CAPÍTULO 18

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Logan

Es el primer partido de la temporada así que más les vale empezar bien. Quiero que estemos primeros en la tabla calificaciones desde el comienzo...

—Siempre estamos primeros—Nick-un compañero del equipo- habla con aire de superioridad  haciendo que el entrenador le de una mirada reprobatoria.

—Vas a estar primero cuando decida quien se queda en la banca—dice el entrenador en un tono tosco haciendo que los demás se rían de Nick.

—¿Algunas palabras capitán?— el entrenador me pregunta y todos me miran esperando que les dé algunas palabras de aliento.

—Hagan lo de Siempre—digo sin importancia haciendo que se me queden mirando—¡Vamos que hacen parados como gallinas!¡A la chancha!—Al instantes todos agarran sus palos y empiezan a salir del vestuario.

—¡Vamos!¡Ya escucharon al capitán!— el entrenador los apura pero antes de irme me detiene—¿Estás bien?

—Si

—Concéntrate—me mira serio.

No le respondo y sigo al equipo.

Al salir a la cancha trato de no buscar a la persona que siempre veía como mi cábala, pero se me hace imposible. Subo mi cabeza y la veo riendo naturalmente junto a Darian en el mismo lugar de siempre.

Desde el jueves que la deje a su casa no hablamos. Ella no me buscaba y yo tampoco. En el almuerzo de ayer cruzamos varias veces algunas miradas pero ninguno de los dos dijo nada y por suerte mis amigos tampoco. Yo sabía que me estaba dando mi espacio y mi tiempo para hablarle, pero no estoy preparado para hablarle sobre eso, todavía no.

Comienza el partido y empezamos tranquilos, pensando en cada jugada sin gastar tanta energía. Hacemos pases mareando al otro equipo y de a poco nos acercamos al arco contrario.

El partido tiene una duración de cuatro tiempos de quince minutos. Por lo que después de meter tres goles y el equipo contrario nos metiera un gol, termina el primer tiempo.

—¡Logan! Vení — el entrenador me llama y me acerco a él tomando agua.

—¿Qué pasa?— le pregunto sin mucha vuelta.

—¿A vos que te pasa?¿Te viste ahí afuera? Estás jugando como una nena. 

Ruedo los ojos—Estoy bien.

—Bueno, no lo parece. Así que más te vale que juegues mejor los próximos tiempos. No se que te pasa pero deja afuera de la cancha tus problemas personales—No le respondo y vuelvo con mis compañeros a descansar los últimos minutos del entretiempo.

Ya estamos en el último tiempo, mis compañeros ya están exhaustos. Deben quedar menos de diez minutos para terminar el partido. Vamos ganando por una gran diferencia; metimos diecisiete goles en total y el otro equipo nos ha metido menos de diez. La diferencia es evidente.

Me pasan la pelota y se la paso a Steph, luego él se la pasa a Nick, Nick se la pasa a Noah y él me la vuelve a pasar ya estando enfrente del arco listo para meter otro gol.

Me concentro para no errar sabiendo que es la última oportunidad de meter un gol más, me posiciono mirando al arco siguiendo atentamente los movimientos del arquero.

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