ceño por la sorpresa del lugar pero opta por no decir nada. Hasta que llegan al mirador, que esta vez no tiene a las estrellas de la noche, sino a las nubes grises que siguen por dos días seguidos surcando el cielo.
Cuando Aiden para el auto casi atras del Jeep de Christian no le es posible ocultar su cara de amargura al ver a Christian allí,

- por favor, no digas nada- pide Elisabeth pero tampoco Aiden tiene en mente lo que quiere decir. Acto seguido, la joven baja del auto y se acerca a Christian, sabiendo que aún está bajo la atenta mirada de Aiden, deja un suave beso en los labios del joven, pero no se siente como antes, algo cambio y todo está plasmado en la expresión de Christian,

- algo pasa ¿verdad?-  anticipa Elisabeth.

- lo siento- solo alcanza decir antes que nada, -no pude hablar con Liv-

- está bien- consigue decir Elisabeth, regalandole un sonrisa tratando de conseguir una en él pero le es imposible,

- no, no lo esta- se aleja unos pasos y comienza a ponerse nervioso,
- intente hablar con ella pero no puedo dejarla, ella....está embarazada- suelta al fin, - espera un hijo mío, Elisabeth-

La joven trata de controlar sus emociones y busca desesperadamente una sola palabra que decir pero no puede,

- trató de abortar- sigue con un hijo de voz, - pero no pudo, porqué se trata de nuestro hijo y si, se que esto suena mucho para nosotros pero... ¡maldita sea!- le da un golpe a un árbol y Elisabeth trata de llegar a él pero cuando la mira sus ojos estan llenos de lágrimas, - su embarazo es de riesgo- sigue, - su madre murió así, es algo hereditario o algo así pero, su corazón no es capaz de resistir un parto y nada nos asegura que pasará ese dia pero ....

- shh- Elisabeth toma el rostro del joven entre sus manos, -shh- trata de sonrier pero cuando va a hablar se quiebra. Aún así, trata de seguir, -lo entiendo. No pienso pedirte nada más- le acaricia la mejilla, -tienes que estar con Liv y tu hijo- dibuja una tierna sonrisa, - te quiero demasiado- choca su frente con la del joven, -no lo olvides-

- jamas te olvidare- responde Christian que se aleja un poco para enseñarle el dedo meñique,
- promesa-

Elisabeth entrelaza su dedo con el de él, recordando la primera promesa que se habían hecho. Aún sosteniendoce las miradas, ninguno es capaz de agregar algo más, así que es Elisabeth quien da un paso atrás, hasta que sin previo aviso se apresura a llegar al auto, como si una sola palabra más los lastimarán mucho más,

- vámonos, por favor- habla para Aiden que aún confundido, enciende el auto y salen de allí hasta que el joven no resiste ver las lágrimas de Elisabeth caer silenciosamente por su mejilla, así que para el auto, - ¿ qué te hizo ese imbécil?- gruñe pero antes que nada, es la joven quien se lanza a sus brazos llorando...

En tanto, Mackenzie está dándole vueltas y vueltas a un vaso vacío en la  cocina, mirando por  la ventana que da al jardín hasta que llega un voz a su oído, de nuevo Alessandro la encuentra distraída,

- me da mucha felicidad tenerlas aquí- habla Alessandro parándose a su lado,

Mackenzie le sonríe, - aún creo que estoy soñando-

- ¿es un bonito sueño?-

- claro que si-

- pero no estás feliz del todo- afirma Alessandro.

La joven vuelve la vista al insignificante vaso vacío y opta por no contestar lo evidente.

- sabes que puedes contar conmigo- Alessandro la anima a sonrier, - soy tu padre y me encanta decirlo en voz alta-

Esas últimas palabras le roba una risa a Mackenzie...

▶▶▶

Aiden y Elisabeth terminaron en un parque, el único lugar tranquilo y que tenían más cerca.

- creo que me pone feliz saber que tendrá un hijo- repone Elisabeth,

- trata de decírselo a tu cara- sigue Aiden,

- aún estoy un poco triste, lo confieso- larga un pesado suspiro, - no quiero estar aquí, Aiden. Quiero escapar, Londres se volvió chico y no quiero pensar en encontrar a Christian y...

- iré a Oxford- interrumpe Aiden,
-tengo un casa allí, y como están con su padre y Killian está allá, pense en ir por unos días-

Elisabeth levanta ambas cejas, -¿me permites ir contigo?-

- uno, no creo que Mack te deje ir sola, dos, estaría de acuerdo que venga ya que Killian estará allá y podrían reconciliarse y tres, Alessandro no las volverá a dejar-

- tengo un plan- la joven se levanta de golpe y jala del brazo de Aiden, - anda, ya, ¡vamos!-...

Con la insistencia de Lizzy, llegan rápidamente a la mansión, cuando entran ven a Alessandro junto a Mackenzie frente a un gran estante de libros, Mack tiene un libro en sus manos, Alessandro también y habla abiertamente sobre lo mismo hasta que ven a Elisabeth, con sus ojos rojos por haber estado llorando,

- Elisabeth, ¿Qué pasó?- pregunta pero también tiene los ojos en Aiden,

- estoy bien- responde la joven, - solo quería decirles algo, yo... tengo... quiero irme a Oxford y quiero que vengan conmigo-

- ¿Qué?- salta Mackenzie frunciendo el ceño,

- ¿Por qué nos iríamos?- pregunta Alessandro,

- porque en esta mansión está todo lo que me importa y Londres ya...- niega con la cabeza, - creo que la sonrisa de Mackenzie también puede resurgir si nos vamos-

Por inercia, Alessandro mira de reojo a Mackenzie.

- ¿es muy apresurado?- comenta Mackenzie,

- me parece buena idea- termina Alessandro atrayendo la atención de todos, -no me voy a separar de ustedes de nuevo, además, tengo una empresa allá- sonríe de lado, - yo, estoy de acuerdo-

Elizabeth le regala una tierna sonrisa,
- ¿hermana?- habla hacia Mackenzie que ante las miradas de los tres no le queda más que hablar,

- está bien-....

Nos leeremos❤

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