✿ | • treinta • | ✿

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Abro los ojos lentamente, con mi mano busco el cuerpo de Sergio pero sucede todo lo contrario, ya que él no está. Froto mis ojos con las manos y me acomodo en la cama. Miro una nota en sobre el buró, tomó la hoja y la leo.

"Preciosa tuve que irme a entrenar, tenemos que preparar el partido de este Domingo. En la tarde vengo a verte, te amo pequeña"

Una sonrisa se forma en mi rostro al terminar de leer la nota. Miro la hora en mi teléfono y tengo el tiempo justo para irme a trabajar. Voy al baño y me doy una corta ducha, terminando hago mi rutina de cada mañana a excepción que está vez no desayuno aquí por el tiempo.

Salgo de mi edificio y me subo al taxi que ya me está esperando. Le pido que le dejé unas calles antes en dónde hay una cafetería. Bajo del auto y entro a la cafetería pido cuatro cafés después de unos minutos me dan mi orden y pago en la caja. Ahora sí con pasos apresurados camino hasta mi oficina.

— Buenos días — Hablo al entrar a la oficina, el resto de mi equipo ya está.

— Buenos días Liz — Me saluda Amanda alzando su mano, está sentada en su escritorio frente a su computadora.

— Uno para ti — Me acerco a donde está Amanda y le doy uno de los vasos de café — Y esto para ustedes — Repetí lo mismo con Luis y Alberto.

— Muchas gracias — Responde Luis sonriendo — ¿Y esto a qué se debe? Que hemos hecho bien — Bromea.

— Trato de ser buena con ustedes. Además ayer salimos muy tarde de aquí, el café les servirá para despertarlos y empezar de buena manera otro día de trabajo — Dejo mi bolso sobre mi escritorio y me quito el suéter que traigo — Que tenemos que hacer hoy —

— Bueno esta es la agenda del día de hoy. Tenemos que salir a las calles y hacer un par de entrevistas, revisar algo del material de ayer para ver qué podemos hacer algún vídeo, artículo —

— Bueno entonces mano a la obra — Dije y los tres asintieron.

Revise en la web que las notas periodísticas que envíe ayer ya estaban publicados. Mire algunos vídeos  del partido de ayer para ver qué puedo rescatar de información y hacer alguna nota o vídeo. Y así fue como estuvimos casi tres horas, después salimos a las calles a entrevistar a las personas, en especial a madridistas sobre el partido de ayer, es un día agotador pero es mi trabajo y me gusta lo que hago.

La noche está por caer sobre la ciudad, esta vez salgo más temprano de mi trabajo. Luis como buen amigo me llevo a mi casa, después de unos minutos de camino nos despedimos y baje del auto. Entró a recepción y me detengo al ver a Dani con la chica que atiende la recepción.

— ¿Dani? — Pregunto y él voltea a verme, una sonrisa se forma en su rostro.

— Liz — Murmura al verme — Te esperaba esperando —

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó con un tono seco.

— ¿Podemos hablar? — Pregunta acercándose a mí y lo miró dudando en aceptar su propuesta.

— Está bien, pero que sea rápido — Respondo y él asiente.

— Podemos ir a un restaurante muy cercano de tu departamento. Te prometo no hacer nada que tú no quieras — Asiento una vez más.

Los dos salimos del enorme edificio, Dani abrió la puerta del lado del copiloto, me deslizó dentro de auto y mientras él rodeaba su auto me abrochó el cinturón de seguridad. Dani conduce hasta una zona de restaurantes de la ciudad, solo miro las calles a través de vidrio de la ventana y ninguno al parecer toma la iniciativa de romper el silencio.

Finalmente llegamos al restaurante, bajo del auto y Dani intenta juntar nuestras manos, pero lo detengo y él asiente. Entramos al restaurante y uno de los meseros nos guía a una de las mesas.

— Sean bienvenidos, en unos minutos vengo a tomar su orden — El chico nos da la carta del menú y se aleja dejándome sola con Dani.

Por unos minutos cada uno piensa que ordenar. El chico vuelve y les decimos nuestras respectivas órdenes.

— Gracias por aceptar venir — Asiento.

— ¿Y como hasta estado? — Le pregunto.

— No muy bien, como debiste ver ayer no fue mi mejor partido. Debiste de leer todas las críticas en los periódicos —

— Dani, eres un gran jugador eso jamás debes de dudarlo — Le dedicó una sonrisa — No hagas caso a las críticas, no fuiste el único que tuvo un lado partido. Son un equipo y la derrota y eliminación de ayer no solo fue tu culpa —

— Extraño esto de ti Liz, fui un tonto al no saber valorarte, darte tu lugar — Miro a Dani — Deje ir a la mujer de mi vida —

Sonrío levemente, el resto de la cena ninguno de los dos menciona alguna palabra. Después de unas horas Dani me lleva a mi departamento.

— Gracias por la cena y cuando necesites a alguien que te escuché cuenta conmigo — Bajó del auto y volteo a mirar a Dani.

— Gracias Liz, en verdad muchas gracias — Asiento. Dani besa mi mejilla y sonrió.

Entró al edificio de mi departamento, usar el elevador y después las puertas de este se abren en el piso donde está mi departamento. Abro la puerta con las llaves y enciendo las luces.

— ¿Sergio? — Miro a Sergio sentado en la silla con su teléfono en mano.

— Por fin llegas, he estado enviando mensajes. Me tenías preocupado Liz ¿Acaso no has visto la hora que es? —

¿Ahora que es lo que le digo?

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𝐕𝐀𝐒 𝐀 𝐐𝐔𝐄𝐃𝐀𝐑𝐓𝐄 || SERGIO REGUILÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora