Capítulo 50:

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Miles de puñales atraviesan el corazón de Alessandro al ver a sus hijas demasiado cerca de Tyler. Sus recuerdos vuelan en el momento que vió morir a su esposa y no quiere volver a ver esa imagen con sus hijas, no permitirá que ellas sufran un rasguño pero las posibilidades de hacerle frente a ese hombre que es su medio hermano y a todos los hombres armados a su alrededor hace que las cosas se vuelvan aún más difíciles solo que no sabe que todo eso fue planeado por los chicos para ganar tiempo antes que algo más pase hasta que llegue la policía.

- ¡Deja a mis hijas!- gruñe Alessandro.

- puedo jugar con ella antes ¿no?- recorre con el caño del arma el brazo de Mackenzie hasta llegar a su hombro e inhalar profundo sobre el cabello de la joven.

- ¡¡No la toques!!- salta Killian pero Demián está cerca y lo empuja de nuevo a su lugar,

- Callate- gruñe y se coloca detrás de Killian, como si estuviera verificando la atadura pero lo que hace es cortar la soga con la navaja que le dió Astrid.
Todo el cuerpo de Killian se contrae ante esa acción incapaz de entender hasta que escucha un audible susurro con una voz ronca,

- Soy Demián- murmura el joven a dos segundos de desatarlo, - la policía viene en camino-

Killian no se mueve para no levantar sospechas pero siente como Demián se corre unos centímetros más para llegar a Aiden y hacer lo mismo.

- ¡¿Qué fue lo que  te hicimos nosotros?!- sigue Alessandro, -¡No queríamos ese dinero!-

- ¡pero muy bien que llevan con la frente en alto el apellido!- repone Tyler .

- Nosostros no elegimos ese apellido-

- pero tenían uno- la expresión de Tyler cambio, todas sus facciones se relajan y se entristece al recordar, -a mi no me dió un maldito apellido pero ¿sabes que si hizo?- ríe fríamente, - mató a mi madre- y eso es la noticia que explota en todos los sentidos. El señor Blackburn, el desconocido hombre que con una gran fortuna que repartió hijos ilegítimos, también era un asesino. Ya que cuando Tyler nació, su madre trato con todas sus fuerzas hacer que él se hiciera cargo pero fue imposible.

- aquel día- continua Tyler, - él estaba furioso, tratando de huir de mi madre en el piso de arriba, a pie de las escaleras y en un intento de apartarla, la empujo y ella cayó escaleras abajo- sus ojos buscan en Alessandro alguna respuesta pero ni él ni Magnus son capaz de decir algo ya que se pueden poner en el lugar de Tyler. Ellos reaccionaría de la misma forma si fuera su historia.

- mis hijas no tienen que ver con esto- sigue Alessandro, - por favor, Tyler. Mátame a mí si eso te hace sentir mejor-

Tyler, niega con la cabeza, - quiero que veas, lo que yo ví- pero en ese preciado instante, las sirenas de la policía inundan el lugar, seguido de unos disparos y eso es la señal que necesitan ya que Killian le da un golpe al hombre más cercano y toma el arma, Aiden hace lo mismo solo que necesita dispararle en el brazo para que no lo estorbe y Zac, se encarga de los dos hombres que tratan de llegar a Alessandro pero Tyler sigue allí y al estar al alcance de Mackenzie, la toma del brazo y la apunta directamente en la cabeza, poniéndola como escudo.

- ¡no se muevan!- gruñe Tyler viendo como todas las personas a su alrededor, más bien ninguno de sus hombres, se paralizan ante el cuadro.
- la voy a matar- sonrie fríamente mientras da unos pasos sin despegarse de Mackenzie.

- Déjala- sigue Killian levantando las manos, - se termino-

- ya, basta- sigue Aiden que trata de avanzar.

- ¡No se acerquen!- ruge Tyler.

- Tyler, suelta a mi hija- sigue Alessandro, - toma los papeles, llévatelos-

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