Capítulo 37

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Paul había conocido a Greg en el instituto cuando ambos jugaban en la misma partida semanal de Dragones y Mazmorras los sábados por la tarde. Habían congeniado casi de inmediato, lo cual sorprendía a muchos observadores, ya que externamente no tenían casi nada en común.

En aquella época (finales de los ochenta) la imagen y sentido de moda de Paul pendía en algún punto entre punk y gótico, con un montón de cuero negro y camisetas de grupos de música (aunque, en retrospectiva, él era un el ejemplo de manual de un impostor). Greg era regordete y socialmente torpe, pero brillante. Bastante parecido al empollón esteriotipado excepto por su amor al esquí normal y acuático. Aunque bajo la superficie tenían casi todo en común. Ambos habían sido fanáticos del Dr. Who de pequeños. Compartían la pasión por los mismos escritores de ci-fi y fantasía, desde la comedia de Douglas Adams y Piers Anthony hasta la ci-fi dura de Poul Anderson e Isaac Asimov, hasta las mórbidas y deprimentes fantasías de Stephen Donaldson y Michael Moorcock. Estaban obsesionados por los X-Men y leían The Dark Knight Returns y Watchmen con las bocas abiertas de asombro. Y, por supuesto, se regocijaban con Star Wars y veían Start Trek Nueva Generación. Eran, resumiendo, geeks en potencia. Pero más que nada, tenían en común un amor por los juegos. Su grupo de Dragones y Mazmorras se tornó el centro de sus vidas sociales.

Cada partida de los sábados se alargaba hasta la noche del domingo. Durante la semana hablaban constantemente sobre sus aventuras y sus personajes y varios modos de retocar o mejorar las reglas para hacer sus partidas más divertidas. En sus ensueños de medianoche más especulativos, ideaban y planeaban la compañía de juegos que crearían si tuvieran la oportunidad, describiendo con todo detalle cómo mejorar las cosas. Depués del instituto siempre siguieron en contacto, incluso cuando fueron a diferentes universidades a cientos de kilómetros de distancia.

Greg estudió ingeniería de sistemas en la Técnica de Georgia, donde sabía más que la mayoría de los profesores y descubrió que tenía un talento especial para el diseño e ingeniería de chips. Paul fue a la Facultad dr Oberlin en Ohio, donde consiguió un título de Artes e Ilustración.

Todas las vacaciones de Navidad y verano, el viejo grupo de Dragones y Mazmorras se reunía de nuevo, y el núcleo del grupo de cinco jugadores se mantenía tan unido como una cuadrilla de ladrones. Siete años después de graduarse en la facultad, Greg había empezado una empresa de diseño de chips y la había vendido a otra compañía mucho mayor rentándole veinte millones de dólares en el proceso. Paul había trabajado como artista para varias compañías antes de autopublicar su propia serie, Metrópolis 2. 0, que devino uno de los mejores comics indie de finales de los noventa. No tenía nada parecido a la cantidad de dinero que Greg había hecho, pero ambos tenían éxito y estaban contentos con sus carreras escogidas.

El paso siguiente fue obvio; un plan tramado mediante una serie de emocionadas llamadas de teléfono que resultó en la fundación de Juegos Miedo y Cargando. Greg puso el dinero y cierto conocimiento técnico y Paul puso la propiedad intelectual y la inspiración para su primer juego, basado en su cómic. La red de contactos de Greg en Silicon Valley le hizo encontrar otros socios fundadores con mucha facilidad. Incluso, Jerry, y, por supuesto, Frank, pronto se unieron a su equipo. Se incorporaron, alquilaron una oficina y se pusieron a trabajar para hacer el siguiente bombazo de los videojuegos.

Aquello había sido tres años atrás ahora, y las cosas no habían resultado como Paul había esperado. Dos años y medio de trabajo juntos había minado la amistad de Paul con Greg. Paul encontraba a Greg extrañamente distante y al tiempo opresivamente controlador. Greg sin duda pensaba que Paul era una persona malhumorada y perezosa y complicada con la que trabajar. Pasaron cada menos tiempo juntos socialmente, y al final, a Paul le había resultado difícil recordar la última vez que los dos viejos amigos habían visto una película o comido juntos.

Geek Mafia - Trilogía Geek Mafia 1 de Rick DakanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora