QUINCE

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Steve abrió los ojos cuando la alarma de las siete de la mañana comenzó a sonar en su celular. De inmediato, llevó una mano hasta su mesita de noche y detuvo la melodía chillona. Natasha se movió a su lado, protestando porque había estado muy cómoda usando al supersoldado de almohada.

El hombre soltó una carcajada y decidió que era el momento perfecto para entregarle algo. Natasha sintió que él puso algo frío alrededor de su muñeca. Al abrir los ojos se encontró con una delgada pulsera dorada.

―Pensé que sería perfecto para ti.

Romanoff sonrió al ver el dije redondo con la forma del escudo del capitán América. Su experiencia en joyas le permitió distinguir que la pieza estaba hecha con oro de buena calidad.

―Me gusta. Gracias.

―Yo te agradezco por haberme apoyado con el asunto de Amy. He estado algo decaído los últimos días. Tuviste razón desde el principio. Soy algo fácil de engañar.

―Estoy segura de que irás mejorando.

La mujer mordisqueó la barbilla del rubio de forma juguetona. El celular de Steve volvió a sonar, esta vez se trataba de una llamada. El hombre tomó el celular y se puso en pie. Escuchó atentamente, confirmó que iría y después colgó.

―¿Algún problema? ―preguntó la rusa.

―Hay una misión de rescate urgente. Debo estar listo en diez minutos.

―¿No estoy en el equipo? ―inquirió con sorpresa.

―Apenas llegaste de otra misión, así que no. Quiero que descanses.

Romanoff se tapó con las sábanas.

―Como ordene, capitán.

~<>~

Natasha supo que ese día no sería como cualquier otro cuando Steve la llamó para informarle que Fury estaba en el hospital, gravemente herido. Ella prometió ir lo más pronto posible. A pesar de intentarlo, llegó en el momento en que declararon muerto al hombre del parche.

La orden de llevar al capitán al Triskelion fue enviada a los agentes de HYDRA. La pelirroja ignoró su celular en el bolsillo al ver el rostro afligido del supersoldado. Brock Rumlow insistió a Steve en que debía ir de inmediato hasta el edificio de SHIELD. Natasha le dijo que se quedaría un momento más con Hill y que después lo alcanzaba. Él quiso besarla, pero había demasiada gente cerca. Se limitó a sonreírle antes de seguir a los agentes de STRIKE.

Romanoff entró a la habitación donde estaba el cuerpo de Fury. Lo observó por unos minutos. María estaba en un rincón, firme y seria. Sus ojos rojos eran la señal de que estaba sufriendo por el deceso de su jefe. La rusa estaba decepcionada porque su plan no había salido como había querido. Ella había alertado a HYDRA que Fury sospechaba que había algo turbio en SHIELD, días después de que el fallecido se reuniera por mucho tiempo con Tony Stark. Había querido asegurarse de estar en el equipo ganador, así que facilitó que pudieran acceder a la información que buscaban en mucho menos tiempo. Y ahora el único hombre que hacía que Pierce se sintiera amenazado estaba muerto.

Le dijo unas palabras de consuelo a la agente de cabello negro antes de salir del hospital. Con menos vigilancia, llamó a Pierce para ponerse al tanto. El líder de HYDRA respondió muy furioso debido a que Rogers había escapado del Triskelion. El hombre le ordenó que encontrara al supersoldado y que informara su paradero a los agentes que lo buscaban.

Al acusar oficialmente al capitán América del asesinato del director de SHIELD, no solamente garantizaron que él sería buscado por las autoridades, sino que también encontraron la excusa perfecta para que Pierce pudiera convocar una reunión urgente con el Consejo Mundial de Seguridad, con el fin de buscar aprobación para acelerar los últimos ajustes del Proyecto Insight.

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