ESCENA EXTRA

1.6K 143 92
                                    

Natasha Romanoff se acercó hasta el mostrador de la confitería para ordenar que llevaran dos cafés y algunas masitas a una de las mesas que estaba afuera del local. Al salir, Maria Hill le hizo una señal con la mano para llamar su atención.

―Espero que no te moleste que haya pedido algo para las dos. Dijiste que era un asunto urgente que no podía esperar y salí sin comer.

La mujer de cabello negro asintió sin mostrar nada parecido a una sonrisa.

―No te llamé para socializar, Natasha. Si esperabas que después de regresar con Steve todo quedaría atrás, estás equivocada. No confío en ti. Pienso que él tampoco debería hacerlo.

―¿Se lo dijiste a Steve?

―No podía hacerlo cuando no tenía nada contra ti. Eso cambió y por eso estamos aquí.

La pelirroja se tensó. La llegada de la mesera con el pedido impidió que pudiera responder de inmediato a las palabras de Hill.

―Por favor... No puedes tener nada―comentó una vez que estuvieron solas.

―El otro día fui a visitar a Clint y descubrí que la información que lo guio a sospechar que Steve tenía un hijo no se la envió Tony. Alguien, con habilidades excelentes de hackeo, entró al servidor personal de Stark para añadir una carpeta más ―explicó.

Maria esperó pacientemente a que ella reaccionara a lo que había descubierto. Natasha bebió de la taza frente a ella sin agregar nada.

―Sé que fuiste tú ―aseguró Hill.

―¿Por qué haría algo así?

―Estuve pensando mucho en cuales podrían ser tus motivos ―endulzó lentamente el café frente a ella.

Natasha se escudó utilizando una sonrisa incrédula.

―¿A qué conclusión llegaste?

―Eres muy astuta, lo reconozco. Hiciste todo esto para tener a Steve de vuelta.

―¿Piensas que no amo a mi hija?

―Es la hija de Steve, no tuya.

Romanoff se molestó.

―Soy la única madre que conoce. No la metas en esto.

―Tú lo hiciste desde el principio. Debería aplaudirte, todo salió como querías. Steve está loco por ti y su hija. Es una pena que su pequeña burbuja tenga que reventar.

―No puedes probar tus acusaciones ―la retó.

―No necesito hacerlo. Ambas sabemos que solo debo sembrar la duda en Rogers para que lo que tienen ustedes termine. No solamente te quedarás sin él, también sin la niña. Ahora que no es un fugitivo, tiene todas las de ganar en un juicio por la custodia.

La rusa hizo su mejor esfuerzo al no demostrar que Maria estaba logrando ponerla furiosa.

―¿Qué es lo que quieres? No me digas que ahora te interesa Steve. Recuerdo que tuviste tu oportunidad con él, cuando te perseguía.

Hill soltó una risa.

―No se trata de eso. Sino de que tengas lo que mereces. ¿Creíste que vivirías feliz para siempre? ―preguntó con burla―. En algún momento tenías que pagar todo lo que hiciste.

―¿Y ahora qué?

La mujer de cabello negro sonrió al ver acorralada a la pelirroja.

―La expresión que tienes ahora es la que quería ver.

Natasha suspiró cansada de la situación. Buscó con la mirada a la mesera y la llamó haciendo una señal con la mano. Tranquilamente, pidió que pusieran las masitas para llevar y que agregaran tres más, desconcertando a Hill.

―Me parece divertido que asumas que conoces a Steve mejor que yo. Nosotros comenzamos de nuevo. Él confía en mí. Sabe que no haría nada que lo lastimara. Sin pruebas, solo tienes acusaciones... Si eso es todo, regresaré ya que no puedo descuidar a mis invitados en casa. Yo invito ―se levantó para ir hasta el mostrador y retirar su pedido.

Natasha subió a su vehículo y revisó su celular. Yelena le informó que Hill no llevaba ningún micrófono encima. La pelirroja tomó atajos por calles secundarias hasta recibir la llamada de Belova.

―Está hecho, Natalia. Esa agente no volverá a molestar.

―Gracias. Te espero en casa en diez minutos para el desayuno ―colgó la llamada después de escuchar la respuesta.

Realmente había deseado que Hill no hubiera metido su nariz donde no debía. Las acusaciones de Maria eran ciertas, ella había enviado la información a Barton, sabiendo que Rogers no descansaría hasta encontrar a su hija. Esa jugada había sido tan arriesgada que en algún momento llegó a pensar que se había equivocado. Por fortuna, Steve había regresado con ella y todo marchaba bien. Que el americano comenzara a dudar de nuevo de ella podía hacer que lo perdiera todo y no pensaba arriesgarse.

Se encargaría de que nada la alejara de Zoe y Steve. Costara lo que costara.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Así termina Temptation 🤭.
Gracias por leer 🙌.

TEMPTATION Donde viven las historias. Descúbrelo ahora