✓ GONAKRU ~ Los 100

Capítulo 8

Kayla POV

Ya de noche, Clarke y Lexa estaban hablando un poco apartadas del grupo, yo estaba al lado de Bellamy.

- ¿Cómo supiste que fue Gustus? -pregunta Lincoln al chico de mi lado-.

- Él haría lo que fuera por ella, por protegerla, tenía lógica.

- Mira cómo se lo agradece -dice Octavia-.

Yo decidí no interrumpir la conversación, ellos veían las cosas diferentes a nosotros, se habían inculcado en diferentes culturas.

- ¡Chicos! -llama Raven-.

- ¿Qué pasa?

- Escuchad.

"No sabemos cuanto tiempo nos queda, daos prisa", se escuchaba por una radio que la chica se había encargado de arreglar.

"Aquí Jasper Jordan"

- Habla con él, dile algo -dice Clarke-.

- Es grabado, están vivos.

- Tenemos que hacerlo ya -habla Bell refiriéndose al plan que habían estado llevando a cabo- Hemos conseguido la alianza, hagamos uso de ella.

- Antes necesitamos un topo, tenías razón, sin alguien dentro que baje sus defensas... y desactive la niebla ácida, un ejército es inútil. Hazlo tú -sugiere la rubia-.

- Creía que no te gustaba ese plan, que no querías que me mataran.

- No puedo ser tan débil, vale la pena arriesgarse. El mapa del Mount Weather, busca un acceso y háblanos -le tiende un papel y una radio- Buena suerte.

- Bell, ¿cómo franquearás... -pregunta su hermana-.

- Te guiaré por los túneles -dice Lincoln-.

- No puedes volver ahí, aún no.

- Lo haré yo, los conozco al igual que tú Lincoln -digo ganándome las miradas-.

- Te enseñaré lo que debes buscar -dice Raven a Bellamy apartándose del grupo-.

- Kayla, puedo ir yo, debo enfrentarme a lo que he hecho -me dice mi compañero-.

- De ninguna manera, tú te quedas aquí con Octavia, necesitáis que la alianza se mantenga en pie. Hacedlo.

- Gracias Kay -agradece Octavia mientras me da un abrazo-.

- Necesito que me cubráis con mi hermana, querrá venir conmigo y esa es zona de segadores.

- No te preocupes, la cuidaremos.

- Mochof -Lincoln le traduce lo que he dicho, que es gracias-.

A la mañana siguiente, salí de la tienda con cuidado de no despertar a Ap, no quería que me preguntara.

Me junté con Bellamy y nos fuimos hacia los túneles.

- No deberías haber venido -me dice mientras caminamos-.

- ¿Por qué, no confías en que pueda con los segadores?

- No es que no confíe, es que me preocupa que te pase algo.

- Aww, muchas gracias por preocuparte, pero en serio, puedo con ellos.

- Está bien -levanta sus manos como forma de que se rinde- Lincoln me ha contado lo que le hicieron al llegar.

- Cuenta.

- Te quitan la ropa, disparan agua hirviendo y te empapan con algo que quema más aún.

- Una cálida bienvenida.

- Nunca mejor dicho -se ríe- Luego los separan. Cosecha y Cerberus, se convierten en segadores.

- ¿Cerberus?

- Sí, el perro de tres cabezas, mi madre siempre nos leía mitología, a Octavia le encantaba.

- Ella es fuerte.

- ¿Por qué ayudaste a mi hermana? -se detiene y me giro hacia él-.

- Cuando Lincoln nos pidió ayuda, nos dijo que estaba envenenada. Me recordó a cuando mi padre enfermó, en ese momento no había cura y no pudimos hacer nada, ni por él ni por las cientos de personas más. Supongo que fue un poco reconfortante curarla.

- ¿Y después de eso? ¿Por qué seguiste a su lado?

- Vi una buena persona en ella, pensé que tal vez vosotros erais igual, que podríamos ser mejor si nos uníamos.

- Gracias, debemos seguir.

- Claro, pero no por ahí, por este camino -señalo a mi derecha- hay una mina, sígueme.

Nos paramos cerca de la entrada.

- La montaña tiene muchos ojos de aquí a los túneles -le explico- Ahora, máxima atención a tu alrededor.

- ¿Qué pasa si nos topamos con segadores?

- Solo ven el rojo, si algo malo ocurriese, me encargaré de ellos. Andando, con cuidado.

Estuvimos caminando durante unos minutos, en los que se hizo de noche.

Cuando llegamos a los túneles, los dos cruzamos miradas y entramos.

- En cuanto abran la puerta entramos, no dejes que se cierre -le digo- Cuando estén todos muertos, entras y finges que has escapado, una vez dentro...

- Lo sé.

Al instante escuchamos unos ruidos, eran murmullos.

- Otra patrulla... hay que volver, no hay más remedio -digo con prisa, esto no estaba previsto-.

- Ni de coña.

- Son tres, puede que cuatro.

- Podemos con ellos, no tendremos otra oportunidad, ¿no era que los matarías?

Mantenemos miradas y asiento, saqué mi espada y la empuñé.

Los segadores llegaron y pararon frente a nosotros, vi cómo la mano de uno se dirigía al mango de su espada, no permití que la cogiese.

Con mi espada en alto le atravesé su estómago, los compañeros no tardaron en reaccionar y venir a por mí, Bellamy placó a uno de ellos, dándome una pequeña ayuda.

A la vez que sacaba mi espada del cuerpo, le di una patada al que más cerca tenía, haciéndolo retroceder unos pasos.

Me lancé sobre el otro y le corté la cabeza, salpicando toda su sangre en mi cara.

No predije que el otro avanzaría tan rápido, por lo que me pilló desprevenida, me rodeó con sus brazos los míos dejándome inmóvil, tiró mi espada y me pegó con su rodilla, luego me tiró al suelo y con su pie me apretó en el pecho, obstruyendo un poco mi respiración.

Giré mi cabeza y observé como Bellamy estaba aprisionado por otro segador.

Nos levantaron y nos ataron, caminamos hasta una sala donde habían más personas arrodilladas, nos sentaron a su lado.

Una mujer que estaba dentro de un traje pasaba de uno en uno marcándole si era Cosecha o Cerberus, tal como Lincoln le dijo a Bellamy.

Cuando llegaron a nosotros primero le dictó que Bellamy iría a Cosecha, luego su vista pasó a mi.

- Será interesante tener una mujer en Cerberus -comenta-.

Un segador se acercó a mí con una aguja que contenía aquel líquido convertidor de asesinos.

- ¿Qué? ¡No, para! -grita Bellamy a mi lado-.

- Déjalo, haz lo tuyo -le sonrío intentando tranquilizarle-.

De pronto, noté un pinchazo en el lado izquierdo de mi cuello, me acababan de inyectar el suero, mi vista se volvió un poco borrosa, pude distinguir cómo se llevaban a Bellamy dentro, él gritando en mi dirección.

Pronto caí al suelo del mareo y cerré los ojos.