one shots Beyblade burst

🌹Daigo Kurogami 🌹

Daigo sería el tipo de novio que en su primera cita, te llevaria a ver una película de terror....

Hace dos meses que habías empezado a salir con tu novio , la verdad aunque no fueran como las típicas parejas que son cursis hasta los huesos, ambos estaban seguros de que se amaban el uno al otro.

Durante la escuela para ser mas precisos en la hora del recreo, se te acercó y pidió hablar contigo. Normalmente cuando deseaban hablar de algo se veían en la casa del otro, así que comenzaste a sospechar que algo pasaba.

Te susurró al oído que quería tener una cita contigo, a lo cual tú lo miraste extrañada , él aunque si era de vez en cuando detallista , no era del tipo de tener citas.

Pero no podías negarte, a decir verdad siempre habías querido tener una cita con él. Ni siquiera cuando fue su primer encuentro tuvieron una cita, solo hablaron como de costumbre.

Ahorita mismo te encontrabas en tu habitación escogiendo la ropa que te ibas a poner, ya te habías dado una ducha, pero aún faltaba lo más importante , ¿Qué diablos te ibas a poner?

Lo meditaste un buen tiempo, para cuándo miraste la hora ya solo faltaban treinta minutos para que Daigo llegara a recogerte. No te alarmaste ni nada por el estilo solo improvisaste, tomaste un pantalón de color negro , una blusa que llegaba a cubrir por debajo de tus pechos y una chaqueta para cubrirte, y para finalizar unos tenis color blanco.

Laciaste tu cabello, y diste los últimos toques a tu apariencia.

Momentos más tardes llegó aquel pelinegro, bajaste y le abriste la puerta, para tu sorpresa este traía una rosa roja en sus manos que posteriormente paso a las tuyas, pero la verdad le pusiste más a tención a la forma en la que venía vestido, se veía muy atractivo.

Una chaqueta junto con una playera blanca, pantalones grises y para terminar unas tenis blancos con tonos rojos.

¿Nos vamos?— preguntó mientras ofrecía su brazo para escoltarte.

Eh, si claro— dijiste emocionada, aceptaste su brazo y salieron de tu casa.—

Muy bien, y ¿Se puede saber a dónde vamos?— hablaste sin romper aquel agarre entre tu novio y tú.—

Es sorpresa, digamos que se te pondrán los cabellos de punta.— respondió con si típica sonrisa .—

...

Y oh vaya, el cine, jamás pensaste en que tú serio y gótico novio fuera capaz de llevarte al cine por dos buenas razones.

1-. Era el típico lugar cliché donde ocurrían las primeras citas.

2-. Él no era fanático de las películas y menos si ocurrían en una sala donde había gente extraña.

Lo miraste confundida, en cambio el tenía una sonrisa de oreja a oreja, ¿Qué le pasó al Daigo que conocías?.

Compró los boletos, y cuando preguntaste ¿Cuál verían? Él solo te calló con un beso.

Recorrieron casi todas las salas ya que la película que estarían a punto de ver estaba en la última sala del cine, lo cual ya era bastante raro siendo que era una de estreno. ( Te va a violar , corre perra corre!!(>0<；)

En fin, llegaron a sus asientos y esperaron a que los comerciales pasaran, segundos después apareció el dichoso título de la película.

"Mente criminal"

En tu cerebro solo hizo una tipo explosión, eras fanática de las películas de misterio, terror y ficción, pero anteriormente te habían contado tus amigas que está película era algo fuerte inclusive para ti.

Supuestamente quien escribió la película estaba completamente loco, y tan pronto terminó su novela empezó a matar gente, ya que una vez terminará la primera película empezaría su continuación por parte suya.

Da-daigo.—llamaste a tu novio con un tono de miedo.—

¿Sí?— volteó y miró que tenías un par de lágrimas en tus ojos.—

Mejor vayamos a ver otra, aún no ha empezado y ya tengo miedo.— tomaste su mano en señal de súplica, sin embargo recibiste un beso en tu frente.—

Oh tranquila [  ] , no será tan mala, además si tienes miedo puedo ir a dormir a tu casa.— dijo tratando de calmarte.—

De acuerdo.— respondiste no tan seguro de aquello.—

...

Al final ambos durmieron en tu casa ya que la película fue demasiada fuerte para ambos, que era 100% seguro de que tendrían pesadillas.

Pero si ven el lado positivo ambos pudieron tener una cita inolvidable, tanto que la recordarán hasta el final de los tiempos.

Moraleja: hazle caso a tu instinto y no veas cosas que no quieres ver.