CAPÍTULO 25

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—Hace bastante calor hoy.

Miro hacia mí alrededor, y si, hoy está haciendo mucho más calor que los días anteriores.

—Si, la verdad que sí. Así que tomemos rápido este licuado así vamos a un lugar con aire—le respondo y luego tomo un sorbo de mí licuado de frutilla, banana, naranja, manzana y tres frutas más que ni me acuerdo pero está bastante rico.

—¿Dónde vamos después? ¿Querés ir al shopping?

La miro con una cara no muy linda—¿En serio Luli?¿Me estás preguntando si quiero ir de compras?

—Ay, bueno es que ahí está re lindo con el aire acondicionado. No sé cómo tu amiga Dari te aguantaba. No querés ir nunca de compras...—rueda los ojos haciéndose la enojada. Me tiende la mano—Dame tu celular

—¿Qué? ¿Para qué?—mueve sus dedos para que se lo entregue. Lo hago dudosa pero sedo.

Se lo doy y empieza a tocar la pantalla varias veces hasta que se lo pone en la oreja

—¡Hola!—escucho desde el otro lado del teléfono y con solo escuchar su voz ya se quién es: mí loca amiga.

—¡¿Cómo están?! Pensé que ya me habían olvidado eh. ¡Adivinen dónde estoy! ¡De compras!

Luli me mira con una cara "Ella sabe" y sigue tomando su licuado.

—Justo para eso te llamé. Tu querida amiga Emily no me quiere acompañar a comprar ropa...—ruedo los ojos divertida y termino mi licuado.

Dari grita y se escucha su reproche mientras miro las caras que hace Luli dándole la razón.

Ay, porque siempre tengo amigas que les gusta ir de compras...

Media hora más tarde, adivinen dónde estamos, si, en el shopping ¡Yujuuu! -noten sarcasmo-

—¡Mily! Mira este vestido, es muy vos, te va a quedar re lindo.

Me acerco a la morocha que me muestra un vestido de flores turquesa con fondo blanco de tirantes, ajustado hasta la cintura y luego cae con ondas hasta la mitad del muslo.

—¿Que querés decir que "es muy yo"?

—Que es muy vos—se encoge de hombros y me lo entrega.

Minutos más tarde salimos de esa tienda ella con tres bolsas y yo con mi vestido de flores turquesas.

Okey, lo acepto, me gustó venir.

¡Ahora tengo vestido nuevo!

—Te gustó al final eh... Mírate la cara—sonríe maliciosamente.

—¿Qué? No, fue horrible. Odio los shoppings—pongo una cara de asco.

—¡Que mentirosa! ¡Si te enamoraste de ese vestido!

Me abre la puerta de la calle y salimos al estacionamiento en busca de su auto.

—Buuuuenoo, sí, me gusta el vestido, pero no ir a comprarlo...

—Ay Mily a veces no te entiendo—Rueda los ojos negando con la cabeza.

Llegamos a la residencia y subimos a nuestro hermoso y querido cuarto. Y en esto lo digo en serio. No es sarcasmo. La "habitación" es más grande que el piso de abajo de mí casa. Diría que es un piso, no una habitación. Cada una tiene su cuarto con cama y baño individual, armario, mesita de luz, ventana que da a la ciudad, que por cierto muchas noches cuando no podía dormir por varias razones, pensando en mí familia, en cómo estaban, si es que me extrañaban como yo lo hago. De cómo les estaba yendo a mis amigos en la carrera. De que si a Jason le estaba yendo bien en los partidos. Por algunas publicaciones me enteré de que consiguió una beca mayor de la que ya tenía; de Dari me enteré de que se tiñó el pelo más rubia y que sigue con Steph. Vicky que tiene un mes de noviazgo con Noah, justo el mismo tiempo que yo llevo en París; y de Logan, nada... desapareció de las redes sociales, creo que cambio de número -es lo que me ha dicho Dari y Jason en una videollamada que hicimos hace unas semanas- y nada más. Está igual de frío que siempre, habla con sus amigos más cercanos, va a la universidad, entrena y luego vuelve a su casa o a la empresa de su padre a trabajar con él.

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