Capítulo 11

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Los días siguientes pasaron volando para Paul. Él disfrutaba como un demonio de su tiempo en la casa. No había diferencia con los tiempos de la universidad, todos a su alrededor eran inteligentes y estaban siempre preparados para hacer algo divertido al primer aviso. Siempre había un montón de cerveza para beber y buena hierba que fumar si querías. Todos trabajaban duro, Paul mismo trabajaba más que como lo había hecho en su propia compañía, pero las maratones de juegos de ordenador y fiestas espontáneas con frecuencia interrumpían el trabajo.

A Chloe le encantaban particularmente los viejos juegos de lucha estilo "Street Fighter" y retaba rutinariamente a todo el que llegaba a contiendas en la Playstation. Paul luchaba con ella una y otra vez, pero nunca llegaba cerca de vencerla.

Paul se pasaba la mayoría del tiempo en la Sala del Servidor, trabajando con el Photoshop en uno de los ordenadores. Kurt por fin había aparecido de nuevo y había traído una impresora láser a color de calidad profesional. Al parecer, tenía un amigo que tenía un amigo en el negocio de la impresión, o algo así. Kurt sólo se quedó una noche, la mayoría de la cual la pasó haciendo la colada y comiendo tallarines en su habitación. Luego desapareció de nuevo la mañana siguiente, dejando la impresora aún dentro de su caja para que Paul averiguase como instalarla. Abeja se ofreció a ayudar.

—"¿Qué le pasa a Kurt?" - preguntó Paul mientras los dos sacaban la voluminosa impresora del acolchado de espuma.

—"¿A qué te refieres?" - le respondió ella.

—"No viene mucho por aquí, ¿eh?"

—"No, últimamente no. A veces. Es que depende."

—"¿Depende de qué?"

—"De lo que esté haciendo," - dijo Abeja. —"Esta estafa de los comics no es lo único que está en marcha ahora mismo. Kurt está al mando de otra idea en la que algunos están trabajando."

—"No tenía ni idea," - dijo Paul.

Excepto en la noche de la primera fiesta, él nunca había visto al grupo entero reunido en un lugar. Simplemente había asumido que salían a vivir sus propias vidas o a sus trabajos o algo así. No hubo ninguna pista sobre que hubiese en marcha otra estafa.

—"Bueno, ¿por qué ibas a tenerla?" - preguntó Abeja con sorpresa. —"En realidad no estás envuelto en ella. Bueno, ahora que pienso en ello, en realidad lo estás un poquito."

—"¿Eh?" - preguntó Paul, confundido.

—"Bueno, realmente envuelto no pero, ¿sabes?, viste el show en movimiento," - dijo Abeja.

—"¿Cuándo fue eso?"

—"El día que te encontraste con Chloe. En ese restaurante mejicano donde ella estaba intentando que colocaran en las mesas los saleritos y pimenteros mariachis."

—"Ah, sí…" - dijo Paul.

Se había olvidado de la excusa original de Chloe para estar en el restaurante. Había afirmado estar haciendo investigación de mercado pero, en retrospectiva, eso tenía que haber sido mentira.

—"¿Qué eran esas cosas, por cierto?"

—"Eran micros," - dijo Abeja. —"El objetivo come allí a todas horas o algo así y Kurt quería escuchar la conversación en la mesa. Así que tuvimos que descubrir un modo de pinchar todas las mesas. Los hice yo misma."

—"Guao," - dijo Paul al ver nuevas profundidades de esta tripulación y lo lejos que tenían de ir. —"¿Tú hiciste los hombres mariachi también?"

Abeja se rió, —"No, Kurt los encontró. En realidad el tipo es bastante sorprendente en ese sentido. Es parte de lo que hace."

—"¿Qué quieres decir?"

Geek Mafia - Trilogía Geek Mafia 1 de Rick DakanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora