Capítulo 12

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Las oficinas del GPC se encontraban en la esquina delantera del Parque Industrial Redfield, justo en uno de los muchos edificios idénticos en el área. La puerta tenía una cerradura electrónica donde los empleados colocaban sus tarjetas de pase para acceder. Puesto que él no tenía tal tarjeta (todavía), Paul tuvo que dar unas leves palmadas en el cristal para llamar la atención de la recepcionista. Ella le abrió educadamente desde su escritorio. Paul tenía una cita para encontrarse con el jefe de tasación, que saldría en un minuto. El nombre del hombre era Kevin Carrey, un paisano bien alimentado con un polo azul con el logo de la compañía y pantalones militares. Le estrechó la mano a Paul cálidamente mientras este miraba brevemente hacia la tarjeta de seguridad que colgaba del cinturón de Kevin.

—"Bienvenido al GPC, Sr. Feldman. soy Kevin Carrey, Vicepresidente de Relaciones al Cliente."

—"Pete Feldman. Me alegro de conocerle," - dijo Paul. —"Le agradezco que me haya permitído pasar en persona. Sé que es un poco inusual."

—"Intentamos que nuestros clientes se sientan cómodos, especialmente los nuevos clientes. ¿Le gustaría ver la oficina?"

—"Eso sería estupendo."

Las salas principales de tasación estaban divididas en tres secciones diferentes. Las mayores contenían cinco tasadores que trabajaban con comics publicados desde 1980, el león del negocio de la compañía. Las dos más pequeñas tasaban comics de la edad de plata (años 60 y 70) y edad de oro (años 30 a 50) respectivamente. Carrey también indicó una habitación de restauración donde comics dañados podían recuperar su gloria creadora. La oficina daba una sensación informal, con música bramando de altavoces y paredes cubiertas de pósteres relacionados con los comics. Probablemente un lugar divertido donde trabajar si te gustan los comics, pensó Paul.

Pero lo destacado del recorrido (de hecho, una de las metas principales para entrar allí en primer lugar) era la habitación de sellado. Aquí tomaban los comics tasados y los sellaban en dos capas de plástico. Primero en una funda flexible de plástico que se ceñía alrededor del cómic. Luego un envoltorio exterior de plástico duro que incluía un holograma y el titulo del cómic con la tasación impresa directamente sobre el plástico. Usaban calor para fundir el plástico y hacer los sellos, de modo que no había modo de abrir el producto final sin romper el sello, eliminando así la veracidad de la tasación. Paul echó un largo y buen vistazo por esa habitación, incluyendo las cámaras de seguridad montadas en lo alto de la pared. La cámara digital, oculta dentro de las gafas de grueso cristal de Paul, tansmitía todo lo que él veía al resto de la Tripulación, que estaba en una furgoneta al doblar la esquina. Paul insistió en observar todo el proceso de sellado de principio a fin dos veces, cosa que su guía encontró un poco aburrido, pero atendió la solicitud de Paul.

—"Muy chulo," - dijo Paul. —"Tienen un bonito montaje aquí. ¿Cuántos de estos hacen al día?"

—"Una media de mil al día. En realidad aún estamos un poco bajos de personal... recibimos más comics por día de lo que podemos tasar, pero podemos dar preferencia a clientes especiales hasta el principio de la fila, especialmente si hacen muchos negocios con nosotros."

—"Hablando de eso, ¿hablamos de mi pequeña colección?"

—"Ciertamente. Venga a mi oficina y podemos hablar allí."

Paul de pronto echó mano al bolsillo de los pantalones donde había el bulto inconfundible de un teléfono móbil.

—"Oh, caramba, tengo una llamada. ¿Le importa?"

—"No, por favor, adelante."

Paul sacó el teléfono y lo encendió, fingió hablar con alguien sobre un trato inmobiliario mientras le daba la espalda a Carrey. De hecho, el teléfono no era un teléfono en absoluto. Era un pequeño artefacto que Abeja había creado y metido dentro de una carcasa de teléfono móbil. Paul hizo un buen espectáculo paseando por la habitación, hablando airadamente con su agente de la propiedad. El Sr. Carrey quedó de pie en silencio, fingiendo no escuchar.

Geek Mafia - Trilogía Geek Mafia 1 de Rick DakanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora