Capítulo 21:

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Le haré pagar todo a esa maldita perra- gruñe Astrid justo cuando Demián entra en la habitación con el ceño fruncido,

- ¿ qué te hizo Mackenzie?- pregunta,

- Mi amor- salta Astrid lanzándose a sus brazos pero Demián se aparta,

- responde-

- Am, bueno- Tania no dice nada más y sale de habitación,

- ¿de nuevo defendiendo a esa huérfana?-

- no hables así- ahora es Demián quien levanta la voz, - en verdad no entiendo esa obsesión con lastimar a Mackenzie, ella no te ha echo nada...

- ¡ no la defiendas!...

- ¡ lo voy a seguir haciendo!- y eso llega hasta la habitación de Rosie,

- ¿por qué es tan importante para ti?- los ojos de Astrid se llenan de lágrimas,

Demián guarda silencio por unos segundos, - trato de encontrar una respuesta- habla bajo, - pero si esto...- señala a ambos, -era para ver qué tanto sentíamos por el otro, esto...- se relame los labios, - no va a funcionar-

-¿de qué hablas?- habla Astrid con la voz quebrada,

-sabías que esto de los compromisos no era lo mío...

- no puedes hacer esto- se sienta rápidamente antes de perder el equilibrio,

- Astrid- el joven se sienta a su lado tomándola de las manos, - nunca te prometí nada y tú estabas de acuerdo-

- esto no se trata de mi ¿no? Esto es porque  hay otra mujer-

- Astrid...

- ¡vete!- se levanta hecha una furia, - ¡lárgate de mi vida!

- Astrid...

- ¡qué te vayas!- no se inmuta en mirarlo,

Demián, sigue con más preguntas, pero ninguna cobra sentido cuando ve las silenciosas lágrimas de Astrid recorrer sus mejillas, pero su corazón no pertenece allí.

- lo siento- murmura y para cuando sale, ve a Rosie en el pasillo junto a Tania siendo testigo de todo, sin poder decir nada, baja las escaleras y también ve a Cedric fingiendo estar ocupado, - hasta pronto- saluda a Cedric, quien solo le sonríe con una asentimiento de cabeza, ya que tampoco tiene mucho que agregar...

Por otro lado, en el apartamento de los chicos, Lizzy junto a Aiden están preparando el desayuno, un tanto tarde pero en esos intervalos, el timbre suena,

- voy- responde Mackenzie pero cuando está por llegar a la puerta ve un sobre asomándose sobre el suelo, tomando el sobre, aún abre la puerta pero no encuentra a nadie. Estudiando las características del sobre, lee su nombre y el de Elisabeth,

- ¿Lizzy?- murmura, - ¿ Lizzy?- habla más fuerte para llamar la atención de su hermana que se acerca a Mackenzie igual de intrigada, - para nosotras- continua la joven que abre el sobre, acto seguido saca una foto.

- ¿quiénes son?- pregunta Lizzy, al aire ya que Mackenzie no sabe la respuesta pero Aiden se lo puede imaginar. La foto se trata de tres jóvenes que estan juntos, el del medio tiene sus brazos sobre los hombros de los otros dos, parecen estar tan felices en la calle de tierra, con ropa humilde pero esa maravillosa felicidad plasmada en sus rostros, ellos son, Alessandro, Magnus y Elisabeth.

- atrás- salta Aiden, al darce cuenta que en el dorso de la foto hay algo escrito,

- nuestra fam... familia- lee Elisabeth más aturdida, - debe ser una broma de la víbora viscosa- y con ese pensamiento se aleja de esa foto mientras que Mackenzie sigue viéndola, ya que un fugas recuerdo de la cara de su madre vive en lo más profundo de su memoria,

- ¿tú que opinas?- dice Aiden,

- no lo sé pero lo más seguro es que sea una broma- pero aún así guarda la foto.

▶▶▶

El día lunes el sol brilla esplendoroso en la Cuidad de Londres, cuidad de corazones rotos, amantes apasionados o mejor dicho amantes prohibidos haciendo que los pensamientos de estos amantes no se preocupen mucho por lo que hacen sus acciones, moviéndose de un lado a otro por inercia ya que esa falta de sentido tienen nombres y apellidos.
Mientras que para otros las historias de amor no son buenas, no son lo que esperaban y un ejemplo es el corazón destrozado de Astrid, llorando una y otra vez al recordar todo lo que tenía con Demián y su cabeza le hace pensar que para él eso nos significo nada pero la verdad es que Demián si fue fiel a sus sentimientos respeto a ella, hasta que apareció Mackenzie y ya no tuvo control de lo que puede sentir cuando está cerca de ella,

- ya, tranquila- Liv, trata de consolar a su amiga que para nada piensa levantarse de la cama,

- ¿tranquila? Me dejo Liv, por esa maldita huérfana-

- ¿cómo sabes que es por ella?-

Como si hubiera escuchado una palabra maldita, se voltea a ver a su amiga, - Christian, hará lo mismo contigo-

- Astrid ya..

- es la verdad, Elisabeth terminará por engatuzarlo -

- te diré algo, Christian si tiene sentido del compromiso, no como Demián-

- eso no tiene nada que ver- pasa su mano sobre su rostro humedecido,
-no se que paso Liv, ¿en qué momento se acerco tanto a esa maldita al punto de enamorarse? -

- no sabes lo que dices, él...

- él no me ama, no me ama. De lo contrario, estaría conmigo pero me voy a vengar-

Liv niega con la cabeza, - no cometas una locura y...- su expresión cambia repentinamente y algo en su cuerpo también,

- ¿Liv?- Astrid vuelve en sí,

- estoy bien- responde con un gran temor en su corazón, - solo necesito aire- sonrie levemente y sale disparada al baño, donde se moja el cuello y se mira en el espejo, está vez con miedo en sus ojos y, aún con sus manos temblorosas agenda una cita con su ginecólogo está misma tarde.
- por favor, no- murmura...

En tanto, Rosie decide salir de la mansión sabiendo que Astrid está en buenas manos pero cuando entra al auto con su chofer nota algo extraño. El hombre al volante es otro y a su lado tiene a otro sujeto,

- ¿quiénes son?- Pregunta con el pulso acelerado,

- sorpresa- habla el hombre a su lado y antes de cualquier inútil movimento de Rosie por salir, siente un pinchazo en la brazo que en pocos segundos la hacen perder la nación de la realidad, completamente drogada.

Al cabo de una hora, Rosie vuelve en si y aun desorientada siente por sus manos que está sentada en un sofá, y por su olfato huele a una fragancia, perfume de hombre y aun con sus párpados pesados trata de hablar,

- ¿ qué....hicie....ron? - pero no recibe respuesta así que se obliga con todas sus fuerzas aclarar su vista y luego de muchos parpadeos ve a Magnus sentado frente a ella totalmente serio,

- hola, esposa- habla Magnus con una fría sonrisa

- Mag...- sus ojos se llenan de lágrimas imposibilitados de ver de nuevo,
- Magnus- habla con un nudo en la garganta...

Nos leeremos❤

Always You ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora