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Capítulo 3:

Cuando llegaron al apartamento, los ánimos estaban a la mitad, por un lado la mansión y por el otro la oportunidad de trabajo que pueden tener.
Al día siguiente, las cosas empezaron mal, ya que cuando estában saliendo, rumbo a la empresa de Arquitectura y Contrucción, el casero estaba echando a un joven,

- Mack- Susurra Elisabeth,

- que no nos vea, vamos- pero antes de dar un paso, el hombre las ve con muy mala cara,

- ¡ustedes!-

- ¡corre!- logra decir Elisabeth para su hermana para salir disparada de allí.

Está vez, no acudieron a sus amigos, se acercaron a la empresa tomando un autobús. La misma esta en el centro de la cuidad, se trata de un gran edificio demaciado perfecto hasta para la prestigiosa empresa de Cedric y tiene una distinguida B en el frente,

- ¿B?- habla Elisabeth,

- seguro es...- Mackenzie se encoje de hombros, - no importa, vamos-.

Cuando entran al lugar, se topan con más lujos, sin hablar de las personas que atraviesan la recepción, que suben a los asesores o toman las escaleras,

- Mack, esto es demaciado para nosotras-

- no, claro que no- la joven le regala una sonrisa tierna y se acercan a la recepción donde hay dos personas, por un lado una mujer que está muy ocupada y por el otro un hombre al cual deciden acudir,

- hola- habla Mackenzie, haciendo que el hombre levanté su mirada arqueando una ceja,

- buenos días-

- venimos por los puestos de trabajo-

- ¿qué?-

- lo publicaron en el periódico- salta Elisabeth,

- ah, eso fue hace dias-

Por inercia, las hermanas intercambian miradas,

- pero, ¿no tiene algo?-

- ¿tienen currículum?-

- claro- Mackenzie es la encargada de extenderle sus currículum vitae,

- no tienen titulo universitario- sigue el sujeto,

- pero tenemos mucha experiencia-agrega Lizzy.

El mismo las mira a ambas por unos segundos, - la verdad, necesitamos a una joven en la sección de la sala de juntas, que ordene carpetas, sirva a los arquitectos y de más-

- genial- habla Mackenzie,

- pero solo hay una vacante-

- oh no..

- si- Mackenzie interrumpe a las palabras de su hermana, -ella se quedará-

- Mackenzie- murmura Elisabeth con la frente fruncida,

- perfecto- el hombre le extiende una pequeña tarjeta, - mañana comienzas-

- gracias-, aun enfadada, es Mackenzie quien contesta por su hermana y es la misma quien la incita a salir de la empresa,

- ¿ por qué lo hiciste?- gruñe Elisabeth, a penas se alejan de la entrada de la empresa,

- solo aceptarían a una, no podemos perder esta oportunidad por favor Lizzy, no somos gemelas inseparables-

- ¿y tú qué?, No regresarás a cantar a ese bar-

- okey no, pero lo solucionare- la joven apoya su mano sobre el hombro de su hermana, - alégrate, tienes trabajo-