𝐕𝐀𝐒 𝐀 𝐐𝐔𝐄𝐃𝐀𝐑𝐓𝐄 || SERGIO REGUILÓN ||

✿ | • cuarenta y tres • | ✿

Estos últimos días el clima en Madrid ha estado muy raro, casi en todas las tardes llueve y hoy no es una excepción.

Han pasado un par de semanas desde lo sucedió en mi departamento, he seguido el consejo de Danny, pensar bien si eso es lo que quiero aunque la verdad es que no sé ni si quiera eso.

Mi vida es un total desastre, soy un fracasó en todo ¡En todo!

Entro a la pequeña cafetería que hay a unos metros de mi trabajo, ordenó un café y un pan para llevar. Aún tengo trabajo pendiente y al llegar a casa trataré de terminar con ese trabajo

Subo al Uber que pedí y después de unos largos mi minutos estoy frente al edificio donde está mi departamento. Bajo de este y subo con pasos apresurados hasta el piso.

Dejo mis cosas sobre el sofá y mi café y el panqué compre sobre la encimera de la pequeña cocina. Me siento en le comedor y enciendo mi ordenador, mientras eso sucede tomo un sorbo de mi café.

Abro el correo electrónico y lo primero que veo es un correo de mi jefe, es el correo que con muchas ansias he estado esperando.

Nerviosa lo abro y leo cada uno de los párrafos que vienen escritos en el. Al terminar suspiró, me recargo sobre la silla y miro el techo.

"Sí tú deseo es abandonar la empresa, lo entiendo. En unas semanas que terminé la temporada firmas el contrato que te desvincula con la empresa, mucha suerte en tus próximos proyectos".

No sé si hice mal en enviarle ese correo a mi jefe, pero estaba desesperada. Sólo quiero paz, quiero sentirme bien conmigo misma y aquí no creo hacerlo.

Las noticias de Sergio y su nueva novia están a todas horas, en todos los medios y las redes sociales. Todo esto es demasiado.

Fue mi culpa todo esto, por mis errores estoy pagando con esto. No voy negar que sigo amando a Sergio, y me duele verlo con otra chica, yo estropeé la bonita relación que teníamos y eso jamás me lo perdonaré.

•••

DÍAS DESPUÉS:

El árbitro pita el final del partido, el Real Madrid logro la victoria de visita. Está vez tuve que viajar junto al equipo aunque hice todo lo posible para que esto no fuera posible, pero trabajo es trabajo.

Junto a mi equipo vamos directo a la zona de prensa dónde tenemos que entrevistar a algunos jugadores.

Tras esperar unos minutos a lo lejos veo a tres jugadores de cada equipo dirigirse con cada uno de los medios. Mis pies comienza a temblar al verlo, él se dirige hacia mí.

—¿Empezamos? — Me mira serio y solamente asiento.

Lo tengo frente a mí, las ganas de abrazarlo y decirle que me perdone son inmensas, pero tengo que controlarme. No quiero romperle frente a él ni mucho menos delante de todos las personas que están a nuestro alrededor.

Trago saliva y comienzo con cada una de las preguntas, en algunas ríe. Esa sonrisa hermosa tan característica de él, simplemente es perfecta.

— Muchas gracias por tu tiempo Sergio — Sonrió en su dirección y él asiente.

Luis deja de grabar y miro hacia él suelo, ninguno de los dos dice alguna palabra.

Cuando tomo la iniciativa de romper con este silencio incómodo, me doy cue ya que ya no esta. Se ha ido.

Contengo las ganas de llorar, aprieto mis manos en forma de puño y miro al suelo.

Tranquilízate Liz, no frente a todos, no te rompas frente a todos. Es lo que me digo a mi misma.

— ¿Estás bien? — Siento una mano sobre mi hombro, volteo y miro a Marco.

— Sí — Sonrío levemente.

— Intenté hablar con Sergio y le dije que cambiaramos de medio pero él no quiso — Asentí — No mientas Liz, te conozco amiga y sé que aún eso te afecta —

Mi vista se nubla por las lágrimas — Intento ser fuerte Marco, pero no puedo — Un sollozo se escapa.

Junto a Marco vamos a uno de los pasillos dónde no hay nadie, o eso se ve a simple vista.

— Lo superarás ¿Sí? Es difícil al inició, pero lo superarás Liz. Eres una chica muy fuerte y saldrás de esta —

— No sabes lo arrepentida que estoy Marco, como quisiera viajar en el tiempo y remediar esos errores que hice. Si tan solo le hubiera dicho toda la verdad a Sergio desde eun inicio, nada de esto estuviera pasando — Marco me abraza y termino llorando en su hombro.

•••

— ¿Sergio que estás escuchando? — Marcelo llega a mi lado — ¿Es Marco? — Pregunta en un susurro.

Me duele ver a Liz de esta manera, me rompe el corazón verla llorar, verla tan frágil. Las ganas de ir y abrazarla son inmensas, pero lo que me hizo aún sigue presente en mí.