✿ | • cuarenta y cuatro • | ✿

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— ¿Aún la quieres verdad? — Marcelo me mira y bajo la mirada — Eso es un sí —

— La quiero Marcelo, la quiero con mi alma, pero lo que me hizo no se olvida tan rápido — Golpe la pared de la rabia — Me duele que me haya sigo infiel con Dani, cuando él es mi compañero de equipo —

— Sergio, hermano si aún la quieres dale la oportunidad... Liz es una buena chica tal vez ella no sabía cómo decirte la verdad también entiéndela —

Vuelvo a los vestuarios junto a Marcelo, ninguno de los dos habla en el camino mientras me sumerjo en mis pensamientos. Al entrar voy directo con Fede.

— ¿Qué pasa Sergio? — Pregunta Ami amigo al verme, suspiró y me siento a su lado — ¿Paso algo? — Me mira preocupado.

— Fede ¿Liz, cómo está ella? — Pregunto y Fede me mira sorprendido.

— Bueno ella está bien, no han Sido sus mejores semanas pero las chicas y yo estamos al pendiente de ella. Realmente nos preocupa — Responde — ¿Por qué? —

— Sólo quería saber cómo está ella, igual me preocupa su estado en el que está — Fede asintió — Y ella no tiene nadie más...ya sabes Dani —

— No Sergio, ella no está con Dani porque no lo quiere. Liz quiere a otra persona... No es como tú qué ya estás con otra chica —

Fede me mira serio y se aleja de mi, puede que tenga al razón de razón. Si soy sincero conmigo mismo no quiero a Martha como quise a Liz.

Liz realmente fue especial, fue una persona muy espacial en mi vida incluso creo que aún lo sigue siendo.

Salimos del estadio después de un rato, fui directo al autobús y me senté solo. Realmente necesito estar solo y aclarar mi mente.

Fuimos directo al aeropuerto y tomamos un vuelo de regreso a Madrid, después de una hora de viaje logramos llegar a Madrid.

— Hola lindo — Martha me recibe con un abrazo sorpresivo — Felicidades por la victoria mi chico —

Juntó nuestros labios en un beso y juntos vamos al comedor a petición a Martha.

— Espero que te guste muchísimo lo preparé yo misma — La abracé y acerqué hacía mí.

— Sé que no eres muy buena cocinando, pero el gesto que tuviste es muy lindo preciosa — Beso su mejilla.

El timbre de la casa se escucha, nos miramos confundidos.

— No esperó a nadie — Dijo y asentí.

— Iré a abrir — Martha asintió está vez. Voy directo a la puerta y la abro — ¿Liz? —

Miró a Liz que sonríe tímidamente en mi dirección, su sonrisa simplemente es perfecta.

— Hola Sergio — Responde.

— Bebé ¿quien es? — Escucho al voy de Martha y Liz me mira sorprendida — Ah hola — Martha llega a mi lado.

𝐕𝐀𝐒 𝐀 𝐐𝐔𝐄𝐃𝐀𝐑𝐓𝐄 || SERGIO REGUILÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora