Cuando Steve, Wanda y Sam llegaron a su destino, un lugar apartado de la ciudad, se percataron de que alguien había llegado antes. A medida que avanzaban, los hombres tirados en el piso sirvieron como guía hacia el interior. Los tres se mantuvieron alerta en caso de un ataque. Dentro de la bodega, encontraron armamento robado al ejército de los Estados Unidos que se contrabandeaba en el mercado negro.
Escucharon un sonido proveniente de una sala del fondo. Steve les dio la señal de que esperaran mientras que él iba a investigar, con su escudo protegiéndolo. Para que no fuera tan evidente que se trataba del ex capitán América, el rubio le había quitado toda la pintura al vibranio, dejándolo con el mismo aspecto que tenía cuando lo vio por primera vez en el taller de Howard Stark.
Quedó sin poder avanzar cuando distinguió el brazo de metal de su amigo de la infancia. Barnes estaba con la cabeza inclinada hacia adelante, pendiente de lo que fuera que se estuviera quemando en el bote de metal frente a él.
―Buck... ―susurró el supersoldado.
―Steve ―dijo el ex sargento, mirándolo solo un momento antes de regresar la vista hacia el fuego consumiendo lo que parecía ser papel.
―¿Sabes quién soy? ―inquirió con desconfianza. El asentimiento de él le hizo hacer otra pregunta ―¿Por qué no me buscaste?
El fuego se extinguió y Barnes se giró en dirección al rubio.
―No me sentía en condiciones para acercarme. Tenía que eliminar toda posibilidad de que alguien pudiera volver a controlarme antes de intentar contactarte. Además, creo que ya tienes suficientes problemas al ser un fugitivo.
Steve suspiró.
―Eso no impediría que te ayudara.
―Lo sé, todo indica que sigues siendo el mismo hombre que conocí hace mucho tiempo. Bueno, casi el mismo, ahora tienes barba.
Rogers sintió un alivio al ver la leve sonrisa de su amigo. Era como si ese pequeño acto le dijera que podría volver a tenerlo cerca.
―¿Quieres ir a charlar a otro lugar? ―ofreció el rubio.
Wanda se impacientó y utilizó sus poderes para percibir si el líder del grupo necesitaba algo de ayuda. Sam y ella habían acabado de transportar las armas al camión en el que habían llegado. En realidad, ella había utilizado sus poderes para elevar todas las pesadas cajas mientras que Sam observaba. La sokoviana llevó una mano a su pecho al ver a James acercarse al lado de Steve.
―Te conozco... ―dijo Barnes al llegar frente a ella.
Maximoff asintió sin estar segura de qué decir.
―Te entrené ―terminó de decir el hombre de cabello largo.
―Vendrá con nosotros ―informó Steve.
Sam observó con el entrecejo fruncido a Bucky, pero no dijo nada. Sabía que tanto Steve como Wanda tenían asuntos que resolver con él, así que se limitó a subir al camión y encender el motor.
Cuando llegaron a la casa, Steve preparó algo de café para los tres. Wanda se sentó en una silla del rincón, mientras que Sam los observó desde la cocina. Steve estaba parado recostado contra la pared y Bucky se sentó en el sofá.
―¿Recuperaste tu memoria por completo? ―El líder hizo la primera pregunta.
Barnes negó.
―Me faltan varios fragmentos durante las misiones a lo largo de estos años. El pasado antes de convertirme en un arma está algo borroso, pero me ayudó a saber quién soy realmente. No te busqué por ayuda porque el castigo que tenía planeado para los que me hicieron esto era la muerte. No quería que la sangre te salpicara.
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TEMPTATION
FanfictionHistoria finalizada| A veces hacemos lo correcto por las razones equivocadas. 𝙻𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚓𝚎𝚜 𝚗𝚘 𝚖𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚎𝚌𝚎𝚗, 𝚜𝚒𝚗𝚘 𝚊 𝙼𝚊𝚛𝚟𝚎𝚕.