Capítulo 13

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—"Tenías razón, Paul. Vamos a hacer un viaje," - dijo Chloe de pie sobre él mientras Paul yacía sobre el sofá, frotándose el sueño de los ojos.

Ella vestía otra de su serie interminable de camisetas ajustadas. Esta con una imagen de un gorila vestido de militar y lanzando un cóctel Molotov.

 —"¿Qué?" - preguntó él en un balbuceo.

—"Vamos a hacer esas vacaciones que tú querías. La operación está ahora en manos de los e-Esclavos. Seguro que no nos necesitan por aquí. Vamos a la playa."

—"¡Estupendo! Pero es tu turno de conducir."

—"Por supuesto. Prepara una bolsa, ropa para tres o cuatro días y yo intentaré encontrar un saco de dormir por aquí para ti. Despegaremos en cuanto te levantes y estés preparado."

—"¿Saco de dormir? ¿A qué playa vamos?"

La ropa de Paul aún estaba embutida en las maletas en las que él las había lanzado al abandonar su apartamento. Hacer el equipaje debería ser fácil.

—"Un poco hasta la costa. Unos amigos me dejan usar su casa de la playa." - ella empezó a tirarle del brazo, sacándolo del sofá. —"¡Venga, huesos perezosos! ¡Hay café en la cocina y una artista sexy de la estafa quiere ir contigo de viaje por carretera! ¿Qué más le puedes pedir a la vida?"

—"No mucho, supongo." - Paul se levantó, se crujió el cuello y espalda. Un saco de dormir probablemente no sería peor que este viejo sofá.

Una hora más tarde estaban en la carretera, esta vez con Chloe al volante de un coche que Paul nunca había visto antes: un SUV Saturn rojo que parecía nuevecito. Le dijo que era el coche de un amigo, lo cual Paul empezó a imaginar que era el código de la Tripulación para: "no preguntes de dónde ha salido, sólo alégrate de que esté aquí".

Era una mañana de domingo y el atasco habitual de la 880 estaba relativamente libre de coches, permitiéndoles hacer buen crono por Oakland y Berkley antes de desviarse al país del vino. Paul, queriendo ponerse al día de las noticias que se había perdido en su fuga de falsificación de cinco días, trató de convencer a Chloe para poner Air America, pero ella se negó a poner algo tan aburrido como la política en un día tan hermoso. Preparó su iPod y escucharon en confortable silencio una sucesión de bandas punk y Ska de las que Paul nunca había oído.

Se encaminaron pasando bodegas de vino grandes y pequeñas, hacia un pequeño conjunto de casas de playa cerca de donde se había filmado la película de Los Pájaros de Alfred de Hitchcock.

 —"¿Sabes?, nunca he estado aquí arriba antes," - dijo Paul.

—"¿En serio? Yo pensaba que te gustaba el vino."

—"Me gusta, pero nunca he venido aquí. Nunca he tenido a nadie que quisiera venir conmigo. Era tan sencillo liarse con el trabajo que difícilmente salía siquiera de San José."

—"Lo cual es una lástima," - dijo Chloe, —"Porque San José es un agujero."

—"Es como una gran franja de centro comercial que ha decaído," - coincidió Paul. —"Pero si lo odias también, ¿por qué estás aquí? ¿No podíais hacer vuestras cosas, las que sean, en cualquier otra parte?"

—"Sí, podríamos. Pero aquí es donde está la acción. La mayoría somos un grupo pesado de geeks. Yo soy más la excepción que la regla. Sé las estafas cara-a-cara, pero la mayoría de mi Tripulación son mentes técnicas hasta el núcleo. Y no hay mejor lugar para eso que aquí."

—"Yo había pensado que la mayoría de lo hacéis se podría hacer desde cualquier parte. ¿No se trata de eso?"

—"Seguro, ese es un modo de hacer las cosas. Incluso es uno de los modos como hacemos las cosas, pero no es el único. A veces puedes hackear un sistema desde fuera, acceder y hasta ganar algo de dinero usando ese acceso, pero no siempre. Como la jugada que acabamos de hacer con los comics. No podríamos haberlo hecho todo digitalmente... o al menos no habría sido tan barato y rápido. Estar en Silicon Valley me deja usar mis pericias y la de personas como Filo y Abeja mucho más efectivamente. Eso nos dá muchas más opciones. Si se lo dejáramos a Raff y Kurt y el otro hácker, tendríamos un número limitado de movimientos en cada situación. Y la variedad no es sólo la esencia de la vida; también te mantiene fuera de la cárcel. Dado que podemos hacer jugadas en muchas direcciones diferentes, no tenenos patrones reconocibles fácilmente. Y sin patrón, a la policía le resulta difícil pillarnos. Además, es mucho más divertido jugar con vestuario y gente que sentarte delante de un ordenador y robar ceros y unos. Hay hackers ahí fuera que entran en los sistemas y los joden sólo por diversión. Sólo para ser un grano en el culo o ponerse a prueba ellos mismos de que pueden. Nosostros no vamos por ahí."

Geek Mafia - Trilogía Geek Mafia 1 de Rick DakanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora