CAPÍTULO 4

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El domingo pasó bastante rápido. Me desperté casi al mediodía y almorzamos pastas caseras.

Es tradición almorzar pastas caseras los domingos.

La palabra "domingo" es igual a familia, siempre desde chiquita todos los domingos nos despertábamos, desayunábamos todos juntos, luego a media mañana empezábamos a hacer la masa de pastas; cada uno tenía su tarea. Mamá preparaba la masa, yo la estiraba, Amy la ponía en la máquina para cortarla y luego papá la ponía en la olla, en ese momento Luke no había nacido. Pero cuando ya estaba más grande empezó a ayudar a mamá a amasar. En las tardes jugábamos a juegos de mesa, como en UNO, o jenga, o la casita robada... Amy siempre que perdía lloraba como una loca, y yo me burlaba de ella, como toda hermana. Fueron unos lindos tiempos.

Ahora no lo hacemos tanto ya que últimamente papá viaja mucho por trabajo y cada uno está en lo suyo, ya no somos los chiquitos que corrían por los pasillos. Pero de vez en cuando, cuando todos estamos juntos, como ayer, lo hacemos y la verdad se puede apreciar bastante.

En fin, hoy ya es lunes y me estoy preparando para ir a la universidad. Me cambio y bajo a desayunar.

Entro a la cocina y me encuentro con Tina— Hola Tina

—Hola querida, ¿Cómo descansaste?— me tiende el desayuno. —Preparé tu preferido— me sonríe.

Ella es muy buena; nos vio nacer, estuvo en el hospital cuando cada  uno nació, nos conoce como la palma de su mano. Estuvo desde los comienzos de esta familia. Ahora un poco mayor, pero sigue sonriendo como siempre. Me acuerdo cuando desde chiquita le pedía que juegue con Dari y conmigo a las Barbies y ella sin dudar lo hacía; ella fue más que una persona que trabajaba para nosotros, ella fue como una abuela para mí, me ah ayudado en todo, siempre me defendía cuando hacia alguna locura, me dió amor de abuela paterna y siempre lo valoraré.

Mis abuelos maternos de vez en cuando los vemos, ellos viven en otro Estado, pero nos seguimos viendo, más que nada en las vacaciones o feriados. Pero mis abuelos paternos....ellos murieron, nunca los conocí. Papá me dijo que murieron cuando el tenía veinte años, murieron de una enfermedad que en ese entonces no sé podía curar.

—Descansé bien, gracias— le sonrío.

Tomo un sorbo de mi cafe vienés con unos panqueques con miel. —¿Amy salió a correr hoy?

-—Si, como todas las mañanas. Luke y ella ya desayunaron y subieron hace un rato para agarrar sus cosas.

—Nose como hace para levantarse tan temprano a correr

Yo corto un trozo de mi panqueque y me lo meto en la boca felizmente.

Tina se ríe de mí cara de satisfacción.

Termino de masticar y retomo la conversación —¿Mis papás?

—Ya salieron para el trabajo temprano. Dijieron que tenían que pasar por un lugar antes, para comprar algo para el viaje de Will.

—Pensé que tenía todo, se va mañana.

—Si, no sé la verdad. Lo han llamado hoy temprano que necesitaba algo más.

Termino mi desayuno y voy para la sala de estar—¡Chicos! ¡Vamos!—
Camino para la puerta, y miro mi celular fijándome si tengo algun mensaje en el grupo que tenemos con los chicos.

Ningún mensaje. No sé nada de ellos desde la fiesta. No me respondieron ningún mensaje de los que les mandé ayer.

Minutos más tarde ya dejé a mis hermanos en el colegio y estoy en camino a Clemston.

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