21. Victoria | Fingon

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Wipe away the weakness, will you let those scars define you?

Or will they adorn you as we carve our way to victory?

Pocas semanas habían ocurrido tras el rescate de Maedhros en las montañas del Thangorodrim, salvado por su primo, Fingon, y la águila, Thorondor, quien los llevó volando a las regiones de Hithlum, al norte de Beleriand. Cerca de las fuentes del río Sirion, en donde prontamente terminaría de edificarse la Fortaleza de Barad Eithel por el futuro Rey Fingolfin, Maedhros continuaba recuperándose de los treinta años de tortura que sufrió a manos de Morgoth.

"No nací para ser rey." Masculló el de cabellos rojos.

Tras perder la mano derecha, Maedhros practicaba diario con la espada para ser capaz de esgrimirla zurdamente. Fingon practicaba con él, por lo que, ambos sudorosos, habían terminado la sesión de hoy y caminaban juntos por un pasillo de la futura Fortaleza.

"¿De qué estás hablando, Maitimo?"

"Lo he pensado bastante, y he decidido renunciar a mi posición como Alto Rey de los Noldor. Tu padre será un mejor gobernante."

Fingon tardó en reaccionar. "¿Qué te hace creer aquello?"

"Finno, mientras la corona se halle sobre mi cabeza la destrucción nos perseguirá. Mis hermanos no estarán de acuerdo, pero no quiero ponerlos a ellos ni a ti en riesgo de nuevo."

Fingon se detuvo a la mitad del pasillo. Sus negros cabellos entrelazados con hilos dorados danzaban siempre sobre sus hombros, pero en esta ocasión no lo hicieron; se mantuvieron estáticos. Maedhros avanzó unos pasos más, pero al notar dicha ausencia, retrocedió para acercarse a su primo.

"¿Finno?"

"Si aquel es tu último deseo bajo tu corto mandato, entonces no objetaré al respecto." Fingon le miró; intentó sonreír. "No obstante, quiero que de tu conocimiento sea; con o sin corona, rey o no rey, juntos nos regocijaremos ante la victoria una vez llegue a ti."

"No sólo a mí," Corrigió Maedhros, con firmeza. "Llegará a todos nosotros." Expresó con seguridad.

Fingon entonces logró esbozar una sonrisa real, y su rostro se iluminó en felicidad de nuevo. Un pensamiento lo asaltó enseguida. "Maitimo, ¿gustas cabalgar?" Fingon invitó; al no recibir respuesta, siguió. "Conozco un lugar."

Dentro de Beleriand, entre las regiones de Mithrim y Dorthonion pero no lejos de Hithlum, Fingon había descubierto unas cascadas de baja altura que se asomaban debajo de una verde planicie. Los caballos relincharon cuando se detuvieron, y sólo permaneció el sonido del agua cayendo. La vegetación lila que los rodeaba completaba la hermosa vista.

"Es bellísimo." Maedhros balbuceó, con una sonrisa en el rostro.

"Deberías sonreír más." Fingon reía silenciosamente.

Maedhros miró a su primo y negó ruborizado. Exhaló. "Mis hermanos no querrán permanecer donde tu gente se encuentre, por lo que nos asentaremos al Este de Beleriand." Sus rojos cabellos brillaron. "Me alegra saber que hermosas cascadas se hallan entre las dos Casas. Quizá signifique algo."

Fingon sonrió firme. "Nos indica que juntos venceremos victoriosamente."

Y Maedhros asintió.

Y Maedhros asintió

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notas:
1. la imagen pertenece a @huanhoundofvalinor en tumblr.

Fictober 2020 | Edición TolkienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora