CAPÍTULO 16

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Emily

—¿Hay algo que pueda hacer para que no estés con esa cara?— me pregunta Ian mientras agarro mis cosas del banco para salir del aula.

Acaba de terminar la última clase así que ya me pienso ir a casa.

—Mira— empieza a buscar algo adentro  de su mochila mientras caminamos pasando a través de las personas. —Toma, se que te gustan— me tiende un paquete cerrado de Doritos y al instante que lo miro me hago una sonrisa.

—Gracias— lo agarro y lo abrazo—Sin duda sabes levantar el ánimo.

Ya afuera me despido de él y empiezo a caminar hacia mi auto comiendo los Doritos aún desanimada.

—Ay amiga dale, arriba ese ánimo— D aparece a mi lado enganchandose a mi brazo.

Es miércoles y no he visto a Logan desde mi cumpleaños. Ese día eche  mis miedos y mi temor de lado dejando salir mis sentimientos a flote para que ahora no me hable, no me conteste los mensajes y ni lo vea en Clemston.

Después de ese momento solos volvimos con los demás y les alcanzamos unas toallas ya que, aunque sea verano, de noche y al lado del mar se levanta bastante viento.

Luego nos quedamos en el deck hablando, haciendo chistes, riendo, comiendo, todo fue mágico...pero como toda magia se termina; llegó el miércoles y no he sabido nada de él.

—¿Me ilusiono muy rápido no?— lo pregunto en voz alta más para mí que para ella.

—Bueno, yo también me hubiera ilusionado si me hubiera regalado esa pulsera y me hubieran besado de la forma que me lo describiste— me para y me agarra de los hombros—No te sientas mal, mira — empezamos a caminar de nuevo hacia el parking de la uni—¿Que querés hacer hoy? Ya que ya salimos, podemos ir—

—No voy a ir de compras

—No iba a decir eso—la miro con una ceja levantada—Bueno, sí. Pero es que vi una cartera de cuero negra....uff es hermosa; y lo mejor es que está en SALE. O sea tengo que aprovechar antes de que termine. Y adivina cuando termina ¡HOY! Exacto HOY. No me puedo quedar sin esa cartera.

Bufo —Lo siento, pero no tengo suficientes ganas de estar caminando por horas en un shopping.

Ya estamos frente a nuestros autos y antes de que abra la puerta del mío me sigue rogando.

—Dale Mily, plisss— se arrodilla frente a mí con las manos como si estuviera rezando—Plissss— me hace un puchero.

—¿Por qué no vas con Steph?

Se para con puchero—Es que como el sábado tienen el primer partido oficial, hoy a la tarde tienen práctica.—me agarra de las manos—Dale por favor, te va hacer bien.

Giro los ojos— Está bien— Empieza a gritar locamente lo que hace que muchos que están cerca de nosotras nos miren mal.—Pero una hora como mucho, no más—Le digo expectante.

—No, está perfecto. Me alcanza y me sobra porque encima— se pone media seria— tengo que ir a trabajar. Empiezo hoy....

—¿En serio? ¿Te tomaron? ¡Que bueno!

La semana pasada fue a buscar trabajo y la mayoría le han dicho que no están buscando empleados, que no tienen un puesto vacante. Hasta que otro día la acompañe a un restaurante cerca de casa muy bueno y le dijeron que la iban a llamar dentro de algunos días.

Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora