✿ | • treinta y siete • | ✿

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— Como quisiera hacer esto todos los días — Murmura Dani juntando nuestras frentes.

— No Dani — Me separó de él rápidamente — Esto, esto no puede ser —

— Liz... — Niego rápidamente.

— Yo estoy con Sergio, esto fué un error —

Me alejo de él con pasos apresurados, cuando estoy suficientemente alejada de él cubrí mi rostro con mis manos ¿Qué es lo que acabo de hacer?

Después de unos minutos mi equipo llega al estacionamiento con todo el material que utilizamos. Fuimos a la oficina a hacer lo mismo de siempre después de cada partido.

No vuelvo a casa hasta después de unas horas, le agradezco a Alberto por traerme a mi casa, nos despedimos y sin hacer mucho ruido entro a la casa. Enciendo las luces para ver mejor, me quedo un rato en el salón principal pesando en lo sucedido hace rato con Dani.

Fue un error, un error ¿Cómo pude haber caído en él otra vez? Espero que nadie haya visto eso, pero de algo estoy segura y es que tengo que decírselo a Sergio, no puedo le seguir ocultando cosas, no lo merece.

Subo a mi habitación y al entrar ni hay nadie, me siento me el borde la cama y le mando un mensaje a Sergio. Espero unos minutos por si los he y responde, pero al final termine por quedarme dormida.

AL DÍA SIGUIENTE:

Me despierto por algunos ruidos que se escuchan en la habitación.

— Sergio... — Sonrío al ver a Sergio frente al espejo cepillando su pelo.

Él no me responde, me levanto de la cama y le acerco a él para abrazarlo por detrás, pero Sergio se quita ¿Qué es lo que le sucede?

No digo nada y entro al baño para ducharme, en una hora tengo que acompañar a mis padres al aeropuerto, ellos tienen que volver a México sus trabajos les impiden quedarse mucho tiempo aquí en Madrid.

Después de una ducha refrescante me cambio de ropa y me maquillo, me pongo por último los zapatos.

— Tus padres nos están esperando ?te falta? — Mi vista se dirige a Sergio, la expresión de su rostro es de seriedad.

— Ya voy — Dije. Él asintió — Sergio — Lo llamo.

— ¿Qué? — Pregunta sin verme.

— ¿Sigues molesto por lo del partido de ayer? — Pregunté con un nudo en la garganta.

— No es solo por el partido Liz — Menciona y sale de la habitación.

Me quedé pensando su respuesta por unos minutos ¿A qué se refiere? Tome mi bolso y baje las escaleras.

Sergio es quien conduce al aeropuerto, en el camino mantiene un conversación con mis padres simplemente lo que hago es escucharla.

Acompaño a mis padres a la entrada del aeropuerto, me despido de ellos con un cordial abrazo, lo mismo sucede con mi hermana. Los miro por última vez hasta que llegan a la zona de chequeo de vuelos internacionales.

— ¿Me vas a decir lo que te pasa? — Sergio sigue su camino a la salida dela aeropuerto mientras lo sigo, no responde nada — Sergio —

No recibo respuesta de su parte, suspiró y entro al auto. No hace falta mencionar que el camino de vuelta a casa fue en silencio, ninguno de los dos menciono alguna palabra.

Siento mi teléfono vibrar, lo saco de mi bolso y miro el mensaje de whatsapp.

"Necesitamos aclarar lo que pasó ayer, si de verdad me quieres y sentiste lo mismo que yo después del beso te veo está tarde en el restaurante al que íbamos siempre en tres horas, te quiero pequeña espero verte ahí"

Miro a Sergio y trago saliva.

— ¿De quién es el mensaje? — La voz de Sergio me saca de mi burbuja de pensamientos.

— De Aitana — Respondí rápidamente.

Sergio simplemente asiente, lo miro por unos minutos y ahora sé que es lo que tengo que hacer, haré lo que debí de hacer desde un principio.

𝐕𝐀𝐒 𝐀 𝐐𝐔𝐄𝐃𝐀𝐑𝐓𝐄 || SERGIO REGUILÓN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora